Amaneceres inmersivos

Hasta 400 personas se reúnen para ver amanecer con cascos luminosos en la Barceloneta

Show Up, se llama este ‘breathwork’ de masas en Barcelona. Amaneceres inmersivos. ¿Lo próximo? ‘Silent discos’. Fiestas silenciosas. Quieren poner a bailar a mil personas en la playa aún con las legañas

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Un momento de la última sesión de Show Up con cascos inalámbricos en la playa de Sant Sebastià.

Un momento de la última sesión de Show Up con cascos inalámbricos en la playa de Sant Sebastià. / Marc Asensio Clupes / EPC

Ana Sánchez

Ana Sánchez

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No sabes si decir buenas noches o buenos días. Aún no ha amanecido, no son ni las 6. Por la calle solo hay gente con legañas y andares a lo ‘walking dead’. Hasta que llegas a la Barceloneta. A las 6.20 se va formando una multitud sonriente delante del mar aún en penumbra. 40 personas, 60, 80. Un tipo va repartiendo cascos luminosos a pie de arena. Suena una kora de fondo, ese arpa-laúd africano. Solo falta una radio a pilas para completar el ambiente de apagón apocalíptico. Extiendes el pareo y sonríes a tu vecina de arena con cara de interrogante. Ella te devuelve la sonrisa con cara de “ya verás, ya”. Te ajustas los cascos luminosos, la kora ahora te toca al oído, cierras los ojos. Una voz te invita a respirar

Sesión de respiraciones al amanecer.

Sesión de respiraciones al amanecer. / Marc Asensio Clupes / EPC

Aquí se le bajarían las revoluciones hasta a Ferreras en plena crisis eléctrica. Show Up, se llama esta comunidad que respira al amanecer. Cada miércoles en la playa de Sant Sebastià hay ‘breathwork’ multitudinario. Han llegado a reunirse más de 400 personas en la orilla. Las sesiones acaban con baño frío en el mar y abrazos entre desconocidos. ¿Necesitamos más abrazos?, les preguntas. “Necesitamos más conexión”, responden. Ya es un “movimiento” que se ha extendido a Sitges, Dublín, próximamente Estambul. “Esto es más que respirar”, dice Jake. 

Jake Wright dirige la sesión de 'breatwork' acompañado por Emiliano Silva a la guitarra.

Jake Wright dirige la sesión de 'breathwork' acompañado por Emiliano Silva a la guitarra. / Marc Asensio Clupes / EPC

Tiene acento australiano. Es de Melbourne. Osteópata, ahora trabaja haciendo coaching ‘online’. Jake Wright, 31 años, lleva casi 4 en Barcelona. “Lo que casi me destruye construyó todo esto”, así se presenta en un reel de Instagram. “Tocar fondo se convirtió en mis cimientos –resume- y por eso hago lo que hago”. 

Con 12 ya sabía meditar, su padre le enseñó. “Pero la vida tenía otros planes”, adelanta el giro vital de guion. “Cuando tenía 13 años, a mi padre le diagnosticaron cáncer –recuerda-. Luchó durante cinco años. Lo perdimos cuando yo tenía 19. Y no solo perdí a mi padre, me perdí a mí mismo”. Jake intentó anestesiar el duelo con fiestas, alcohol, drogas. No se reencontró hasta los 23. ¿Su ritual para recordar quién era? “La respiración consciente –detalla-, el yoga, el movimiento, los baños en el mar en invierno, las sesiones al amanecer”. Así que su misión ahora es simple, dice: “Ayudar a otros a volver a casa, a su potencial. Porque yo he estado en el fondo y conozco la salida”.

Un momento de la sesión del miércoles.

Un momento de la sesión del miércoles. / Marc Asensio Clupes / EPC

“Hoy no hay mucha gente”, se encoge de hombros. Habrá casi 90 personas. Cuesta acostumbrarse al cambio de hora, justifica, cuando quedas para ver amanecer. Ahora se citan a las 6.20, hay que levantarse al menos a las 5. Pero incluso cuando amanece a las 5.50, asegura Emiliano, se han llegado a juntar 300 personas. Emiliano Silva es el músico que acompaña hoy a Jake con kora y guitarra. Toca los instrumentos que le echen. “Mi padre es director de orquesta”, se ríe. Está especializado en sonoterapia. “Hay muchos movimientos conscientes y de bienestar en Barcelona”, asegura.

Cierras los ojos aún de noche. Te mueves, respiras, respiras a conciencia. Al volver a abrir los ojos, te encuentras el amanecer de frente. “La razón por la que lo hacemos tan pronto –justifica Jake- es porque cuesta. Si la gente puede levantarse una hora antes de que amanezca y darse un baño frío, el resto del día les parecerá fácil”. 

Baño frío en el mar tras el 'breathwork'.

Baño frío en el mar tras el 'breathwork'. / Marc Asensio Clupes / EPC

Empezaron siendo 6. Han llegado a ser 400, dice Jake. Viene mucho ‘expat’. La mayoría de sesiones son en inglés. “Es un espacio diferente para conectar”, justifica su ideólogo. Hacen movimiento, ‘breathwork’, baño frío, abrazos, meditación. “Desconexión”, resume él. “Te paras para ser tu mejor versión”, resume con tono de ‘coach’. Él estudió Oxygen Advantage, un método de respiración consciente. Solo respirando -apunta- “puedes regular el sistema nervioso”.    

Abrazos entre desconocidos tras la sesión.

Abrazos entre desconocidos tras la sesión. / Marc Asensio Clupes / EPC

Es el nuevo estribillo del desarrollo personal: “Respiración consciente”. Se multiplican los ‘breathworks’ multitudinarios con cascos luminosos de esos tan instagrameables. Pregúntale al Chat GPT, que te dará mil nombres solo en Barcelona. Prometen “reducir el estrés”, “autorregular el sistema nervioso”, “mayor conexión”. “Bienestar emocional”. Los más virales son The Breath Act. Tienen reels con más de 1 millón de visualizaciones. Ellos te invitan a salir de Matrix. Enseñan "el arte de la respiración consciente" por todo el mundo. Meditaciones guiadas a lo bestia con cascos inalámbricos. Suelen hacer ‘sold out’: congregan a 160 personas cada vez que pasan por el Hotel Occidental Atenea Mar de Barcelona. Vuelven el 18 de mayo.    

¿Lo próximo? ‘Silent discos’ al amanecer, adelanta Jake. Quiere poner a bailar a mil personas en la playa aún con las legañas. Y te enseña un reel de Australia con una multitud de fiesta de buena mañana. “Fiestas conscientes”, las llaman. Sin alcohol, sin drogas, “solo música y ecstatic dance”. Jake también proyecta abrir en septiembre en Barcelona un centro de sauna, baño frío y respiración. “Es un concepto que está funcionando muy bien en Finlandia, Copenhague y EEUU”. 

El accesorio de moda

Los cascos luminosos se han convertido en el nuevo accesorio omnipresente del ocio. Lo mismo se usan para meditar en comuna que para llevar de paseo-disco a los turistas de los cruceros. Los de los amaneceres de Show Up son de Aura, especialista en montar saraos inalámbricos. Organizan hasta un festival de ‘silent disco’: The Junction Fest. Este sábado, 3 es el próximo en L’Estació Espai Gastronòmic. Incluye concierto inmersivo, 7 djs, ‘speed dating’, arte en directo, talleres de pintura fluorescente con vino, beer pong, entre otros juegos para socializar y beber, e incluso tiradas de tarot para saber cómo irá la noche.