Reuniones navideñas

Dónde comer bien en grupo estas Navidades en Barcelona

Restaurantes ideales para veladas ruidosas, ya sean cenas de empresa, comidas en familia o sobremesas interminables con el cuñado. Feliz Navidad y feliz resaca

Una oficina de Barcelona celebra cena de empresa, desayuno de empresa y tarde en urgencias de empresa

Plato de un menú navideño de Casa de Comidas Buenavista.

Plato de un menú navideño de Casa de Comidas Buenavista. / Instagram

Òscar Broc

Òscar Broc

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El espíritu navideño no perdona. Algo nos ocurre en diciembre, pero los barceloneses enloquecemos. Nos da por saludar a todo el mundo, salimos de casa con una sonrisa en los labios y atiborramos nuestra agenda con comidas y cenas de grupo a las que jamás iríamos fuera del Excel navideño. Si quieres comer bien por estas fechas y tachar compromisos, en los siguientes restaurantes de Barcelona te harán las obligadas reuniones más llevaderas. Buena mesa y buena vibra para terminar el 2024 'comme il faut'. Feliz Navidad y feliz resaca

1. Caracoles en el cielo

Histórico con vistas

La Plaza del Doctor Andreu, en las alturas de la avenida Tibidabo, es un reducto para románticos. De día o de noche, las vistas panorámicas de Barcelona son siempre embriagadoras. Por si fuera poco, allí encontrarás La Venta (Pl. Doctor Andreu, s/n) uno de los restaurantes más fiables de la ciudad, una finca histórica, embellecida por infinitos brotes de vegetación.

Situada a 227 metros sobre el nivel del mar, esta amplia casa de comidas cuenta con distintos espacios para grupos: desde una terraza climatizada a un mirador, pasando por el maravilloso comedor vintage con estufa de leña. Y la carta nunca falla. La clave de La Venta es el producto, y la filosofía de la casa es dejarlo que brille. Cocina tradicional, sencilla, bien hecha, pensada para el disfrute colectivo.

Excelentes anchoas. Calamares a la romana muy viciosos. Las alcachofas fritas están divinas. Una pieza de lubina fresca cocinada al punto perfecto. Y, oh, los caracoles. Vaya caracoles. Los puedes pedir solos, o, como hice yo, acompañando y dándole personalidad a un arroz antológico: grano suelto, máximo sabor. La mejor forma de huir de Barcelona sin salir de Barcelona. 


2. Galicia navidade

La del pulpo

Inmenso, bullicioso, con espacio suficiente para mesas superpobladas, el restaurante Can Lampazas (Avda. Paral•lel, 159) de Poble Sec es el gallego que buscas para tus comidas o cenas grupales de diciembre. Las suculentas raciones de pulpo son legendarias; es hipnótico ver cómo el maestro pulpeiro las prepara y ensambla en la entrada con la precisión de un robot Tesla.

Sí, el producto gallego es el rey de una carta completísima en la que no faltan buenos mariscos y un seductor catálogo de carnes de la tierra. Si vais en bandada, podréis elegir entre tres menús para grupos. Y lo más reconfortante es que, cuando el indicador del combustible esté bajo mínimos, ahí estarán sus vinos blancos gallegos para llenar el depósito en cada pit-stop. Cuidado, es posible que toda la familia salga del restaurante con más acento que Luis Zahera. 


3. Brasa ‘nostrada’

Masia en Labordeta

Si quieres cenar con tu familia sin caer en las tapas navideñas de siempre o en menús de quinta gama que rechazaría tu gato, deberías llamar cuanto antes a Tramendu: el Caliu de la Brasa (Parcerisas, 11) y reservar una mesa larga, larga, larga para tu prole. Esta joven masia de La Bordeta va al grano: manteles de cuadros, alioli casero en pequeños morteros amarillos y aroma penetrante de brasería de pueblo.

La careta de cerdo de Tramendu.

La careta de cerdo de Tramendu. / Zowy Voeten

Su compromiso con la cocina catalana popular sometida al carbón es inquebrantable: oreja, careta, carrillera o manitas de cerdo, entrecot, costillas de cordero, pollo de pagès…, recetas sencillas, con raíces y fundamento, para que te vayas a dormir la siesta calentito. Si vas a reunir un equipo superior a 9 personas, la casa dispone de menús para grupos con los platos más representativos. Dress code: servilleta siempre en la pechera. 


4. Luz navideña

Producto y confort

En Casa Luz (Rda. Universitat, 1) verás la ídem. Para visitas en grupo, siempre recomiendo este diáfano restaurante con vistas panorámicas del centro de Barcelona. En la casa del cocinero y empresario Tomàs Abellan hay luz, pero también buena comida y vinos naturales de entidad. Y una mesa enorme en la que cabrá hasta la vasija con las cenizas del yayo.

Como novedad para este final de año, Casa Luz ha desplegado un menú especial por 48 euros con 9 platos que cambian en función de la temporada y la lonja. Y en carta, te toparás con 'hits' inapelables como el tartar de tomate, el calamar a la brasa, las albóndigas de pollo (uno de mis favoritos) o el flan casero. Si quieres fumarte un Cohibas o tomar el aire, el local tiene una magnífica terraza desde la que podrás marcarte un DiCaprio y gritar muy fuerte: ¡Soy el rey del mundo! 


5. Fiesta en Santa Caterina

Cocina de mercado

Si no está dentro del mercado de Santa Caterina, poco le falta. Enclavado en un espacio gigantesco, pensado para mesas numerosas, Cuines de Santa Caterina (Francesc Cambó, 16) lo tiene todo para triunfar en tu salidita grupal. La carta es lo suficientemente variada para que todo el mundo pague su parte contento. Tapas, carnes, pastas, arroces y pescados bien hechos, sin demasiada tontería, es imposible que haya quejas.

Difícil olvidar las contundentes bravas, el steak tartar con papitas o el magnífico arroz de montaña. Cocina de mercado literal, bien manipulada y en formatos altamente reconocibles. Y si vais a comer, los amplios ventanales os permitirán disfrutar de un baño de luz reparador.


6. Canelones ancestrales

De toda la vida

Pocos sitios como Can Culleretes (Quintana, 5) para disfrutar de una comida o cena caótica, divertida, larga y con platazos tradicionales de cuina catalana de esos que revientan cinturones y primeros botones de tejanos. Es el restaurante más antiguo de Barcelona, lo que le confiere un encanto potentísimo; en Can Culleretes se mastica la historia de la ciudad. Además, su plato estrella es también el plato estrella de estas fechas. Cuatro sílabas: ca-ne-lo-nes.

Quizás no son los más sofisticados de Barcelona, pero son los más auténticos, un viaje a las Navidades de tu infancia, cuando entrabas en casa de tu abuela y el aroma de las carnes y la bechamel te narcotizaba. 


7. Mejor que en casa

Chup-chup en familia

Tiene hasta cuatro menús diferentes para grupos que van de los 42 a los 93 euros. Y ofrece un interesante repoker de espacios para acoger familias o pandillas. Se llama Casa de Comidas Buenavista (Rda. Sant Antoni, 84), ocupa un espacio histórico y, sin hacer mucho ruido, se ha consolidado como una de las propuestas más fiables de la zona Raval-Sant Antoni. Fuego y cuchara son los iconos de su bandera. La cocina catalana, su astrolabio.

He aquí un restaurante que dejará más que satisfechos a los amantes del chup-chup y las tapas con enjundia. Ideal para veladas ruidosas, con rondas infinitas de licores estomacales. Este no falla.  

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