N.B.1.8.1: síntomas de la nueva variante del covid que ha alertado a la OMS

El organismo mantiene que el riesgo actual para la población es bajo

Todos los países de la OMS logran un acuerdo "histórico" para luchar contra las próximas pandemias

Uno de cada cuatro infectados por coronavirus desarrollan covid persistente, el doble de lo estimado hasta ahora

Personal sanitario trabajando en UCI del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en 2020.

Personal sanitario trabajando en UCI del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en 2020. / David Zorrakino

Patricia López Avilés

Barcelona
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Han pasado más de cinco años desde que el mundo se paralizó por completo debido a un virus desconocido: el covid-19

La pandemia del coronavirus, declarada oficialmente en marzo de 2020 por la Organización mundial de la salud (OMS), dejó millones de víctimas mortales en todo el mundo: 6,3 millones según la OMS, aunque la cifra exacta es imposible de saber.

Mascarillas, test de antígenos, vacunas y confinamientos eran las palabras más escuchadas en aquel entonces, y pasaron a formar parte de nuestro día a día

No ha desaparecido

Aunque las circunstancias actuales distan mucho de lo vivido en 2020, lo cierto es que el covid-19 aún no ha desaparecido, aunque sí es cierto que la situación está controlada gracias a las vacunas, que han conseguido bajar el riesgo de enfermarse gravemente.

A lo largo de la pandemia, el coronavirus ha ido mutando y dando lugar a nuevas variantes, algunas más contagiosas o peligrosas que otras. 

Ahora, una nueva variante ha vuelto a poner alerta a las autoridades sanitarias, que siguen de cerca su evolución y la han categorizado como ‘bajo vigilancia’. Se trata de la mutación NB.1.8.1, identificada por primera vez el 22 de enero de 2025. 

Nueva mutación

Esta variante, derivada de la cepa Ómicron, preocupa a los expertos en salud por su rápida capacidad de propagación y porque ha sido identificada en varios países: ya representa más del 10% de las infecciones globales.

Además, se ha convertido en dominante en regiones como Hong Kong y China, y se ha identificado en países turísticos como Egipto, Tailandia y Maldivas.

Riesgo bajo

A pesar de esta expansión, la OMS mantiene que el riesgo actual para la población es bajo y que las vacunas existentes deberían seguir siendo efectivas.

Los síntomas de esta mutación no son muy diferentes de los ya conocidos. Sin embargo, tanto médicos como pacientes han señalado algunos matices importantes: uno de los más llamativos es la persistencia de ciertos síntomas, incluso más allá de los diez o catorce días habituales. 

Los síntomas

Muchos afectados relatan una fatiga especialmente intensa y prolongada, que les impide retomar sus rutinas con normalidad, así como una pérdida de apetito que, en algunos casos, se ha acompañado de malestar digestivo.

La tos seca, la pérdida de gusto y olfato, el dolor de garganta y la congestión nasal siguen siendo frecuentes, pero se reportan también episodios de fiebre, sensación de presión en el pecho y dolores musculares generalizados, similares a los de una gripe fuerte

Además, algunos especialistas han alertado de un ligero repunte de síntomas gastrointestinales como náuseas o diarrea, que no eran tan comunes en otras variantes. 

Descartadas las restricciones

A pesar de afirmar que la variante se encuentra actualmente en seguimiento, la OMS indica en su informe que el riesgo actual para la población se considera bajo y se espera que las vacunas aprobadas sigan siendo eficaces contra esta cepa.

También ha descartado la necesidad de imponer restricciones de viaje o comerciales, pero ha instado a los países a vigilar la situación y a adaptar sus respuestas sanitarias según la evolución de la situación epidemiológica, sin recomendar cierres fronterizos ni limitaciones a la movilidad internacional.