Gangas gastro
Restaurantes de 10: come bien con solo 10 euros en Barcelona
Aquí encontrarás la mejor relación calidad-precio, aparte de la satisfacción de haber dado con una ganga. Hasta platazos de puchero por 4 míseros euros
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Caldo gallego a 4 euros en el Olimpiada 92. / Marc Asensio Clupes / EPC
Solo tienes 10 € en el bolsillo. Es todo tu presupuesto para comer y, la verdad, en tus planes no figura visitar el KFC otra vez. Puede parecer imposible, pero, si te lo propones, con solo 10 euros de nada, puedes comer rápido y bien, muy bien, en Barcelona, la capital de la inflación. No esperes grandes pitanzas, aquí no se llevan los manteles de tela con bordados, pero ten por seguro que habrás invertido acertadamente hasta el último céntimo de ese arrugado billete que palpita en tus Levi’s. Tenemos de todo, kebabs gourmet a precios justos, hamburguesas tiradas de precio, cocina de pucherazo, pizzas para economías raquíticas, tazones gigantes de fideos chinos… Te costará 10 €, pero la satisfacción de haber dado con una ganga no tiene precio.
1. Fiesta popular
Yo no soy tonto
Recomendaré este sitio hasta que las ojivas nucleares rusas nos conviertan a todos en serrín. Siempre a muerte con el Olimpiada 92 (Pellaires, 1). En esta casa de comidas, la inflación se queda en la puerta. Te frotarás los ojos con un nanas, porque los precios parecen responder al año que da nombre al local.

Pascual, Jesús, y Carles, el equipo del Olimpiada 92, junto a su famosa pizarra de la entrada. / Marc Asensio Clupes / EPC
No hay menú del día, pero sí una pizarra con todos los platos de la jornada. Si juegas bien la partida y combinas sabiamente los elementos, te zampas dos señores platazos por menos de 10 y, si me apuras, 8 €.

Cocina casera a precios del 92. / Marc Asensio Clupes / EPC
¿Dónde se han visto unas lentejas con oreja a 3,75 €? ¿Y ese arroz a 4 €? ¿Y esos guisantes con jamón por 4 €? ¿Albóndigas con setas a 6,50 €? Ya lo dice el nuevo disco de Amaia: si abro los ojos no es real.

Albóndigas con setas a 6,50 en el Olimpiada 92. / Marc Asensio Clupes / EPC
2. Kebab salvador
Pringue total
Tienes solo 10 pavos en el bolsillo, tus mejores amigos te han dejado tirado, pero hay alguien que no te fallará nunca en tiempos de pobreza: tu amigo kebab. Rápido. cómodo, gocho y calórico. Pum. Puedes ir a la batalla con un machete entre los dientes y llenarte la panza con los populares kebabs de Bismillah Kebabasih (Joaquín Costa, 22), sancta sanctorum del 'fast food' ravalense y proveedor nutricional de skaters, universitarios y diletantes del barrio. Por 5 €, te llevas un shawarma mixto. El de pollo o el de ternera, marcan 4,50 €. Y te sobrará pasta para una bebida y las famosas papas fritas a 1,20 € que venden a carretadas al lado, en el Bocatas de Sultán (Joaquín Costa, 56).

Davood Tiri, el Sultán de las patatas, posa con uno de sus famosos conos frente al mostrador del Raval. / JORDI COTRINA
Pero si buscas algo más elevado, tu salvavidas papilar es el kebab gourmet que ha hecho de Bien Kebab (Sant Gervasi de Cassoles, 43) un exitazo (en breve, abre otro restaurante en Poble Nou). La familia Bien ha transformado este artilugio 'street food' en un plato principesco, apostando por carnes de calidad que se renuevan a diario (y se pasan a cuchillo), salsas hechas en casa y entrantes de mucha calidad, todo a precios muy razonables. A mi modo de ver es el mejor kebab de Barcelona. El de pollo está a 7,50 y el de ternera a 8,50 €, una relación calidad-precio muy ajustada. Si tienes prisa, relámete despacio.
3. Bocatas titánicos
La juventud come
No son portaaviones rusos, mucha calma. Son bocadillos. Mejor dicho, bocadillazos. ¿Los podría utilizar cualquier ejército como torpedos? Sí, pero resulta que no están hechos para la guerra, sino para el amor. El amor adolescente, porque las colas de jóvenes que se forman en BodeB (Fusteria, 12) son muy serias. Estudiantes de Erasmus, chavalada extranjera de vacaciones, la casa se llena de 'joie de vivre' y no es para menos. Los bocadillos hipertrofiados están entre los 5 y 6 €.
De pollo, ternera, atún, vegetal, todos elefantiásicos, rellenos hasta casi explotar con todo tipo de ingredientes: legumbres, lechuga, encurtidos, tomate, el despliegue es interminable. Y todo para que te astilles la mandíbula al morderlo. Por cierto, según el megabocata que pidas, el billete rojo te da hasta para unas bravas de acompañamiento. Revientas seguro.
4. Cuanto smash, mejor
Alta hamburguesía
Deja que la peña se flipe con esos burgers virales a 18 euros que chorrean salsas fosforescentes. Deja que se metan en el cuerpo mastodontes infumables con extrañas mermeladas y carretadas de pulled pork. Ríete de ellos, desde el otro lado del espejo, mientras te comes un cheeseburger (6,90 €) o una smash básica (7,90 €) de manual en los restaurantes de carne aplastada con mejor relación calidad-precio: Smash House (Taquígraf Garriga, 5 / Rogent, 108). Buenos y baratos.
Y pasa lo mismo con la chesseburger clásica de Antonia’s Burger (Teodora Lamadrid, 1) otra demostración de que te puedes comer una hamburguesa de campeonato sin recurrir a trucos chorras de tiktokero trasnochado: queso, carne, salsas, pan (de patata), encurtido y ya. Y por menos de lo que cuestan un par de flat whites, unos increíbles 6 €. Calderilla.
5. Tazones de interés
Fideos populares
Cuando te topas, nada más entrar, con el cocinero que fabrica los fideos, te quedas embobado ante los bandazos que el señor le propina a la masa. Hostias como panes para que el material quede perfecto. En Jin Lanzhou (Aribau, 39) se han especializado en los caldos estilo Lanzhou y son una maldita bomba. Llevan ingentes cantidades de ternera, fideos de distintos grosores (a elegir) y un caldo rojizo, picante y adictivo que grita: ¡siesta! El tazón tumbaría a Luka Doncic. Pueden comer fácilmente dos personas y no llega a los 9 €.
Por cierto, si buscas auténticas gangas lejos del centro, en Sant Andreu te espera Kung Fu Noodle (P. Fabra i Puig, 102), armado también con todo tipo de fideos artesanales. Hechos en tu cara. Un restaurante bueno, bonito y barato donde podrás ponerte púo, disfrutar y no arruinarte, gracias a sus bols gigantescos de ramen ¡con fideos ilimitados! Y también por menos de 9 €. Pa’ habernos matao.
6. De pizza y corriendo
Precios napolitanos
Dicen que la pizza más barata de Barcelona la ofrece Little Caesar’s, pero confieso que no tengo estómago para las versiones americanas. Si no hay pasta en el zurrón y hay hambre de pizza, yo tiraría camino Napoli, concretamente a los restaurantes que Da Nanni (Llibreteria, 10) tiene repartidos por Barcelona.
No es una pizza gourmet, obviamente, pero la relación calidad-precio de su Margarita y Marinara es asombrosa. Y los resultados de sus discos son más que satisfactorios: masa napolitana hidratada, gomosa, de bordes inflados, bien horneada. Y rinde más que bien en los dos formatos básicos. Porque bromitas, las justas. En el restaurante de la calle Llibreteria, la Marinara está a 6 y la Margarita a unos maravillosos 7 €. Te llega para una cervecita y, si ajustas bien las tuercas, hasta podrás dejar propina. Como un señor.
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