Experiencias prémium

Date un capricho: dos menús degustación para ocasiones especiales en Barcelona

Porque una vez al año no hace daño: restaurantes donde invertir en felicidad gastronómica

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Uno de los platos del menú de Xerta: caballa encurtida, leche de almendra y coliflor con huevas de pescado, manzana y velo de clementina.

Uno de los platos del menú de Xerta: caballa encurtida, leche de almendra y coliflor con huevas de pescado, manzana y velo de clementina. / Xerta

Òscar Broc

Òscar Broc

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Dice el refranero que una vez al año no hace daño. Son tiempos de cinturones muy apretados, pero no menos cierto es que, a pesar de las dificultades, mucha gente tiene sus rinconcitos. Algunos se los gastan en un abono para el Primavera Sound o las nuevas Nike Air Jordan, y otros prefieren invertirlos en otro tipo de felicidad: la gastronómica. 

Para estos últimos, existen lugares como Soluna (Casanova, 157), un exquisito restaurante japonés-mediterráneo que deslumbra con una cocina de producto delicada y seductora. El desfile de platos tiene el producto del mar como santo y seña, aunque puedes sumar a la experiencia un delicioso wagyu japonés A5 con más infiltración de grasa que los michelines de Jabba el Hut. El cocinero Teppei Nii (ex Koy Shunka) está al mando de este restaurante laureado por incontables gastrónomos de la urbe. El menú festival se encarama a los 108 €, pero es, pues eso, un festival. Cósmico. La cena que te mereces. La cigala con aires nipones y fideos, el sashimi de toro con trufa, la vieira con caviar y ensalada kani, el temaki de gamba o el wagyu japonés A5 con espárragos, todo está a un milímetro de la gloria. Y ese milímetro lo ocupa su plato más loco, la pizza japonesa de cocochas con katsuobushi: no he probado nada parecido en Barcelona en mis 49 años de vida. Por cierto, hay un menú degustación más corto a 69 €. Si le añades wagyu, se va a los 89 €. 

La pizza japonesa con cocochas de Soluna.

La pizza japonesa con cocochas de Soluna. / JORDI COTRINA

En la misma línea de cenas-autorregalo, el restaurante Xerta (Còrsega, 289) es una opción de lo más interesante, un restaurante diseñado para veladas íntimas de alto voltaje culinario. Los frutos del Delta de l’Ebre son las vedettes de su nuevo menú degustación de producto, un menú con carácter y una secuencia centrada en resaltar la calidad del material. Y la experiencia es tan extensa como entretenida, pues los aperitivos llegan en mejilloneras y los arroces en una caseta de pescador.

Teatrillo contenido en modo homenaje. Xerta practica una cocina de autor al servicio de pescados, mariscos (y algo de carne) de gran entidad y frescura. Un arroz con langosta cremosísimo, ronroneante como el motor de una barca; unas cocochas con espardeñas y trufa esplendorosas; el variado con marisco del Delta; los guisantes con pulpitos o el chuletón madurado con verduras son algunos de los hits de una experiencia que cuesta 90 €, una cifra más que razonable para unas vacaciones momentáneas en el Delta de l’Ebre. Solo para gente que se lo merece. Como tú.