Comicios este domingo

Las 8 incógnitas que se despejarán en Catalunya esta noche electoral

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Salvador Illa, Pere Aragonès, Carles Puigdemont, Ignacio Garriga, Laia Estrada, Jéssica Albiach, Carlos Carrizosa y Alejandro Fernández

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Júlia Regué

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Barcelona
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Los catalanes decidirán este domingo la composición del futuro hemiciclo del Parlament, en unas elecciones que dibujarán las alianzas posibles tras una campaña en la que los jugadores del tablero político han escondido las cartas. Estas son ocho de las incógnitas que se despejarán esta noche electoral:

El candidato del PSC llega a la cita con las urnas dando por descontado su triunfo, pero con la duda de si el crecimiento pronosticado para su bancada será el necesario para convertirse en president. La reflexión de Sánchez ha movilizado a su electorado, especialmente al que suele votar al PSOE en las generales y optar por una abstención en las autonómicas, e Illa ha sacado partido de la polarización entre él y el candidato de Junts, Carles Puigdemont.

El líder del PSC ha defendido que no rehúsa ninguna fórmula de gobierno plausible, salvo si pasa por la extrema derecha de Vox o por la xenófoba Aliança Catalana, tampoco la de gobernar en minoría, pero Junts ya ha cerrado la puerta a una 'sociovergencia' y todavía hay dudas sobre la posibilidad de que Esquerra facilite su investidura si no hay mayoría independentista, pese al temor a una repetición electoral. Los Comuns sí han sido claros, quieren un Govern progresista y tener asiento en el Consell Executiu. El resultado de esta noche determinará si Illa tiene opciones de hacerse con el mando de la Generalitat y con quién podría tratar de formar el próximo Govern.

El prometido regreso de Puigdemont no solo ha logrado cohesionar a las filas posconvergentes, sino también a su electorado. Y sus proclamas por una "restitución" han conseguido levantar del sofá a los independentistas que en 2021 se quedaron en casa en esta última recta final, según los sondeos. La demoscopia indica que logrará el 'sorpasso' a Esquerra, pero la incógnita es si Puigdemont puede llegar incluso a disputar el triunfo a Illa y si disfrutará de una suma independentista que le garantice, sin la extrema derecha de Aliança Catalana, los votos suficientes para recuperar la presidencia. ERC será clave para decantar la balanza entre Illa y Puigdemont si finalmente no hay una mayoría clara, pero el riesgo de una repetición electoral arrecia.

Los posconvergentes aspiran a superar con creces a los republicanos y volver a tener ellos el liderazgo del independentismo. De hecho, su coalición en el Govern solo se ha roto cuando Junts no ha comandado el Palau de la Generalitat, de ahí que los republicanos les achaquen "falta de lealtad". Por eso tener la hegemonía no es suficiente, en JxCat confían en ganar a ERC con claridad para reeditar la alianza independentista sin que Esquerra tenga el mando ni pueda exigir un reparto equitativo del Consell Executiu. Puigdemont suele resumir el escenario con el desempate que arrastran desde 2015. Pero para la suma, los dos actores también necesitarán que la CUP salve los muebles.

El reto del PP es lograr superar a Vox. Las encuestas auguran un empate, pero el que quede por delante liderará el espacio político. Alberto Núñez Feijóo necesita capitalizar el voto contra los socialistas, quedando por delante de la extrema derecha, más todavía ante la próxima cita electoral: las europeas del 9 de junio, en las que habrá un duelo Sánchez-Feijóo. El segundo reto es que sus escaños sean decisivos. Los populares descartan facilitar la investidura de Illa, pero a tenor de la 'operación Collboni', por la que el PP votó a favor del alcalde para evitar que Xavier Trias se hiciera con la vara de mando del ayuntamiento de Barcelona, las dudas planean.

La extrema derecha independentista puede entrar por primera vez en el Parlament, pero ya se traza un cordón sanitario para impedir que condicionen la actividad parlamentaria. PSC, ERC, Junts, Comuns y CUP han dejado por escrito que no pactarán "ni por acción ni por omisión" con la formación que lidera Sílvia Orriols ni con Vox para "conformar una eventual mayoría de investidura", pero habrá que ver esta noche si logran representación y si esta es necesaria para una posible investidura de Puigdemont. Junts ha dado portazo a sus votos, pero Orriols defiende que hay que dar una "segunda oportunidad" al expresident, por mucho que él no quiera su apoyo porque un aval de Aliança Catalana puede hacer caer el apoyo de ERC y la CUP y complicar la suma independentista.

Los naranjas ganaron las elecciones catalanas del 21 de diciembre de 2017, convocadas tras la suspensión de la autonomía, y corren el riesgo de desaparecer este 12 de mayo, tras la aprobación de la amnistía en el Congreso pendiente aún del veto del Senado y de la posterior aprobación definitiva. Cs vivió su momento dulce en pleno apogeo del 'procés', pero Catalunya, el lugar que les vio nacer, puede terminar siendo la autonomía en que firmen su desaparición. El PP ha puesto todos sus esfuerzos en concentrar el voto en sus siglas y la demoscopia apunta que hoy pueden quedarse fuera del Parlament.

Las piezas de este puzle marcarán el devenir de la continuidad de Sánchez, con una primera prueba de fuego con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Que Illa gane con claridad da al presidente del Gobierno el espaldarazo necesario para defender la amnistía ante Europa, pero la clave será el futuro Govern. Si el candidato socialista consigue ser investido por ERC o Junts, el otro partido independentista subirá el precio de sus votos en el Congreso.

Si gobierna el independentismo, la capacidad de acción conjunta en Madrid y la dependencia a los acuerdos pendientes puede calmar las aguas, ya que no hay unilateralidad en el horizonte y las propuestas programáticas de esta campaña pasan, en buena parte, por un acuerdo con el Gobierno.

La reacción de Esquerra y Junts si Illa gobierna en solitario y sin su aval se prevé más feroz en el Congreso que en el Parlament, porque solo de sus apoyos dependerá el mandato. Hay varias piezas en juego, pero ni a ERC ni a Junts les interesa ir a unas elecciones generales ante la posibilidad de que gobierne el PP con Vox.

La fragmentación alienta el miedo al bloqueo. Si esta noche no ofrece mayorías claras y posibles, que superen los vetos cruzados, el escenario de una repetición electoral en octubre empezará a tomar forma. Una reedición de los comicios podría incrementar el pulso entre Illa y Puigdemont, de ahí que al resto de formaciones, a priori, no les convenza la idea. El temor a la parálisis ha protagonizado la campaña, y quizá este domingo tampoco salgamos de dudas, pero, como mínimo, los catalanes ya se habrán pronunciado. Dependerá de las fuerzas políticas el entendimiento.

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