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"Solo se habla de esto": Sabadell, paralizada por el apagón eléctrico

Comercios cerrados, semáforos apagados y calles llenas de vecinos marcan una jornada insólita en Sabadell

El apagón eléctrico deja totalmente parado el metro de Barcelona y semáforos apagados

Trabajadores del centro de Sabadell en la calle

Trabajadores del centro de Sabadell en la calle / Cedida

Clàudia Mas

Clàudia Mas

Sabadell
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Sabadell (Vallès Occidental, Barcelona) también se ha visto duramente afectada por el apagón eléctrico que este lunes ha dejado sin suministro a buena parte del territorio español. La ciudad vive escenas de desconcierto y parálisis, con negocios cerrados, calles colapsadas y vecinos desorientados ante la inesperada caída de la red eléctrica.

Desde este lunes al mediodía, los semáforos han dejado de funcionar en los principales cruces de la ciudad, generando situaciones de tráfico caóticas, especialmente en puntos neurálgicos como el cruce de la Gran Via, donde coches, motos y peatones tratan de cruzar sin señalización, en medio de un clima de confusión.

El Ayuntamiento de Sabadell ha confirmado la incidencia y ha pedido a la ciudadanía extremar las precauciones, especialmente en los desplazamientos por la vía pública. En un comunicado, el consistorio ha informado de que los servicios de emergencia están en alerta y trabajan para minimizar las consecuencias del apagón.

"La situación es un auténtico parón. Desde el balcón he oído a un señor decir que no había luz en muchas ciudades y que había habido un apagón. De repente he visto que no funcionaba nada, ni internet ni la luz en casa", relataba una vecina del centro de Sabadell, todavía sorprendida por la magnitud de la avería.

La falta de electricidad ha obligado a interrumpir la actividad en numerosos comercios, gimnasios, farmacias e inmobiliarias. Trabajadores y clientes han salido a la calle, esperando en las puertas de los establecimientos a que la situación se normalice. "En nuestro gimnasio y en la farmacia de al lado, todo el mundo ha salido fuera. No funciona nada, estamos todos esperando a ver qué pasa", explicaba una trabajadora.

Con el paso de los minutos, la vida en las calles ha ido cobrando un inusual protagonismo: para ser un lunes al mediodía, la afluencia de personas en la vía pública es notablemente mayor de lo habitual. Muchos vecinos aprovechan para intercambiar impresiones, buscar información o simplemente observar una ciudad detenida, donde la electricidad, la conectividad y la rutina diaria han quedado en suspenso.