Oftalmología

Enrojecimiento, quemazón, fatiga visual... uno de cada cinco españoles tiene la enfermedad del ojo seco

El primer estudio de prevalencia en España concluye que es especialmente frecuente en mujeres y, aunque habitualmente se asocia con la edad, se ve un notable aumento de síntomas en los más jóvenes

Uno de cada cinco españoles tiene la enfermedad del ojo seco.

Uno de cada cinco españoles tiene la enfermedad del ojo seco.

Nieves Salinas

Nieves Salinas

Madrid
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El aumento de la exposición a pantallas, junto con otros factores de riesgo, como la diabetes, el glaucoma o la blefaritis, (una inflamación que afecta el borde de los párpados y causa enrojecimiento y descamación) está provocando en los últimos años un incremento de los casos de enfermedad de ojo seco (EOS) entre los españoles. Este viernes se ha presentado en Madrid el primer estudio de prevalencia de este trastorno que supone el mayor porcentaje de la consulta de cualquier oftalmólogo.

Desde un ligero malestar ocular hasta enrojecimiento persistente, sensación de quemazón, dolor e incluso alteraciones visuales, son algunos de los síntomas comunes. La falta de lágrimas y de una adecuada hidratación del ojo se debe tanto a su falta de producción como a una excesiva evaporación de estas. Además, intervienen factores externos como la mayor utilización de dispositivos electrónicos, que implican fijar la vista por largos períodos de tiempo y, con ello, una reducción del parpadeo que determina una menor lubricación de la superficie ocular, describen los médicos.

Los resultados

La prestigiosa revista internacional The Ocular Surface (de referencia científica en patología ocular) acaba de publicar los resultados del 'Estudio PrevEOS - Prevalencia de la enfermedad del ojo seco en España: una encuesta de base poblacional', liderado por el profesor José Manuel Benítez del Castillo, catedrático de Oftalmología de la Universidad Complutense y médico del Hospital Clínico San Carlos y la Clínica Rementería (Madrid).

"Estamos ante el primer estudio que analiza la frecuencia de la enfermedad de ojo seco en toda España, a nivel poblacional y aplicando criterios de diagnóstico que permiten comparar los resultados obtenidos. Son datos de gran interés para profesionales de la salud, como oftalmólogos, epidemiólogos y médicos de Atención Primaria, entre otros; pero también para la población general, que muchas veces no es consciente de la patología ni de que puede ser abordada con un enfoque terapéutico adecuado", ha señalado el experto internacional en la presentación del estudio.

42 preguntas

El estudio se desarrolló a partir de entrevistas telefónicas, con una muestra final de 3.019 personas, con estratificación proporcional según sexo, edad, región y tamaño de población de residencia, tomando como referencia los datos anuales publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La encuesta incluyó 42 preguntas, y la valoración de la prevalencia se basó en la aplicación y análisis de dos criterios diagnósticos, los recogidos en el Woman´s Health Study (WHS) y en el Beijing Eye Study (BES).

La encuesta, que ha contado con el apoyo de Laboratorios Théa, revela que aproximadamente una quinta parte de la población española presenta síntomas de ojo seco. La prevalencia de ojo seco en España varía entre un 16,6%, si se aplican los criterios de diagnóstico del WHS, y un 22,5% valorando los parámetros del BES; en este último caso, si se añaden síntomas referidos como la fatiga visual, que obliga a cerrar los ojos, o la visión fluctuante al leer, conducir o utilizar un ordenador, el dato global de prevalencia aumentaría hasta un 33%, cifra muy relevante a nivel epidemiológico.

Adicionalmente, se confirma que la frecuencia de esta enfermedad es mayor en mujeres (21,3% frente a 10,9% de varones, con los criterios WHS; y 24,6% frente a 20,2% en varones, con el BES). También, aplicando ambos criterios, se objetiva un aumento de la prevalencia a partir de los 40 años, señala el estudio.

Impacto clínico

La enfermedad de ojo seco reviste "una indudable importancia, tanto por su frecuencia como por su impacto clínico" y en la calidad de vida. Sin embargo, el especialista considera que no recibe la atención adecuada. "Una persona que padece ojo seco grave tiene la misma mala calidad de vida que, por ejemplo, un paciente que sufre una angina de pecho grave", ha señalado Benítez del Castillo. “Generalmente, son pacientes incomprendidos por los propios médicos, al tiempo que esta enfermedad no es valorada como importante por parte de las autoridades sanitarias”, apunta el actual presidente de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) y de la Sociedad Española de Superficie Ocular (SESOC).

La mayor prevalencia en mujeres puede tener su origen, según explica Benítez del Castillo, "en razones hormonales, con trabajos específicos que refieren prevalencia de hasta el 68% en mujeres postmenopáusicas". No obstante, prosigue, "se descarta la relación de la EOS con la terapia hormonal sustitutiva, pero sí que se ha evidenciado en otros estudios una asociación directa con el uso de cosméticos, cuyos compuestos pueden producir ojo seco per se y a través de blefaritis.

Un dato adicional "importante" derivado de la encuesta evidencia que, del total de encuestados, 12,3% refirieron haber sido diagnosticados de EOS por un médico, lo que contrasta con la mayor prevalencia encontrada en este estudio. Entre los jóvenes de entre 18 a 30 años la prevalencia usando criterios del BES fue del 30% y, sin embargo, solo el 5,7% habían sido diagnosticados, lo que da la idea de la tasa de infradiagnóstico en este grupo.

Uso de pantallas

Benítez del Castillo considera que este dato plantea "una clara necesidad" de aumentar la atención hacia esta enfermedad, con una mayor y más eficaz prevención, diagnóstico y tratamiento. Pone el foco en los jóvenes, con una elevada utilización de pantallas y dispositivos móviles y, con ello, una reducción del parpadeo y correcta lubricación lagrimal de la superficie ocular. El estudio parte de la edad de corte de 18 años pero, según el experto, "ya vemos en las consultas casos de niños que, con edades de 12 a 15 años, comienzan con sintomatología de ojo seco por uso excesivo de pantallas".

Respecto al uso de pantallas, este estudio transversal arroja resultados "aparentemente curiosos, pero justificados". En personas con menos uso de pantallas se encontró más diagnóstico de EOS, mientras que el uso superior a 6 h/día de estos dispositivos se asoció a menor diagnóstico de esta enfermedad.

Según el doctor Benítez del Castillo, "los resultados pueden parecer paradójicos, pero tienen una explicación lógica: cuando el paciente tiene ojo muy seco y está muy afectado, usa menos la pantalla; es decir, como ya es consciente de que mirar la pantalla le va a producir sequedad ocular, porque parpadea menos, tiende a utilizar menos los dispositivos".

El estudio detecta, finalmente y entre otros, cuatro factores de riesgo principales implicados en la aparición de ojo seco: la diabetes, la cirugía ocular, el tratamiento del glaucoma y la blefaritis han sido reportados como más frecuentes entre los individuos que dicen estar diagnosticados de ojo seco.