Salud mental
La neurocientífica Ana Ibáñez sobre el bienestar emocional: "La manera de cuidar nuestro estado emocional es darle un buen significado a..."
El 25% de las personas entre 18 y 24 años dice tener estados de depresión
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Mujer feliz en la montaña. / 123RF
Los problemas de salud mental en España han aumentado drásticamente tras la pandemia, sobre todo entre los más jóvenes.
La carencia de recursos, así como la falta de acceso a los servicios de salud mental adecuados, contribuyen a que muchas personas no reciban la ayuda necesaria a tiempo.
Actualmente, el suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte no accidental en jóvenes de entre 15 y 29 años, según denuncia la oenegé Save The Children.
Estados de depresión
Además, como indican los datos de la Confederación de Salud Mental en España, el 6,7% de la población española está afectada por la ansiedad, exactamente la misma cifra de personas con depresión.
Sin embargo, esa cifra aumenta considerablemente, al menos en lo que a percepción de salud mental se refiere: según una encuesta de la Fundación Axa, realizada en 2024, el 25% de las personas entre 18 y 24 años asegura tener estados de depresión, el 70% estrés y el 9% ansiedad.
Afecta al rendimiento
Estas afectaciones están muy relacionadas con nuestro rendimiento y con la manera en que nos percibimos a nosotros mismos.
La neurocientífica e ingeniera química Ana Ibáñez habla, en una de sus charlas, del papel fundamental que juega el bienestar emocional en el rendimiento mental y físico de las personas.
Mal estado emocional
Ibáñez destaca que, aunque una persona tenga buena preparación o un alto nivel de inteligencia, lo que dificulta un buen desarrollo es un mal estado emocional, ya que el cerebro deja de funcionar a pleno rendimiento.
“Hay una cosa que es sorprendente a nivel cerebral, que yo trabajo con mucha gente en el alto rendimiento y no falla. O sea, ya puedes ser inteligentísimo, ya puedes tener mucha experiencia en todo, que si tú estás tocado a nivel emocional, tu cerebro empieza a apagar un montón de cosas”, remarca la neurocientífica.
Según explica, esta afirmación se puede comprobar mediante pruebas científicas de imagen: “Eso lo vemos en resonancia magnética funcional. Se llama así, son imágenes del cerebro, y cuando una persona emocionalmente está afectada en negativo, su cerebro funciona peor. O sea, no hay otra, funciona mucho peor”.
La necesidad de cuidarnos
Para evitar el malestar emocional, Ibáñez insiste en la necesidad de cuidar nuestra salud mental: “La manera de cuidar nuestro estado emocional es darle un buen significado a aquello que hacemos. Tiene que ser más allá de nosotros”.
Es decir, la clave está en conectar nuestro trabajo con otro propósito, como ayudar a las personas, ya que, como especie, evolucionamos cuidándonos.
“Nuestro cerebro está programado para que ayudar a otros nos produzca una química cerebral importantísima”, asegura.
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