itinerario de 26 etapas

Tras la senda de san Ignacio de Loyola

En 2012, la Compañía de Jesús, fundada por el sacerdote y militar español en 1540, inició la promoción del Camino Ignaciano que lleva desde su casa natal en Azpeitia hasta Manresa

La Cova de Sant Ignasi al costat del Pont Vell Manresa, Setembre de 2021

La Cova de Sant Ignasi al costat del Pont Vell Manresa, Setembre de 2021 / MELINDRONE © COPYRIGHT 2021

GEMMA CAMPS

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Aprovechando la proximidad de los 500 años de la llegada de san Ignacio de Loyola a Manresa, que se cumplieron en 2022, diez años antes, en 2012, la Compañía de Jesús, fundada por el santo en 1540, inició la promoción del camino que llevó al peregrino desde su casa natal en Azpeitia (Santuario de Loyola) hasta Manresa, pasando por cinco comunidades autónomas –el País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Catalunya– en un recorrido de más de 600 kilómetros.

La intención de Ignacio de Loyola era llegar a Barcelona para viajar a Tierra Santa, pero, por diversos motivos, se acabó quedando en Manresa no un día, no una semana, no un mes, sino 11 meses en los que vivió la profunda transformación espiritual que le llevó de pasar de ser un caballero de familia rica a un ermitaño y, finalmente, a una de las figuras más influyentes de la historia. El Camino Ignaciano, homologado como gran sendero (GR-21), es un recorrido ideal para los amantes de la naturaleza, del senderismo o del turismo. También para los que lo elijan como una senda espiritual de redescubrimiento y meditación. Hasta ahora, gracias a la presencia de la Compañía de Jesús en todo el mundo, son muchos los grupos de jesuitas que han realizado el recorrido o algún tramo desde Loyola a Manresa.

Atractivos culturales y patrimoniales

Se han escrito guías y libros, se han filmado documentales del camino, y los municipios por los que transcurre se han asociado para potenciarlo. Hace una semana se presentó la Asociación de Municipios del Camino Ignaciano, un proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Manresa cuyo objetivo es agrupar todas las localidades del recorrido para potenciar los atractivos turísticos, culturales y patrimoniales que incluye. 

Después de 26 etapas, la que cierra el trayecto llega a la capital del Bages por la Torre de Santa Caterina que permite vislumbrar por primera vez la ciudad desde una elevación en el terreno con unas bonitas vistas. A partir de ese punto, el peregrino se acerca cada vez más a Manresa hasta cruzar el Pont Vell, un puente medieval que lo conduce a los pies del Santuari de la Cova de Sant Ignasi, erigido alrededor de la cueva en la que el santo empezó a escribir sus famosos Ejercicios espirituales.

La peregrinación se puede hacer andando o en bicicleta, recorriendo solo unas cuantas etapas o desde el inicio en Guipúzcoa hasta el final en la Manresa. Las mejores épocas del año para ponerse en marcha son primavera y otoño. En la web caminoignaciano.org se puede consultar toda la información necesaria para planificarlo.