Rubí, la práctica del 'sí se puede'

DANIEL PÉREZ

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El municipio barcelonés de Rubí (Vallès Occidental, 74 000 habitantes) está demostrando de forma concreta que otro modelo energético es posible. A pesar de que las competencias municipales en materia de energía son relativamente limitadas, el Ayuntamiento ha impulsado el proyecto Rubí Brilla, apoyado por las instituciones catalanas y europeas, con el objetivo de promover el ahorro energético y el uso de las energías renovables. En él se establecen cinco ámbitos de actuación: municipal, industrial, comercial, doméstico e internacional.

A nivel municipal, el Ayuntamiento de Rubí ha decidido que en el concurso para contratar el suministro de energía otorgará más puntos a medida que incremente el porcentaje de producción mediante energías renovables. Este mecanismo hizo que la empresa ganadora del concurso fuera la que ofrecía el 100 % de la producción limpia. Además, en las escuelas se ha puesto en marcha el Proyecto 50/50, con el que se quiere sensibilizar sobre el consumo de energía. Entre enero y agosto de 2013 se logró un ahorro, en las once escuelas de Rubí, de 60 000 euros. El 50 % de esta cantidad se destinará directamente a los centros educativos a modo de subvención, y el 50 % restante se invierte en proyectos de mejora de la eficiencia energética en este mismo ámbito por parte del Ayuntamiento.

Otras medidas a este nivel consisten en la monitorización del 80% del consumo en los edificios municipales y en la implantación de un plan de optimización del uso de dichas infraestructuras para ahorrar dinero y energía, que permitió reducir los costes en 118 342 euros anuales durante 2012 y 2013. En materia de movilidad, el Consistorio también ha adquirido un coche y una moto 100 % eléctricos y ha construido una “fotolinera”, es decir, un punto de carga para vehículos eléctricos mediante placas fotovoltaicas. Y esto no ha hecho más que empezar: este año prevén instalar su propia minieólica de fabricación local y tener capacidad para mantener las instalaciones solares municipales.

En cuanto al ámbito industrial, el Ayuntamiento de Rubí ha firmado un convenio con la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) para colaborar en materia energética y ha celebrado numerosas reuniones técnicas con las empresas instaladas en el municipio a fin de mejorar su gestión energética. Esta iniciativa ha tenido muy buena acogida por parte de las empresas, como prueba la adhesión al proyecto de treinta de las cuarenta empresas más grandes. También en el ámbito industrial, en colaboración con el Institut Cartogràfic de Catalunya, se está realizando un estudio del potencial fotovoltaico de las cubiertas de naves industriales para fomentar la instalación de paneles solares. 

Respecto del comercio, se ha puesto en marcha el proyecto Rubí Comerç Sostenible, con ayuda de fondos europeos, consistente en evaluar los comercios desde el punto de vista de la eficiencia energética, la gestión de residuos y el producto, y en expedir unos distintivos según la puntuación obtenida (Bronce, Plata, Oro y Rubí).

Por lo que se refiere al ámbito doméstico, el proyecto Comunitat Rubí Brilla es una prueba piloto con una muestra representativa de hogares en los que se instalan aparatos de monitorización, se realizan auditorías energéticas y se usa la herramienta de gestión de energía personal Enerbyte para ahorrar energía. En este campo se ha desarrollado asimismo un proyecto contra la pobreza energética, en colaboración con los alumnos de la UPC. Finalmente, a nivel internacional la acción se enfoca sobre todo en la difusión de este nuevo modelo energético.

En definitiva, todas estas acciones concretas demuestran que otra política energética municipal es posible. No es cuestión de presupuesto; de hecho, la mayoría de las medidas no solo suponen un ahorro económico, sino que además benefician a particulares, empresas e instituciones, así como al medio ambiente. Por tanto, lo que hace falta es un equipo humano con voluntad suficiente para llevar a cabo un proyecto de estas características. Ni siquiera hay que tener la idea: basta con copiarla; algo que el municipio barcelonés seguro que vería como un logro y a lo que improbablemente se opondría. Rubí ya ha mostrado el camino. Ahora toca exigir al resto de los ayuntamientos que lo sigan.