Los Defensores de la Ciudadanía critican la falta de información sobre la nueva tasa de residuos en municipios del Vallès

Entre los quebraderos de cabeza que ha ocasionado en la región metropolitana de Barcelona la irrupción de una nueva tasa de residuos, la irritación de los vecinos de las ciudades del Vallès ha cobrado protagonismo. Los ciudadanos no comprendieron semanas atrás por qué de pronto les llegaban dos recibos, uno de su consistorio por la recogida de los residuos y otro del Consell Comarcal del Vallès Occidental (CCVO) por el tratamiento de los mismos. Muestra de ello fueron los centenares de quejas en municipios como Sabadell, Terrassa o Rubí, que incluso llegaron a cristalizar en movilizaciones o recogidas de firmas.

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Pese a que, después de explicaciones de las administraciones, la tensión se ha rebajado y el cobro de la tasa transcurre con normalidad, el poso de crispación ha llegado a los correspondientes Defensores de la Ciudadanía locales, que en algún caso incluso han llegado a remitir sus actuaciones a la Síndica de Greuges de Catalunya, Esther Giménez-Salinas. Consultados por EL PERIÓDICO, los síndicos coinciden en criticar la falta de información y transparencia de las administraciones públicas a la hora de comunicar por pormenores del tributo a los vecinos.

“No cuestionamos la obligatoriedad del pago, sino las formas en las que se ha gestionado y comunicado”, afirma el Síndic de Greuges de Sabadell, Josep Escartín. En la misma línea, el Defensor de Rubí, Carles Aluju, asume también haber recibido quejas ciudadanas sobre "el malestar y el desconcierto por la nueva tasa, así como por cuestiones relacionadas con suelo rústico y uso comercial”.

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Aluju, de hecho, ha remitido las consultas vecinales a la Síndica de Greuges de Catalunya por tal de recibir “asesoramiento externo”, y asegura que se compromete a abrir una actuación de oficio en Rubí en relación con la tasa cuando reciba respuesta de la Defensora catalana. Consultadas por este diario, fuentes de la oficina de la Síndica de Catalunya, Giménez-Salinas, confirman estar estudiando el asunto a raíz de que los síndicos del Vallès les pusieran sobre la pista: el de Rubí remitiendo sus actuaciones y el de Sabadell redirigiendo a la ciudadanía con inquietudes. Según datos de la Sindicatura de Greuges de Catalunya, consultables en la siguiente tabla, las comarcas catalanas con quejas y consultas en torno a la tasa son el Alt Urgell y el Vallès Occidental.

Un nuevo recibo por el tratamiento de residuos

A diferencia de las ciudades del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), donde el ente ya repercutía sobre la ciudadanía el coste del tratamiento de residuos —en la factura del agua— a través de la Taxa Metropolitana de Tractament de Residus (TMTR), la novedad en los municipios del Vallès es que, a raíz de la nueva regulación, el Consell Comarcal ha empezado a cobrar en un nuevo recibo el tratamiento de los desechos. Esta factura se ha sumado a otra de cada ayuntamiento sobre la recogida de esos residuos, lo que ha generado en la ciudadanía una sensación de 'duplicidad de la tasa', cuando en realidad se trata de la misma tasa fragmentada en dos recibos, uno para cada una de las actividades incluidas en el gravamen.

La falta de transparencia sobre este esquema tributario es lo que critican los Defensores de la Ciudadanía. Sin ir más lejos, la actuación de oficio del Síndic de Sabadell rubrica que “la falta de diligencia de las administraciones implicadas ha vulnerado los derechos de la ciudadanía, al no informar adecuadamente sobre la gestión de las notificaciones y los plazos de recaudación de la tasa”. Según datos de la Sindicatura de Greuges de Catalunya, el 46,8% de las quejas sobre la tasa están relacionadas con la recaudación, seguidas por la gestión (18,5%), tal y como puede consultarse en el siguiente gráfico.

Según datos facilitados por el CCVO, el ente ha atendido 6.050 consultas entre el 16 de mayo y el 19 de septiembre, de las que, según confirma el Ayuntamiento de Terrassa, 3.000 provienen de la ciudad egarense. A pesar de las quejas, el 83% de los vecinos de estos municipios ya han pagado la tasa relativa al tratamiento de los residuos, señalan fuentes del CCVO. 

A ojos de Escartín, "la falta de información es la causa principal de las quejas". El síndico agrega que “los vecinos del Vallès recibieron cartas del Consell Comarcal, un remitente con el que no estaban familiarizados, lo que provocó confusión, ya que se pensaba que se trataba de la tasa de recogida de residuos”.

Se duplica la tasa

Este diario ha recabado de la ciudadanía diversos recibos para observar cómo se efectúan los cobros del tratamiento de la tasa de residuos. Una vivienda de Sabadell en la que conviven dos personas, en 2023, pagaron 122,69 euros por la tasa de prestación del servicio de gestión de residuos del Ayuntamiento. En cambio, en 2024, además de pagar esta tasa municipal de  En cambio, en 2024, además de pagar la tasa municipal de 140,46 euros (en 2024 se incrementaron en la ciudad vallesana un 15% todos los impuestos) recibieron otro recibo proviniente de la del CCVO con un valor similar: 122,14 euros más por la tasa del tratamiento de residuos. Las cifras muestran como en Sabadell - concretamente este domicilio - han pagado el doble por la gestión y tratamiento de residuos en 2024 en comparación al año anterior.

Otro de los recibos corresponde a un domicilio en Rubí, donde una familia de cuatro residentes pagó en 2023 92,07 euros por la tasa municipal de gestión de residuos domésticos, con una bonificación del 20 % por autocompostaje. En 2024, esta tasa se incrementó hasta los 122,34 euros y además recibieron la tasa comarcal de tratamiento de residuos, con un importe de 70,46 euros, por lo que en este domicilio de Rubí pagan en 2024 por residuos un total de 162,53 euros (104 euros más que el año anterior).

Por su parte, fuentes del Ayuntamiento de Rubí explican a este diario que "el consistorio se ha visto obligado a encarecer el precio del recibo de la recogida de basura debido a que la actual regulación europea obliga a los ayuntamientos a ajustar esta tasa a una tarifa que cubra el coste real de la prestación del servicio". En este sentido, la tasa de recogida de residuos para una familia de cuatro personas, en promedio, se incrementará en 38 euros anuales, pasando de 115,09 a 152,92 euros, a lo que se debe sumar la tasa del CCVO, confirman desde el mismo consistorio.

Por su parte, Benja Anglès, profesor de Derecho Financiero y Tributario en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ya advierte que "muchos recibos" llegarán a los tribunales: "Los Ayuntamientos están subiendo las cuotas con la excusa de que los nuevos sistemas de recogida deben tener en cuenta el 'pago por generación' y olvidan que el objetivo de la ley es aumentar el reciclaje y premiar a los contribuyentes que más reciclen. De manera que muchas ordenanzas y recibos acabarán ante los tribunales"

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“Necesitamos una oficina de información”

Otro de los síndicos del Vallès implicados es el de Terrassa, Mustapha Ben El Fasi. El defensor ciudadano reclama abrir una oficina de información para consultas, concretamente una Oficina de información de la tasa comarcal de tratamiento de residuos en la ciudad: “Los vecinos afectados no sabían dónde ir a preguntrar”, asegura Ben El Fasi. También exige una mejora de las infraestructuras de compostaje y reciclaje.

Desde el CCVO insisten en que la ciudadanía “ha sido informada desde octubre de 2023" con diferentes acciones tanto desde los ayuntamientos como desde el propio organismo supramunicipal, poniendo a disposición materiales, reuniones con grupos de interés —como asociaciones de vecinos, patronales, cámaras—, la puesta en marcha de una página web y la edición de materiales y cartas informativas en los domicilios y establecimientos comerciales.

De todos modos, comentan fuentes del Consell, está previsto incrementar la información para próximos ejercicios, así como también incidir sobre la sensibilización en torno a la gestión de residuos y reciclaje. Además, desde el CCVO apuntan a que la tasa sí que se podrá fraccionar en 2025 si supera los 100 euros de recibo, una carencia que también había sido objeto de quejas ciudadanas en los últimos meses.

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