Dónde salir

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Ambiente en la calle Joaquín Costa.

Ambiente en la calle Joaquín Costa. / JORDI OTIX / EPC

Òscar Broc

Òscar Broc

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Seguramente es la arteria con más trombos del Raval. La sangre circula con dificultad en Joaquín Costa, una travesía que, por la noche, se llena de obstáculos y distracciones. El alcohol, en cambio, fluye con soltura, es el combustible de una de las calles más pendencieras (y divertidas) de Ciutat Vella. Hace ya muchos años que en Joaquín Costa pasan cosas cuando se despiertan los murciélagos, y muchas de esas cosas se cuecen en los bares y coctelerías que dan cobijo a la canallesca barcelonesa. 

Porque es imposible pasearse por allí y no dejarse caer en la barra del Negroni Cocktail Bar (Joaquín Costa, 46), una veterana coctelería que siempre ha estado orientada hacia la excelencia etílica. El nombre no es gratuito; su Negroni es antológico y un reclamo irresistible, No obstante, en este bar, todos los palos de la coctelería clásica se tocan con maestría. Y no faltan creaciones de autor para los que buscan tragos más livianos. Pidas lo que pidas, mucho tiento: la calidad de esta coctelería es inversamente proporcional a las posibilidades que tienes de llegar a casa a una hora prudente. 

Mi segunda barra favorita de Joaquín Costa es Bareto Olímpic (Joaquín Costa, 25), un híbrido imposible entre bar de viejo y coctelería top, un choque de trenes que funciona a las mil maravillas. Por algo es una de las trincheras favoritas de los modernos de la zona. En Olímpic Bareto puedes sorber las primeras cañitas de la tarde (2 x 3 hasta las 22h), darle algo de vida a la pre-cena o armarte para una noche de fiesta larga, larga. Y lo harás en un clásico rehabilitado del Raval que vive una nueva etapa marcada por sus cócteles divertidos, frescos, con chispa, sus guiños al bebercio popular, y su insuperable ambientazo, alentado por una selección musical impecable. 

Si necesitas aislarte en una burbuja de fantasía, La Cobra Bar (Joaquín Costa, 47) te espera con los colmillos abiertos, pero su fantasía es negra, gótica, pelín macabra. Este bar es como un pastiche de todas las pelis de terror de serie B que has visto. En este catacumba llena de objetos y figuras inquietantes es preciso atemperar los nervios con ingentes cantidades de alcohol, ya sea en forma de absenta o en formato cóctel (recuerdo un Moscow Mule bastante efectivo).

La Cobra Bar.

La Cobra Bar. / ELISENDA PONS / EPC

Hay pocos bares en Barcelona con tanta energía espectral acumulada. Además, suelen ocurrir cositas, desde exposiciones, ¡hasta exhibiciones de shibari! Un bar que solo podía estar en Joaquín Costa, la mejor calle para perderlo todo: las llaves, la inocencia, la sobriedad, los papeles o el mal humor. Algunos lo llaman terapia.