CAMINOS DE RONDA

Panorámicas mediterráneas a pie de camino

La costa catalana se puede recorrer de punta a punta en diversos tramos de senderos señalizados

La costa catalana se puede recorrer de punta a punta en diversos tramos de senderos señalizados

La costa catalana se puede recorrer de punta a punta en diversos tramos de senderos señalizados / Shutterstock

Núria Bonet Icart

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Pinos espectaculares, rocas imposibles, refugios de pescadores, calas perdidas,... Recorrer un Camino de Ronda quiere decir disfrutar de todo esto y mucho más. Son kilómetros de senderos que dibujan el litoral mediterráneo en diversos tramos, desde el Cap de Creus hasta el Delta del Ebro. Existen algunas rutas más famosas y concurridas que otras, con mayor o menor dificultad o desnivel, más cerca o lejos de las poblaciones, pero lo que sí tienen en común es que son la atalaya más imponente y democrática que existe sobre la costa catalana. 

Estos caminos nos cuentan historias de piratas y de marinos, de pescadores naufragados y de contrabandistas. Fueron los primeros en recorrer estos Caminos de Ronda, creados para vigilar la costa y para facilitar el paso a los pescadores.

Quizás la zona más famosa y la que nos viene a la cabeza de inmediato es la Costa Brava. Y no es de extrañar, puesto que cuenta actualmente con una red de cerca de 200 kilómetros, desde Portbou hasta Blanes.

Del municipio de Portbou parte el camino de ronda situado más al norte, el GR 92, que llega hasta El Port de la Selva, en un recorrido que permite admirar acantilados y calas rocosas de gran belleza, mientras se camina cerca de los pinos del Parc Natural del Cap de Creus. Hacia el sur se suceden la bahía de Cadaqués y el golfo de Roses, con panorámicas de las Illes Medes así como del macizo montañoso del Montgrí. Pasaremos por L’Escala, Tamariu, Palamós o S’Agaró. Otro tramo parte de Sant Feliu de Guíxols y pasa por Lloret de Mar y Tossa, hasta llegar a Blanes.

La costa del Maresme cuenta con diversos tramos, como el que une Calella con Sant Pol. Y en la Costa Daurada, el Camino de Ronda une Altafulla con Tarragona, con su arena dorada y las playas calmas. Estos senderos alcanzan las Terres de l’Ebre. Rodeando el litoral se puede llegar desde L’Ametlla de Mar hasta Les Cases d’Alcanar, pasando por el Parc Natural del Delta.

CAP DE CREUS: Para los montañeros

El Camino de Ronda que conecta el Cap de Creus con Cadaqués es, quizás, uno de los más bonitos y reseñados de los 200 km que recorren la Costa Brava. Eso sí, hay que tener en cuenta sus 270 metros de desnivel en 8 km de trayecto y la poca sombra que se encuentra durante el recorrido por este paisaje rocoso. Ahora bien, sus calas desiertas permiten disfrutar de un baño en aguas cristalinas y rodeado de todo tipo de peces.

RODA DE BERÀ: Con niños

La ruta por el Camino de Ronda de Roda de Berà es una excursión perfecta para hacerla en familia, ya que se trata de un sendero de tan sólo 3 km de ida y otros 3 km de vuelta. Este tramo, que conecta la Platja Llarga con el Roc de Sant Gaietà, no tiene casi desnivel y se puede recorrer incluso con cochecito. Durante todo el camino se encuentran sombras y bancos, playas dónde darse un chapuzón y maravillosas vistas. 

EMPÚRIES: Monumental

Si escogemos el Camino de Ronda que conecta l’Escala con Sant Martí d‘Empúries tendremos un premio durante la ruta. Un tramo de este sendero pasa literalmente al lado de las ruinas greco-romanas de Empúries, dónde podremos hacer una parada para visitarlas o bien bañarnos junto al antiguo Muelle Griego. Muy cerca se encuentra también la iglesia gótica de Sant Martí d’Empúries y el modernista Hostal Empúries.

L’AMPOLLA: El más virgen

Este es uno de los tramos que más sorprenden, porque todavía se conserva salvaje y por su belleza única. Se trata del Camino de Ronda que conecta L’Ametlla de Mar con L’Ampolla, en les Terres de l’Ebre. Esta es una costa con rocas imposibles, playas de arena blanca y tramos con pasarelas de madera para seguir el camino sin alterar las dunas. De dificultad media, cuenta con 15 Km de recorrido.