«Confío en mi producto pero venderlo no es fácil»

En el último año, Víctor González ha aprendido unas cuantas lecciones. La principal, quizá, que para ser empresario no es suficiente con tener una buena idea, también hay que saber los trucos para explotar un negocio. Después de dejar atrás sus años en los seguros y renunciar a su formación como radiólogo, en el 2013 empezó a fabricar gafas artesanales de madera, que vendía directamente a través de su web: Feel-wood. En este año no le han faltado los encargos y no ha parado de elaborar gafas, pero el volumen de producción no le da aún para sobrevivir y ha tenido que recurrir a otro trabajo alternativo como monitor de patinaje. «Me iría bien que alguien se encargara de la parte comercial, que es lo que menos controlo. Confío en mi producto, pero venderlo no es fácil, y no hay ayudas».