El tirador que quería matar a Pedro Sánchez alardeaba de armas con su entorno próximo

El entorno próximo de Manuel Murillo, el tirador que quería atentar contra Pedro Sánchez, sabía que almacenaba varias armas en su domicilio de Terrassa. De hecho, solía mostrarlas y alardear de ellas entre sus conocidos.

Aunque pasaba desapercibido en el barrio de Vallparadís, Murillo, de 63 años e hijo del último alcalde franquista de Rubí, su ciudad natal, solía reunirse a menudo con un grupo de vecinos en el Bar Campus, un local de la calle Violinista Vellsola cercano a su domicilio particular.

Xavi, el dueño del local, en conversaciones con EL PERIÓDICO, asegura que todo el que le conocía sabía de su afición por las armas y su asiduidad al Club de Tir Terrassa. “Que tenía armas lo sabía perfectamente, lo sabíamos todos; es un amante de las armas, le encantan, pero no las usaría nunca para algo así", afirma.

Había fabricado varias cerbatanas

De hecho, habituales del lugar aseguran que había aparecido en más de una ocasión con algunas de estas armas y que no las escondía: “No es ningún secreto: en este barrio hay mucha policía y él venía aquí con su pistola en su funda o decía ‘vengo de disparar un rato hoy’. Tenía licencia de armas, podía tenerlas”.

Tal era su afición que incluso había fabricado él mismo varias cerbatanas. “Es ingeniero, no es ningún tonto”, asegura el dueño del bar terrasense, lo que podría explicar su capacidad para manipular algunas de sus armas. “No sé de dónde las sacaba o si eran ilegales o no, pero él tenía idea”, afirma Xavi.

En el interior de su casa, los Mossos localizaron pistolas, subfusiles –algunos manipulados para poder ametrallar- e incluso rifles, uno de ellos con capacidad para alcanzar un objetivo situado a 2 kilómetros de distancia gracias a una mira telescópica.

Entorno familiar

Varios vecinos consultados por este diario a pie de calle coinciden en calificar a Murillo como “una persona rara”, incluso “desequilibrada”. “Yo siempre he dicho que no rige muy bien”, apunta un vecino y dueño de un negocio cercano a su domicilio. Algo que dicen también de su entorno familiar más cercano.

En su barrio, casi nadie conocía la detención de Manuel Murillo

Su madre y su hermana mayor, con las que convive en su piso de Terrassa, son conocidas por los vecinos también por protagonizar varias escenas en la zona. Especialmente su hermana, quien, aseguran, suele pasearse por el barrio chillando, hablando sola e insultando a los transeúntes.

Sin embargo, prácticamente nadie sabía nada ni conocía la detención de Murillo. Aunque se extrañaron de no verle durante un tiempo, no ha sido hasta que el caso ha salido en los medios de comunicación que han sido conscientes de a qué se debía su ausencia.

De hecho, muchos de sus vecinos no sabían que se trataba de un residente del barrio, ni siquiera algunos de los que compartían acera con él, que se enteraban del caso por la presencia de la prensa y que niegan haberlo visto por el barrio o haberse relacionado con él.

Sin afiliación política

Aunque le conoce desde hace más de 10 años y comparten amistad, el dueño del bar cercano al domicilio de Murillo asegura no conocer si simpatizaba con Vox –cuya coordinadora territorial hizo saltar las alarmas- u otra fuerza política. “No había comentado nada de Pedro Sánchez; de política hablaba poco, siempre hablaba de su trabajo o de otras cosas”.

Aunque conocen de su ideología y su posicionamiento franquista, sus vecinos dicen no creer capaz a Murillo de cometer una acción como la que se le acusa y aseguran que es una persona “muy noble” y que la noticia les ha “chocado”.

“Pienso que es muy tonto y que se le va la fuerza por la boca, incluso yo llegué a tener alguna trifulca con él. Tiene cosas raras, pero no creo que sea un 'lobo solitario', más bien un tonto solitario”, asegura el dueño del negocio.

Más noticias de Rubí en la edición local de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA

Más noticias de Terrassa en la edición local de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA