Sin salir de la comarca

El pueblo a solo 30 minutos de Rubí ideal para una escapada de naturaleza sin salir del Vallès

Este pequeño pueblo es el punto de inicio de variadas excursiones con vistas de lujo a Montserrat

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Mas Farreres , una de las masías históricas de Rellinars

Mas Farreres , una de las masías históricas de Rellinars / SALVADOR REDO

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El Vallès Occidental puede presumir de una rica vida cotidiana a pesar de la cercanía con Barcelona: hacer vida sin salir de la comarca es relativamente factible para la mayoría de ciudadanos. Grandes ciudades como Terrassa y Sabadell ofrecen amplias oportunidades laborales y muy cerca de estos cascos urbanos, el parque natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac ofrece un sinfín de actividades. Por eso, habitantes de las dos capitales históricamente rivales ya hace años que disfrutan de otras localidades y áreas vallesanas en su tiempo libre. Por ejemplo muchos vecinos de Rubí conocen de primera mano alguno de los pueblos rurales con encanto que tienen cerca, como Rellinars.

A tan solo 30 minutos en coche de Rubí, este municipio de 922 habitantes ofrece toda la tranquilidad que le falta a las ciudades del sur de la comarca. El núcleo urbano del pueblo está en el fondo del valle de Rellinars, cosa que lo convierte en un lugar de inicio ideal para infinidad de excursiones.

Entre las más recomendables, la ruta de 'La pedra seca', un sencillo recorrido de unos 4.200 metros que nos pasea por el pasado vitivinícola de la localidad. La ruta pasa por alguna de sus masías más emblemáticas, como la de Gibert de Baix y la de las Farreres, además de múltiples barracas que los agricultores usaban en sus viñas. Los campesinos de Rellinars cultivaron la vid hasta los años 50, cuando, después del estrago inicial de la plaga de la filoxera, una gran helada destrozó los huertos.

Otra ruta muy recomendable es la de 'Les fonts'. Las fuentes de agua natural y las rieras y torrentes de Rellinars han sido uno de los principales reclamos turísticos del pueblo desde hace décadas. La ruta nos vuelve a llevar por diferentes barracas de viña, algunas datan incluso del siglo XV, y por todas las fuentes repartidas por el territorio municipal. Ambas rutas, además, cuentan con vistas espectaculares a Montserrat.

Patrimonio y turismo

Rellinars es uno de esos pocos pueblos donde el tiempo parece haberse detenido, por eso muchos de sus edificios más importantes son de época medieval. La antigua iglesia de Sant Pere y Sant Fermí, por ejemplo, se construyó en parte en la etapa prerrománica. Mucho más tardío, pero también testimonio de otra época, es el enorme Molí de la Fàbrica, en las afueras del núcleo.

Los rubinenses atraídos por el pueblo que quieran vivir su historia de primera mano pueden alargar la escapada pernoctando en alguno de los alojamientos del lugar. Por ejemplo la Masia CasaJoana, una gran casa rústica que data del 1358 y que hasta el siglo XX había dedicado sus tierras, cómo no, al conreo de viñas. Quien quiera comer en este pequeño pueblo también cuenta con varias opciones. Una de ellas es el restaurante bar Rellinars, situado en un curioso edificio decorado con azulejos de diferentes formas y colores, que le han dado el sobrenombre de Cal Paleta.