Toma pan y moja

El matcha más auténtico de Barcelona se toma en estas cafeterías

No es fácil dar en el blanco, mejor dicho, en el verde. Hay mucho coffeshop trampa esperando a los incautos. Toma nota: aquí preparan las mejores pociones esmeralda con este té japonés

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El matcha con leche de Ikenocha.

El matcha con leche de Ikenocha. / Instagram

Òscar Broc

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Busco el matcha definitivo en una Barcelona entregada al polvo verde. El uso y abuso de este té japonés ha generado toneladas de basura, por eso conviene afinar el punto de mira: no es fácil dar en el blanco, mejor dicho, en el verde, cuando hay tanto coffeshop trampa esperando a los incautos. 

Los espíritus del té verde me llevan a Ikenocha (París, 149). Esto va en serio. Un maestro japonés opera detrás de la pequeña barra y prepara las pociones esmeralda con la testa gacha, plenamente concentrado en su tarea. No es para menos, trabaja con un exquisito matcha de Iju (Kioto): primera cosecha, recogido a mano y trabajado con piedra. Puedes beberlo en formato puro o con leche. Me decanto por lo segundo y pido la variedad premium: el matcha latte llega en un cuenco de cerámica bellísimo y la ración es generosa. 8 eurazos, sí, pero es el mejor matcha latte que he probado en Barcelona. Cremoso. El sabor del té es embriagador. Juega en otra liga.

Veo en carta otras variedades de té verde: hojicha, sencha, genmaicha… ‘Treats’ para los 'connaisseurs'. Pero al goloso que llevo dentro le interesa mucho más la sección de pastelería casera (con abundante maná verde, claro). Hay cheesecake, dorayaki y un roll de bizcocho relleno de matcha que te deja turulato: esponjoso a morir y con una crema verde tan intensa y sabrosa que te pone los ojos en blanco. 

Roll de bizcocho relleno de matcha de Ikenocha.

Roll de bizcocho relleno de matcha de Ikenocha. / O.B.

Con el subidón de teína, me acerco hasta las inmediaciones de Lesseps, para buscar el oro verde de Niwa (Vallirana, 78), una cafetería asiática que pone el matcha en primer plano y, si tienes hambre, hasta te saca unos onigiris para que mates el gusanillo. Cualquier bebida con el té japonés está sublime (atención al matcha tonic), pero tiene un artefacto que hay que manejar con suma cautela, el matcha flat white con doble carga: nitroglicerina.  

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