Sabadell ante las municipales: la pugna entre PSC y ERC para seducir a potenciales aliados

La composición del Pleno

El PSC recuperó en 2019 la alcaldía en Sabadell, quinta ciudad más poblada de Catalunya, tras perderla a manos de un gobierno cuatripartito compuesto por ERC, la Crida, Unitat pel Canvi y Guanyem en 2015. En aquellos comicios, los socialistas fueron la lista más votada por la mínima (339 votos más que Unitat pel Canvi, una ramificación del espacio político de los 'comuns') pero perdieron 8 concejales con respecto a las municipales de 2011, registrando así los peores resultados de su historia en la cocapital vallesana.

En 2015, al PSC le pasó factura la explosión hace ahora 10 años del ‘Caso Mercuri’, el cual implicó, entre otros, al entonces alcalde Manuel Bustos (PSC), quien entró en prisión por tráfico de influencias en enero de 2022. No obstante, parte de los sabadellenses devolvieron la confianza al PSC en 2019, lo que le permitió obtener 10 concejales, insuficientes para la mayoría absoluta de 14 ediles -los socialistas sólo la han lograda una vez (con Bustos en 2003)-, pero el doble de lo que el PSC sumó en 2015.

Sabadell también fue paradigma de la división de los grupos a la izquierda del PSC y uno de los primeros grandes municipios donde Podem y En Comú anunciaron que irían en listas separadas. En 2019, el espacio de los ‘comuns’ sólo logró 1 concejala, pero sumando los votos de Podem, Sabadell En Comú y 100% Sabadell, las tres listas más representativas de este espacio político, hubieran sido la tercera fuerza más votada, sólo por detrás de PSC y ERC.

La actual alcaldesa de Sabadell es Marta Farrés (PSC), quien entre 2006 y 2015, en la etapa Bustos, ya fue concejala del Ayuntamiento de Sabadell. Farrés lidera un gobierno en minoría con 11 regidores, en el que se incluye a la concejala no adscrita Marta Morell (exPodem). El resto del Pleno lo componen ERC (7 ediles), Crida (3), Ciutadans (3) y Junts (3).

En las municipales de 2019 votaron en Sabadell un total de 96.776 personas, dato que registró una participación del 62,55% en un censo total de 154.721 votantes.

Las claves del mandato 2019-2023

Tras las municipales de 2019, ERC y la Crida trataron de formar un gobierno alternativo al del PSC sumando a los concejales de Junts y a la entonces edil de Podem Marta Morell, con la idea de conformar un nuevo ejecutivo cuatripartito, pero la iniciativa no prosperó.

Así, ERC y la Crida, diferenciados del espacio ‘comuns’ por sus postulados independentistas, mantienen un pulso constante con el Gobierno municipal, con el que se muestran muy críticos, pero también con Junts, grupo que, aunque no tiene concejales en el ejecutivo, sí que cuenta con dos asesores en el Gobierno y ha dado apoyo a Farrés pactando y aprobando ordenanzas y presupuestos, entre otros proyectos de ciudad.

Desde la Crida trataron de retomar la idea de un gobierno cuatripartito a mitad de mandato, cuando la entonces portavoz de Junts en Sabadell, Lourdes Ciuró, dejó su silla en el consistorio para ocupar la cartera de Justícia en el Govern de la Generalitat, pero, de nuevo, la idea no tuvo recorrido.

Mientras que la Crida tanteaba a los demás grupos para una posible moción de censura a Farrés, Podem expulsó del partido a Marta Morell por supuestas irregularidades en la confección de las listas de las últimas elecciones municipales. Pese a ello, Morell se ha mantenido como segunda teniente de alcaldesa y ha anunciado que se presentará a las municipales de 2023 con su propia marca: Sentim Sabadell. De hecho, durante los primeros meses de mandato, Morell ya había sido foco de polémica después de que el PSC fichara como asesor a Juanjo Cáceres, su pareja, en la Diputació de Barcelona, hecho que desde ERC señalaron como un posible “pago del PSC a Podem en forma de contratación” por el voto favorable de Morell a la alcaldía de Farrés.

En la línea de otras ciudades, la pandemia del covid y la crisis económica derivada de ella han condicionado el mandato. En julio de 2020, la alcaldesa Farrés ya cifraba en 22 millones de euros el impacto de la pandemia en las arcas municipales, lo que suponía un 10% del presupuesto. Pese a ello, algunos de los grandes proyectos de ciudad han empezado a rodar, como la llegada de la primera residencia pública de la ciudad. Así, Sabadell también ha sido elegida como Capital de la Cultura catalana en 2024.

 El tablero político de cara al 2023

A menos de un año para las municipales, los dos partidos más votados en 2019, PSC y ERC, son los mejores posicionados en la casilla de salida, si bien ambos ven lejos la mayoría absoluta y confían en que la aritmética les permita seducir a aliados y sumar apoyos para gobernar en Sabadell.

Entre los potenciales aliados de los socialistas se encuentra paradójicamente Junts, con los que, a pesar de las plausibles diferencias tanto en el eje ideológico como identitario, ya han demostrado buen entendimiento durante el mandato y con los que, de hecho, llevan desde 2019 gobernando en coalición en la Diputació de BCN.

El otro potencial aliado socialista Sabadell En Comú Podem, espacio que se ha reunificado con el objetivo de recuperar el terreno perdido en 2019 y que ha situado al frente a Joan Mena, un candidato conocido y con liderazgo en la ciudad.

Por su parte, ERC sabe que puede contar con el apoyo de la Crida, que aspira a formar un gobierno a la izquierda del PSC. Además, ERC se propone convencer a los mismos grupos que el PSC. Con los ‘comuns’, los republicanos ya gobernaron durante el mandato 2015-2019 y con la expulsión de Morell de Podem se abre la puerta a retomar la alianza, a pesar de que Mena ha destacado como figura crítica del ‘Procés’. Con Junts, a pesar de las diferencias durante el presente mandato, les sigue uniendo el eje nacional y, si la aritmética lo permite, los republicanos podrían explorar un gobierno municipal independentista.

En esta ocasión, la división de las izquierdas de 2019 se trasladará a las derechas, eje donde la repartición del voto dificultará que las formaciones conservadoras obtengan el mínimo del 5% de los votos para obtener representación en una ciudad tradicionalmente de izquierdas (el alcalde más longevo -de 1979 a 1999- fue Antoni Farrés, del PSUC y, posteriormente, de ICV). En ese sentido, en la tónica catalana y estatal, Vox y PPaspiran a absorber el espacio de Ciutadans, que pugnará por que su marca local no desaparezca.