Collboni: "Hay que pasar página del gobierno de Colau y del 'procés'"

“Progreso o proceso” es la disyuntiva que plantea al electorado Jaume Collboni, el candidato del PSC la alcaldía de Barcelona. El voto está muy fraccionado, los indecisos suman un alto porcentaje y las encuestas no dan un ganador claro, así que la campaña viste dos vertientes: la de la política más esencialista, aquella que pone el ‘procés’ en el centro del debate, y la de la política más social, aquella que mira por el bienestar de los electores, en este caso los de la ciudad de Barcelona. Las dos han estado presentes en la intervención del alcaldable socialista este viernes en el coloquio Primera Plan@ organizado por EL PERIÓDICO y el Banc Sabadell.

De entrada una advertencia: “Nos jugamos mucho, nos jugamos el ser o no ser de la ciudad de Barcelona”. Más avisos: “La elección es entre un gobierno proindependencia o un gobierno pro-Barcelona”. Las amonestaciones vienen a cuento tanto del “resultado final”, si como apuntan las encuestas es para Esquerra Republicana de Catalunya o Barcelona en Comú, como a cuento de los posibles acuerdos poselectorales: “Si el pacto entre Ada Colau y Ernest Maragall se materializa, la ciudad de Barcelona se convertirá en la suma de mal gobierno de la señora Colau y de sumisión al proceso independentista que representa la candidatura del señor Maragall”. Así que Collboni ha apelado al “único voto útil que tiene posibilidades de ganar”, que es el de su candidatura, con el objetivo de “pasar página del mal gobierno de Colau y del ‘procés’”.

ADN 100% Barcelona

Para conseguirlo ha hecho un llamamiento a todos “los electores progresistas, catalanistas, moderados y patriotas de Barcelona que quieren que Barcelona vuelva a estar bien gobernada, vuelva a tener un alcalde socialista y vuelva a mirar el futuro” para que confíen en su candidatura: “una fuerza progresista, no independentista, pero, sobre todo, una fuerza con ADN 100% Barcelona”. Collboni se ha mostrado convencido de su victoria: “ganaré”, y poco ha dicho sobre pactos, más allá de pedir diálogo: “si tenemos un voto más, hablaremos con todo el mundo para hacer gobernable la ciudad, como siempre hemos hecho los socialistas porque es marca de la casa”. Tampoco ha querido entrar en valorar ataques producidos entre candidatos: “El respeto a los electores y a la inteligencia de los ciudadanos merece que los candidatos seamos respetuosos con nuestros contrincantes. Últimamente se han hecho comentarios desagradables sobre las condiciones personales de cada uno, y yo no lo haré”.

Pero sí ha mostrado su disgusto por una afirmación realizada por Maragall hace unos días sobre la renuncia a la catalanidad de los socialistas catalanes: “no me preocupa tanto que lo diga como que la piense alguien que quiere ser alcalde. Estamos un poco hartos de está cancioncita que nos suena mucho a lo que decía Pujol cuando repartía carnets de catalanidad. Los no independentistas somos tan catalanes o más que el señor Maragall, y los no independentistas catalanistas que defendemos nuestra identidad y nuestra cultura pensamos sencillamente que la independencia no es la solución”. A eso ha contrapuesto la campaña que ha hecho su partido: “positiva, llena de planes y pactos ambiciosos y disruptivos, y a la vez posibles” que buscan “volver a ser Barcelona”.

Seguridad y acceso a la vivienda

¿Cuál es la receta de Collboni? Visión metropolitana, cohesión social, crecimiento económico, cultura y reto climático. Cinco ejes que ha desgranado incidiendo especialmente en la cohesión social con propuestas como “la ampliación de la renta mínima infantil garantizada para que todos los niños tengan, como mínimo, comida, gastos escolares y transporte”; un programa de ayuda a los comerciantes para que en el 2025 el 100% de las tiendas sean accesibles para las personas con problemas de movilidad, el acceso de la Tarjeta rosa a los parados de larga duración y la creación de una regiduría contra la soledad que combata “uno de los fenómenos de las grandes ciudades que es la soledad. Hoy tenemos en Barcelona más de 100.000 mujeres mayores de 75 años que viven solas”.

Collboni también tiene recetas para dos de las mayores preocupaciones de los barceloneses según el último barómetro del ayuntamiento: la seguridad y el acceso a la vivienda, esta última “un fracaso sin paliativos del gobierno de Colau”. Collboni ha recordado que la actual alcaldesa prometió 8.000 pisos de protección oficial y solo ha construido 800 por los 4.000 que levantó Jordi Hereu, el último alcalde socialista. “En Barcelona hay 82 solares disponibles programados para hacer vivienda social que no se han movido, por lo tanto una de mis primeras medidas durante los 100 días de gracia, si soy alcalde, será movilizar estos 82 solares”. También ha habido tiempo para hablar de desahucios: “pondremos el foco en la prevención no en los elementos paliativos. Preventivo quiere decir avalar a las familias que no pueden pagar el alquiler y en el caso de hipotecas hacer un programa de subvenciones revertibles  para evitar los impagos”.

Incentivos para los emprendedores

Para el alcaldable del PSC “las políticas de seguridad son políticas de izquierdas  porque la inseguridad afecta más a los más débiles, a los barrios más vulnerables”.  Y ahí ha enumerado el 22% incremento de los pequeños delitos con uno de cada cuatro barceloneses como víctima y el ser la ciudad más insegura de España. Collboni ha prometido solucionarlo en “un año” con “prevención, seguridad y más policía”. Y se ha comprometido a “cooperar policialmente y no hacer politiquería con la seguridad. Hay que resolver el problema”.

La economía con incentivos y suspensión de tasas a los emprendedores –“el mensaje de la ciudad a la gente emprendedora debe ser ‘hola, bienvenido’, no ser ‘hola, primera tasa’-; la cultura, con un aumento del presupuesto municipal a ella dedicada hasta llegar el 7%; el deporte, con receta médica subvencionada para hacer ejercicio, y la lucha contra el cambio climático han sido otras de las propuestas puestas sobre la mesa por Collboni que, ha afirmado, quiere ser “el alcalde de todos, de los que le voten y de los que no”.