Reivindicaciones

Jóvenes extutelados crean una asociación para comunicarse directamente con las administraciones

La nueva entidad busca superar muros sociales y ser un espacio de debate y reflexión

El concejal de Acción Social de Sabadell, Gabriel Fernàndez, clausura el acto de presentación de la UJEC.

El concejal de Acción Social de Sabadell, Gabriel Fernàndez, clausura el acto de presentación de la UJEC. / periodico

ACN

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Jóvenes extutelados de Catalunya se unen en una asociación para trasladar a las administraciones las dificultades y reivindicaciones que tienen en el camino de emancipación y hacia la edad adulta, así como para luchar contra las etiquetas que muchas veces la sociedad les pone. La Unión de Jóvenes Extutelados de Catalunya (UJEC), que se constituyó a mediados de abril con sede en Sabadell, tiene como principales objetivos mejorar la calidad de vida de estos jóvenes, “normalizar” la realidad de este colectivo, erigirse como un interlocutor directo con las administraciones y ser un espacio de encuentro, debate y reflexión.

“Pedimos a la sociedad que enfoque la parte más positiva del colectivo. Vivir en un centro de menores no quiere decir que hayamos hecho nada malo. Se debe cambiar la pregunta de ‘¿qué has hecho?’ por ‘¿qué ha pasado?’”, señala el presidente de la UJEC, Giyaur Rahman.

Estos jóvenes extutelados quieren tener voz propia y hablar “directamente” con las administraciones, en vez que otros agentes lo hagan en su nombre. “Como jóvenes extutelados queremos poder llamar a la puerta de las administraciones y pedirles apoyo o darles nuestra opinión”, afirma Rahman.

La iniciativa de constituir esta asociación surgió a partir de las experiencias de jóvenes que habían sido tutelado y de las dificultades que se encuentran en el camino de emancipación. “Los recursos de los que disponemos como jóvenes extutelados son muy limitados. El ámbito donde estamos más perjudicados es el residencial”, destaca el presidente, quien añade que “la asociación se constituye para darnos apoyo entre nosotros y también a los jóvenes que vendrán, que quizás tendrán más dificultades por las estructuras sociales o la crisis política actuales”. “Si nos cortan las alas cuando ya somos mayores de edad, no podemos volar. Lo que nosotros queremos es volar y formar parte de la sociedad con normalidad”.

Estos jóvenes saben que la lucha “más difícil” será probablemente la de romper los estereotipos. “Generalmente, cuando dices que vives en un centro de menores, se produce un rechazo o una distancia. Y a veces los jóvenes no expresan que viven en un centro para evitar que la sociedad los estereotipe”, afirma Rahman, que asegura también que “la sociedad deberá hacer un ejercicio muy grande para normalizar este contexto”.  

La asociación ha avanzado ya algunas de las iniciativas que quiere poner en marcha, como una exposición de experiencias de jóvenes extutelados, un proyecto de sensibilización que impulsarán a partir de septiembre y varias actividades para el 20 de noviembre, Día Universal de la Infancia.

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