Dónde probar los tacos más locos de Barcelona

Icono del 'street food' antes de que habláramos de 'street food', el taco es un invento tan perfecto como diabólico. Me gustan los de siempre: pastor, carnitas, cochinita…, los sospechosos habituales, untados en abundante salsa y empapados de lima recién exprimida. Pero también disfruto con la cara más creativa del taco. Y estas últimas semanas he tenido la fortuna de cruzarme en el camino de varios artefactos de autor curiosos. Sigo.  

Hacía dos años que no visitaba Xuba Tacos (Mallorca, 194) y, por lo que veo, ha subido las apuestas, ha pulido los defectos de antaño -adiós, vasos de plástico- y ahora la taquería gourmet funciona como un tiro. Las piezas de autor del chef Antonio Sáez (con tortillas de maíz azul hechas delante del cliente) son las joyas más valoradas: el taco de lubina y el de solomillo Rossini con kale son ya iconos de la escudería, aunque uno de mis favoritos es el de pollo con mole, buah, una perdición comparable a su quesadilla de langostinos o a su tostada de atún.   

Acudo también a la llamada de un nuevo restaurante mexicano en territorio burgués. Se llama Ahorita Vuelvo (Mandri, 34) y es un proyecto con guiños a Tulum del que me quedo con dos platos: la tlayuda y el espectacular taco de tuétano, un requiebro tentador, sabroso. Y aparatoso, pues te ponen las tortillas de maíz azul aparte y te dejan el cacho hueso en el plato; tú te encargas de rellenar las tortillas con la sustancia intraósea. Riquísimo.

Y para los más chalados, el manicomio se llama Chamako (Margarit, 18), un mexicano-asiático sin prejuicios y pelín macarra, que se atreve a introducir ingredientes asiáticos en sus tacos e ingredientes mexicanos en sus gyozas. Crazy.  

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