Torneo con agujas

Hilompiadas: olimpiadas de punto y ganchillo en Barcelona

Este sábado se celebra la segunda edición de las olimpiadas del hilo. El primer torneo de Barcelona donde los participantes pueden hacer lo que les dé la lana

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Un momento de las Hilompiadas del año pasado.

Un momento de las Hilompiadas del año pasado. / Punto Pelota

Ana Sánchez

Ana Sánchez

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Estas son unas olimpiadas en las que no se da puntada sin hilo. Aquí los atletas compiten con aguja. Hilompiadas, así las han bautizado. ¿Disciplinas en las que pelean? Punto, ganchillo y bordado. Sí, es el primer torneo de Barcelona donde los participantes pueden hacer lo que les dé la lana.  

 ¿Su objetivo? “Celebrar la creatividad, la comunidad y la sostenibilidad”, resume Julie Frêne, la ideóloga de esta competición a puntadas. Es la propietaria de la mercería-taller de Gràcia Punto Pelota. Ya le tejía ropa a sus Barbies con 7 años. Abrió la tienda hace tres. Borda a ganchillo desde esculturas hasta la Sagrada Família. Va mucho más allá de la destreza manual, dice. “Fomenta el consumo responsable, la salud mental y la conexión humana”.  

Un momento de las Hilompiadas del año pasado.

Un momento de las Hilompiadas del año pasado. / Punto Pelota

Julie estrenó las Hilompiadas el año pasado con 30 participantes. Esta segunda edición serán el doble. 5 pruebas, hasta 15 atletas del hilo por cada. “Para mí es un exitazo", sonríe. Será un torneo al aire libre en Gràcia: en las calles de Berga, Benet Mercader y Santa Eugenia. Este sábado, 10 de mayo, durante el Commerç al Carrer.  

Vínculos imprevisibles

¿Por qué celebrar unas Hilompiadas? “Para mí es una forma divertida y vistosa de visibilizar esta comunidad y juntarla”, responde Julie. Son legión, se ríe, pero también son prácticas solitarias. En Barcelona –asegura- hay mucha comunidad. “Sí hay comunidad, pero faltan espacios para que esta comunidad se encuentre”. Compartiendo ovillos se crean vínculos, asegura, que son imprevisibles. 

“El bordado y el ganchillo -insiste- no son solo hobbies, sino disciplinas que desarrollan habilidades valiosas y fomentan valores esenciales para la sociedad”. Bordar y tejer, apunta, “es un acto de cariño, hacia nosotras y hacia los demás, que genera comunidad. Es algo que se tiene que visibilizar“.