La revolución de la cirugía robótica ya está en Barcelona

Un gigante arácnido robótico, como salido de una película de ciencia-ficción, ocupa el centro de la nueva área de cirugía robótica de Clínica Corachan, en el corazón de Barcelona. Se llama Da Vinci Xi y es una de las tecnologías quirúrgicas más avanzadas del mundo. Esta herramienta está transformando la manera en que se realizan intervenciones complejas, permitiendo operar de forma mínimamente invasiva y con la máxima precisión y control. “La robótica ha supuesto una mejora considerable en la cirugía ofreciendo beneficios tanto para el paciente como para el especialista”, explica la Dra Laura Izquierdo, uróloga de Corachan. “Gracias a la precisión del sistema Da Vinci, es posible llevar a cabo procedimientos complejos con incisiones muy pequeñas, lo que disminuye notablemente el malestar tras la operación y acelera el proceso de recuperación”.

Tecnología al servicio del paciente

El sistema Da Vinci Xi permite al cirujano operar desde una consola ergonómica, ubicada dentro del quirófano (al fondo en la imagen). Desde ahí dirige, con total precisión, los brazos articulados que replican sus movimientos y le permiten alcanzar zonas de difícil acceso de manera más segura y eficaz que la cirugía convencional. Esta plataforma proporciona una visión 3D en alta definición del campo quirúrgico, aumentando el control y reduciendo la fatiga del profesional durante procedimientos prolongados.  

Los beneficios para el paciente son claros: intervenciones menos invasivas, estancias hospitalarias más cortas y una reducción significativa en complicaciones postoperatorias. Además, gracias a la cirugía robótica, es posible realizar operaciones adaptadas específicamente a la anatomía de cada paciente, utilizando modelos en 3D personalizados que reproducen fielmente sus características físicas.

Innovación tecnológica para cirugías de alta complejidad

Da Vinci se utiliza ya en diferentes especialidades como la urología, ginecología, cirugía general, cirugía torácica, cirugía cardíaca, cirugía hepática y otorrinolaringología, ofreciendo resultados más precisos y una recuperación más rápida. “En el campo de la urología, la robótica constituye nuestra práctica habitual no sólo en cirugía uro-oncológica sino también en cirugía reconstructiva. Ofrece excelencia, calidad y precisión en comparación con otras técnicas quirúrgicas. Además la cirugía robótica ayuda a proteger funciones importantes como el control de la orina y la capacidad sexual”, señala la doctora Laura Izquierdo.

Aunque la robótica quirúrgica comenzó su andadura en los años 80, no fue hasta el año 2000 —con la aprobación del sistema Da Vinci por la FDA en Estados Unidos— que comenzó su expansión real. Hoy, en países como Estados Unidos o Alemania, más del 80% de ciertas intervenciones urológicas se realizan con asistencia robótica. Clínica Corachan se suma a esta vanguardia, siendo uno de los centros pioneros en Cataluña en adoptar esta tecnología de forma estable. “La cirugía robótica avanza a pasos agigantados, y lo que viene promete revolucionarla aún más: equipos más compactos y manejables, y tecnologías como la inteligencia artificial que asistirán al cirujano en tiempo real”, señala la especialista.

Corachan muestra así su compromiso con la innovación y con un enfoque centrado en el bienestar del paciente, liderando en Barcelona una revolución que ya está marcando el futuro de la medicina.