Por Xabi Barrena
Ernest Maragall es el conocido desconocido. Tras pasar décadas a la sombra de su hermano Pasqual, no fue hasta 2014, cuando se aproximó a ERC, que el hoy alcaldable inició una carrera en la primerísima línea política. El ganador de los comicios en 2019, tiene el reto de contradecir la demoscopia y vencer en las elecciones de Barcelona más disputadas el próximo 28 de mayo.
Este es un retrato del candidato republicano:
Concurrió por primera vez a las elecciones municipales de 1995, con el PSC, como número 13 de la lista y obtuvo acta de concejal.
...desayunaría?
Con Jaume Collboni.
...almorzaría?
Con Xavier Trias.
...cenaría?
Con Daniel Sirera.
...se tomaría una copa?
Con Ada Colau.
Vive de alquiler, con su esposa, en un piso de la calle Balmes de Barcelona.
Casado.
Tienes dos hijas: María (54 años) y Clara (52 años).
Dejó de fumar a los 40 años.
Sí, publicó 'Escola nova, poble lliure'.
Tiene un coche (Toyota Yaris) y se mueve por la ciudad en autobús, metro, ferrocarriles, vehículo privado y coche oficial.
Le gusta ver fútbol, tenis, básquet y golf en directo o en televisión; leer y escuchar música y pasear delante del mar.
Actualmente no tiene ninguna, pero tuvo un perro en el pasado.
Es difícil hacerse un hueco cuando una estación de metro lleva tu apellido, tu abuelo es una referencia en la cultura catalana y tu hermano, un mito vivo y padre de la Barcelona actual. Pero lo cierto es que Ernest Maragall, que dejó de ser el 'tete' cuando ingresó en ERC, fue y es la gran apuesta de Oriol Junqueras para lograr la alcaldía de la capital de Catalunya.
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