CRÓNICA

Ligera decepción

El debut del proyecto de R&B indie The Weeknd dejó un agridulce sabor

J. M. F.
BARCELONA

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De oscuro, invisible proyecto de R&B independiente, The Weeknd ha pasado a banda con cara y ojos, que hace directos y se mueve en un escenario. El salto no ha sido del todo fluido. En las mixtapes que le han dado fama internacional, el cantautor y productor Abel Tesfaye apuesta por un sonido sutil, perceptivo, algo espectral (es lo que distingue a su R&B de las maneras del pelotón mainstream).

Pero en los festivales al aire libre cuesta triunfar con sutilezas, así que en sus actuaciones apuesta por guitarrazos eléctricos y un cierto exceso de florituras vocales. Para colmo de males, su paso por el Primavera Sound empezó con problemas técnicos: un bajón de tensión que convirtió High for this (quizá su corte más reconocible) en coitus interruptus. Recuperaron luz y sonido, pero el accidente hizo mella y al grupo le costó entrar en calor, como me temo que al público. Si al principio había menos audiencia de la esperada, durante el resto del show aún fue menguando regularmente.

El momento más salvable: su asalto a Crew love, la canción con la que ha colaborado en el último disco del rapero en su misma órbita Drake. Ahí todo funcionó.