Figueres, ‘el sueño bueno’ de Lorca, cumple 100 años

Mucho se ha hablado ya de la íntima relación entre dos genios del siglo XX: Salvador Dalí y Federico García Lorca. Una profunda amistad que surgió en la Residencia de Estudiantes de Madrid y que marcó a ambos artistas. En esta historia de complicidad personal y artística fue clave, también, la visita del poeta granadino a la casa familiar de Dalí en Figueres y a su residencia veraniega de Cadaqués. Tiempo después Lorca recordaba en una carta esta visita como “un sueño bueno que he tenido”. Esto pasó en 1925 y por eso se celebra durante este año el centenario de esta primera visita lorquiana.

Tras diversos actos que arrancaron en marzo en el marco de un programa coordinado por el Ajuntament de Figueres, la capital ampurdanesa estrenará el próximo 29 de junio, con motivo de Sant Pere, una ruta guiada por los pasos de Lorca en la ciudad. Sabemos que el poeta se alojó en la residencia de la familia del notario Dalí, la Casa Mas Roger, actualmente la Casa Natal Salvador Dalí. El padre del pintor le obsequió con una audición de sardanas en la Rambla y un grupo de amigos organizó un banquete en el Hotel Comercio (hoy Duran). Y fue en la notaría del padre Dalí (c. Monturiol, 10), donde Lorca leyó por primera vez su obra Mariana Pineda, ante un reducido grupo de amistades del notario y, por supuesto, de su gran amigo Salvador y su hermana pequeña, Anna Maria, con la que entabló una tierna y duradera amistad.

Aquella Semana Santa de 1925, Dalí se instaló con su “querido Lorquito” en la casa de la Platja des Llané de Cadaqués. Para la historia han quedado las cartas donde después rememoraba esta visita: “Mi recuerdo come crespells y vino rojo”.

La Casa Natal Salvador Dalí abre una exposición el 27 de junio en la que habrá obras invitadas, y otra en el pasaje exterior con fotografías de ambos amigos