La hipoteca es una solución más allá de la compra de vivienda

En España, contar con una vivienda en propiedad sigue siendo una aspiración para la mayoría de personas. Según datos de Eurostat de febrero de 2017, el 78,2% de los españoles residía en una vivienda de su titularidad, cifra que sitúa a España como uno de los países con mayor porcentaje de viviendas en propiedad de toda la Unión Europea, muy por encima del 69,5% de media.

Al mismo tiempo, en grandes ciudades, capitales de provincia y zonas como la costa mediterránea, existe una demanda creciente de viviendas de alquiler tanto turístico como residencial. Y esta demanda está atrayendo de nuevo el interés de pequeños inversores y particulares hacia el mercado inmobiliario, como alternativa a la baja rentabilidad ofrecida por depósitos y fondos.

Así pues, el 78,2% de españoles propietarios de un inmueble cuenta hoy con un activo que puede representar una importante fuente de financiación en momentos de necesidad.

Liquidez adicional para propietarios de pisos y locales

Un préstamo con garantía hipotecaria o préstamo hipotecario, es según definición del Banco de España un producto financiero que permite al cliente recibir una determinada cantidad de dinero a cambio del compromiso de devolver dicha cantidad, junto con los intereses correspondientes, mediante pagos periódicos o cuotas.

En este tipo de préstamos, la entidad financiera cuenta con una garantía especial para el cobro de la cantidad prestada: una hipoteca sobre un inmueble, que o bien es propiedad del cliente o bien es aportada por un avalador.

Los préstamos hipotecarios, popularmente llamados hipotecas, son muy conocidos como producto financiero para la adquisición de una vivienda. Pero existe otra finalidad muy interesante: algunas entidades financieras de capital privado conceden hipotecas para refinanciar deudas o hacer frente a otro tipo de gastos.

El préstamo hipotecario es especialmente útil en casos de reunificación de deudas, aceptación de herencias, reforma de inmuebles o para hacer frente a embargos o pagos a la Administración

Para poder acceder a esta modalidad de hipoteca es necesario disponer de una propiedad –normalmente un piso, casa o local comercial– libre de cargas o con una hipoteca previa con poco capital pendiente de amortizar. Hay que tener en cuenta que el capital del préstamo como máximo llegará al 30%-40% del valor de tasación de la vivienda. Las operaciones se firman siempre ante notario pero a diferencia de las hipotecas para compra de vivienda, estos préstamos no implican la contratación de productos vinculados como seguros o cuentas corrientes.

En la concesión de esta tipología de préstamos destaca la financiera Suitaprest, especializada exclusivamente en préstamos con garantía hipotecaria. Con más de 10 años de experiencia en Europa, 2.000 clientes en España y un equipo de acreditados profesionales del sector financiero, cuenta con oficinas en Barcelona y Madrid y concede préstamos en toda España.

A diferencia de muchos intermediarios financieros que operan en el sector del capital privado, Suitaprest dispone de fondos propios, que le permiten ser muy ágil en la operativa y ahorrar comisiones de intermediación al cliente final.

¿Necesito un préstamo personal o un préstamo hipotecario?

Cuando obtener financiación se convierte en un verdadero reto, el préstamo con garantía hipotecaria es una alternativa muy interesante a tener en cuenta si se dispone de un inmueble en propiedad. Tener un piso, casa o local comercial da acceso a más opciones de financiación.

Es importante considerar que no se trata de una opción de financiación pensada para cantidades inferiores a 5.000 € ni para cubrir pequeños gastos hasta llegar a fin de mes. Para estos casos existen productos más adecuados, como son los préstamos personales o los minicréditos.

En cambio, el préstamo con garantía hipotecaria sí que resulta muy útil para importes más elevados, a partir de unos 10.000 € y hasta aproximadamente 300.000 € –en el caso de Suitaprest– y para hacer frente a situaciones puntuales de falta de liquidez.

El préstamo hipotecario es especialmente útil en casos de reunificación de deudas, aceptación de herencias, reforma de inmuebles o para hacer frente a embargos o pagos a la Administración. Resulta una muy buena alternativa tanto para particulares como para empresarios que desean salir de listados de morosidad como RAI o ASNEF o bien para profesionales autónomos que, por su actividad, no pueden demostrar unos ingresos fijos o regulares, circunstancias que prácticamente les cierran las puertas al crédito bancario.

Otro factor a tener en cuenta es el plazo de devolución: a diferencia de los préstamos personales, se pueden devolver hasta en 20 años o bien establecer un plazo de carencia pagando sólo intereses y devolver el préstamo de una sola una vez, cuando se haya vendido la vivienda, pagando así menos intereses. Esta última modalidad es muy interesante en los casos de herencia de inmuebles o financiación de reformas. El tipo de interés siempre es fijo, lo que permite al cliente tener una visión transparente de todas las cuotas, desde la primera hasta la última.

Financiación responsable

Los préstamos con garantía hipotecaria requieren, como cualquier solución financiera, una utilización responsable. Conviene haber valorado muy bien la capacidad presente de pago y ser capaces de prever, en la medida de lo posible, la capacidad futura de hacer frente a las cuotas del préstamo a lo largo del tiempo.

Es imprescindible conocer el funcionamiento y las condiciones del producto y ponerse en manos de profesionales expertos que cumplan con todos los requisitos legales y que además se comprometan a trabajar con un código de buenas prácticas. En este sentido, Suitaprest tiene un compromiso firme con la transparencia y pone a disposición de todos los interesados un servicio de asesoría legal, financiera y administrativa prefirma totalmente gratuito para que el cliente se sienta seguro con todos los términos del acuerdo en el momento de la firma ante notario.