Rubí apuesta por la gratuidad del bus urbano para reducir el uso del coche

El Ayuntamiento de Rubí se ha marcado como objetivo que en la segunda mitad del 2019, o a principios del 2020 como tarde, la ciudad disponga de un sistema de bus urbano gratuito y universal. Así lo ha expuesto la alcaldesa del municipio, Ana María Martínez, que ha afirmado estar "trabajando para cerrar las condiciones del pliego de cláusulas" del nuevo contrato del servicio de autobús.

Martínez, que ha presumido de abanderar la primera propuesta en este sentido de toda Catalunya, ha explicado que las razones para poner en marcha la política, que se financiará con el incremento de ingresos que en el 2020 recibirá el municipio por haber superado los 75.000 habitantes, son dos. La primera, la sostenibilidad: "La mayor utilización del bus hará que el coche privado se use menos y tengamos espacios públicos libres de emisión de gases", ha sugerido Martínez.

La segunda, derivada de la primera, que la menor utilización del coche privado reduciría asimismo "los dolores de cabeza" -ha apuntado la alcaldesa- que da el aparcamiento en Rubí, donde es el aspecto peor valorado por la ciudadanía con un 3,49 sobre 10, según el último estudio de satisfacción ciudadana de mayo del 2017.

La referencia de Tallin

Aunque la gratuidad del transporte público es un modelo insólito en Catalunya, sí hay referencias europeas como la de Tallin (Estonia) que permiten valorar la experiencia. Según 'Ecomovilidad.net', el transporte gratuito no hizo que la gente dejara sus coches para subirse al bus en la capital europea. De hecho, un estudio del Real Instituto de Tecnología de Suecia concluyó que la gratuidad del servicio contribuyó a elevar un exiguo 1,2% el número de viajeros.

En el mencionado portal especializado concluyen que, cuando el transporte público es gratuito, se produce un reequilibrio: algunos ciudadanos pasan a usar el bus porque es gratis, pero otros, ante la menor posibilidad de encontrar atascos o dificultades para aparcar, deciden asumir el gasto del automóvil a cambio de viajar más rápido y de forma más cómoda. "El factor precio no es determinante en la elección del automóvil como medio de transporte, teniendo mucho más peso razones como el tiempo de viaje o la comodidad. Eliminar el coste del transporte público no modifica la elección modal del usuario: resulta más efectivo penalizar el uso del coche que regalar el transporte público". 

Por otra parte, conviene tener en cuenta la posible bajada del confort del transporte público debido al incremento de usuarios. Sobre este extremo, Ana María Martínez no ha confirmado si en Rubí se añadirán nuevas líneas, pero sí ha advertido de que "en principio no habrá cambios" en las existentes. Ante la bajada del confort del transporte gratuito, "los viajeros no pueden reclamar nada puesto que carecen de la relación contractual del servicio: el billete", apuntan en 'Ecomovilidad.net'.

La medida jugará su papel en la campaña de las municipales

En cuanto al importe que el Ayuntamiento de Rubí deberá invertir para sostener la gratuidad del servicio, la alcaldesa ha estimado que se tratará de unos "700 u 800.000 euros" -provenientes, como se ha dicho, del incremento de subvención por parte del Estado-, que se sumarían a la cantidad presupuestada actualmente para movilidad en la ciudad (608.500 euros en 2017, según datos del propio consistorio).

Dado que se prevé que la medida no esté lista hasta la segunda mitad del 2019 o principios del 2020, se estima que se pondrá en marcha una vez pasadas las elecciones municipales de junio del 2019 y, por lo tanto, jugará su papel en la campaña electoral.

"En especial, pensamos que la gratuidad del bus repercutirá favorablemente a dos colectivos: al de los estudiantes, que lo utilizan para ir a la universidad, y a la personas mayores, a quienes facilitará la movilidad por la ciudad, además de a aquellas personas que tienen problemas para acceder a los comercios locales", ha concluído la alcaldesa de Rubí.

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