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El Triángulo Friqui de Barcelona duplica sus tiendas: mapa actualizado

Se te queda cara de ‘Cuarto milenio’ solo de mirar escaparates. En un par de manzanas se concentran 29 negocios de cómics, videojuegos, ciencia ficción, 'merchandising' japonés y juegos de mesa y rol

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Ana Sánchez

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Aquí se te queda cara de ‘Cuarto milenio’ solo de mirar escaparates. En estos negocios lo mismo te ofrecen una Hello Kitty que unas garras luminosas de Freddy Krueger o una escopeta para matar zombis. Hay puertas tras las que se esconden mundos color pastel, prisiones mágicas e incluso junglas tropicales con dinosaurios. “Nos piden de todo”, resoplan tras los mostradores. No exageran, no. Hay quien les ha pedido hasta un ataúd. Acabaron haciéndole uno a medida.  

Las garras luminosas de Freddy Krueger de Freaks.

Las garras luminosas de Freddy Krueger de Freaks. / Jordi Otix

Lo llaman Triángulo Friqui, aunque hace años que rebasó sus tres lados: Bailèn, paseo de Sant Joan y Alí Bei, ese era el triángulo original con el Arc de Triomf de fondo. Ahí siguen los tres negocios más veteranos: Gigamesh, Norma Comics y Freaks. Hay quien lo llama ya “la Milla de Oro del friquismo”. En un par de manzanas se concentran megalibrerías de ciencia ficción, manga, cómics, bares con videojuegos, teles con e-sports, mucho juego de mesa y rol, mucha nostalgia de cine. 29 negocios en total, según el último mapa oficial actualizado por Gigamesh e ilustrado por Pep Zapata. Hoy lo hacen público.  

El nuevo mapa del Triángulo Friqui, en Gigamesh.

El nuevo mapa del Triángulo Friqui, en Gigamesh. / Jordi Otix

“Cada vez viene más gente – asiente Antonio-. Los viernes y los sábados es una locura la gente que pasa por aquí”. Antonio Torrubia es El Librero del Mal de Gigamesh. 22 años lleva incitando a llenar la casa de libros de ciencia ficción. La que se sabe todas las tiendas friquis de la zona de memoria es Lidia Pifarré. Es la que se patea las calles para actualizar el mapa desde la pandemia. ¿Que a qué se dedica ella? Mejor no preguntes. “Soy la Señora Lobo resolviendo problemas”, tira de paralelismos con el solucionador de ‘Pulp Fiction’. “Pero sin matar a nadie, de momento –se ríe-. Solo escondo los cadáveres”.   

Antonio Torrubia y Lidia Pifarré, en Gigamesh.

Antonio Torrubia y Lidia Pifarré, en Gigamesh. / Jordi Otix

A principios de los 2000 no llegaban ni a 10 tiendas, recuerdan. Gigamesh estrenó el primer mapa oficial en el 2014. Así se oficializó la zona como “Triángulo Friqui”. “Mi jefe abrazó el término –recuerda Antonio- y lo usó tanto para darle la vuelta que lo ha estandarizado. Pero siempre con q”. “Las cosas friquis -predijo hace una década Alejo Cuervo, el dueño de Gigamesh- están condenadas a prosperar”. Y sí, hace años que lo friqui maneja cifras ‘mainstream’ (de ‘Juego de tronos’ al ‘boom’ del manga). En 2014 eran 15 negocios alrededor del Arc de Triomf. Hoy son prácticamente el doble. Esta es la sexta edición del mapa. 

Ahí sigue el comercio más veterano del Triángulo Friqui: Norma Comics (paseo de Sant Joan, 9 y 13), macrotemplo de la cultura pop (más de mil metros cuadrados), premio Eisner a la mejor tienda de cómics. Celebró su 40º aniversario el año pasado.  

Norma Comics.

Norma Comics. / Jordi Otix

Este 2025 le toca soplar 40 velas al tótem de la literatura de ciencia ficción Gigamesh (Bailèn, 8), “meca de Vicio y Subcultura”, así se autosubtitula. Fecha en rojo: 10 de junio. “Vamos a hacer de todo –adelanta Lidia-. Se regalarán libros seguro. Y vamos a montar una súper donación de sangre”. Con vampiros, claro. Tienen mil anécdotas increíbles en X en formato tiras cómicas dibujadas por Cels Piñols. Hashtag: #Clientedeldía.  

Se acaba de mudar al Triángulo Afterlife (Bailén, 7), mítico bar de e-sports que llevaba ya una década en Marià Cubí. “El lugar en el que había que estar era este”, justifica Pau Llamas tras la barra. “Aquí está el público que nos busca”. El otro local, además, se les había quedado pequeño. Este es el doble de grande. Aún huele a nuevo. Hay mesas para 80 personas, 5 teles gigantes para ver competiciones de videojuegos y un sótano de ciencia ficción para eventos y torneos

La barra del nuevo Afterlife con tres pantallas gigantes.

La barra del nuevo Afterlife con tres pantallas gigantes. / Jordi Otix

Para tirar de nostalgia con mandos está Chekpoint Arcade (Bailèn, 43): con la consumición te dan barra libre de videojuegos retro. Del Tetris al Street Fighter. Hasta tienen escopetas con las que matar zombis. El pasado julio abrieron el Chekpoint Gaming Lounge (Almogàvers, 4): un restaurante también con consolas para jugar gratis mientras cenas. “Ya no nos cabía todo el mundo en el local”, justifican los dos socios, Anna Potyagalova y Domingo Ruiz.

También hay ‘escape rooms’ que esconden prisiones mágicas o refugios nucleares (los 3 Maximum Escape: Girona, 27, Trafalgar, 17 y Bruc, 9) y hasta una jungla tropical con dinosaurios (Golden Pop, Girona, 7). 

Un jugador cruza la verja de los velociraptors en la jungla tropical del nuevo 'escape room' de Golden Pop: Jurásico.

Un jugador cruza la verja de los velociraptors en la jungla tropical del 'escape room' de Golden Pop: Jurásico. / Ana Puit

Hay mucho manga (aún falta por mencionar Chunichi Cómics, p. Sant Joan, 21), pero de videojuegos de segunda mano solo queda Cex (Sant Joan, 25), este año cumple una década. El ‘merchandising’ es interminable: Dashu (Sant Joan, 22), Fantasy Factory (Sant Joan, 1), Friquest (Gran Via, 679), Frikitomi Plaza (Ausiàs March, 43), Akatsuki Store (Ronda de Sant Pere, 53). 

Escaparate de Fantasy Factory.

Escaparate de Fantasy Factory. / Jordi Otix

Se siguen multiplicando las tiendas de juegos de mesa: Kaburi (Sant Joan,11 y Ali Bei, 10), Gameria (Ausiàs March, 52), GlobinTrader (Sant Joan,17), inGenio BCN Games (Sant Joan, 16), 4 Dados (Bailèn, 21), Magic (Ronda de Sant Pere, 44). Son inmensas. “Cada vez llegan a más público”, asiente Madrona, el alma de la veterana Kaburi. Ellos llevan en el Triángulo Friqui desde el año 2000. Lo más curioso que venden ahora, dice, son “juegos que solo se juegan una vez” (hay que resolver un enigma). ¿Y lo más extraño que les han pedido? “Engrasante de ruedas –promete- y una ouija”. 

Kaburi.

Kaburi. / Jordi Otix

“Tendrías que trabajar aquí una semana para ver que todos los días preguntan cosas raras”. Blanca y Magda Gómez son hermanas y cocreadoras de Madame Chocolat (Ronda de Sant Pere, 68), referente de la moda japonesa y alternativa: de ropa kawaii (cuqui) a gótica y lolita. También celebra este año aniversario redondo: 15 años. “Nos encanta ver que en 15 años hay gente que ha descubierto lo que le gusta y quién es por habernos encontrado de casualidad”, sonríen. Celebrarán su cumpleaños en junio. “Estamos pensando en hacer un fanzine –adelantan-, recopilar historias de la tienda”. ¿Que qué tiene de especial el Triángulo Friqui? “Tiene mucha vida comunitaria real –detallan-. La gente joven se reúne aquí. Gente de todas las orientaciones y géneros”.  

Madame Chocolat.

Madame Chocolat. / Jordi Otix

“Todo lo que buscas de Asia lo encuentras en el Triángulo Friqui”, garantizan Elena y Anais Borrego. Si sigues el rastro de color pastel, llegarás a los negocios de estas otras dos hermanas. Hace apenas un mes abrieron Momo Coffee (Ausiàs March, 53), cafetería japonesa kawaii, más cuqui imposible. Está justo enfrente de la veterana Momo Store (Ausiàs March, 56), otro hub color pastel con madriguera para fans del k-pop

El nuevo Momo Coffee.

El nuevo Momo Coffee. / Jordi Otix

¿Por qué hay cola delante de esa tienda minúscula? Es Stick & Tape (Sant Joan, 5), otra minipapelería asiática kawaii. Apenas tiene un aforo de 7 personas, pero suma miles de visualizaciones en Instagram. “Pop Mart is here”, anuncia en el escaparate. Es la marca china de moda, la de los peluches-llavero más buscados: los labubus. También venden los muñecos virales de la competencia: sonny angels (los miniangelitos desnudos). “La gente nos ha llegado a llamar desde fuera de Catalunya para ver si teníamos stock para pasarse”, resopla Ana Ferrón, la responsable de comunicación. 

“Acabo de vender el libro más caro –te cuenta Enrique Torres según entras-. Cinco kilos y medio de libro”. Se refiere al de Mario Bava de Tim Lucas: 750 €. Esto es Freaks (Alí Bei, 10). Lleva desde 1999 destapando tesoros ‘underground’. Su política: “Si lo tiene El Corte Inglés, no lo queremos”, dice Enrique tras el mostrador ya de carrerilla.

Enrique Torres, tras el mostrador de Freaks.

Enrique Torres, tras el mostrador de Freaks. / Jordi Otix

Lo mismo te vende unas garras luminosas de Freddy Krueger que estatuas zombie de personajes pop. ¿Ese es el Antichollo del ‘Un, dos, tres...’? Se te pone la nostalgia de punta. ¿Lo más marciano? “Nos encargaron un ataúd práctico a tamaño real –asegura-. Lo conseguimos hacer y vender”.  

Bustos zombies de Freaks.

Bustos zombies de Freaks. / Jordi Otix

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