Toma pan y moja

Esta es la medialuna argentina que triunfa en Barcelona

¡El cruasán francés tiembla! Aquí encontrarás el nuevo objeto de deseo de la ciudad

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Medialuna de pistacho de Alfar.

Medialuna de pistacho de Alfar. / Instagram

Òscar Broc

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Que no nos oigan en Francia, pero parece que el todopoderoso cruasán hojaldrado calza buenos cuernos. De los otros. Y no tenemos ninguna intención de cortar con esta infidelidad. Porque es complicado no enamorarse perdidamente de la medialuna argentina. ¿Parece un cruasán? Sí, pero es tan mimosa como el mejor de los bollos. Más pequeña, tupida, dulce y seductora que el cruasán. La media luna, siempre empapada de almíbar, es un pecado irresistible

En Barcelona hay locales que trabajan muy bien este bollo acruasantado. Las de Onia Café (Casp, 41), en el Eixample, y Primate Bakehouse (Manso, 40), en Sant Antoni, son por ahora mis favoritas. Pero me faltaba probar el producto de un espacio que acaba de cumplir un año y ha convertido su medialuna hecha a mano en un objeto de deseo

En la cafetería-bollería argentina Alfar (València, 342) se practica el arte de la medialuna como si fuera una forja élfica. En la vitrina descansan las joyas de la casa, piezas relucientes y llamativas que parecen palpitar. La medialuna clásica es el hit, pero cuesta no llevarse una de dulce de leche (buenísima) para el camino. Son ejemplares cuquis, densos, húmedos, extremadamente golosos. La masa es adictiva. El dulzor te embriaga. Ricas, ricas. Comer solo una es una quimera. 

Detecto sabores orientados a la mocedad, como la medialuna de pistacho o la de Kinder Bueno. Y me despierta la curiosidad la medialuna con jamón y queso, aunque aplaco mis impulsos y lo dejo para otro día. Evidentemente, en Alfar disponen de café de especialidad. Una medialuna sin café es como Maradona sin balón. 

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