Illa incluye tanto a independentistas como al PP en la geometría de pactos para un Govern "estable"

Da igual cuanto insistan Junts y ERC en que no van a pactar con el PSC tras las elecciones del 12 de mayo. Salvador Illa, que en cada comparecencia pública da por descontado que se hará realidad el pronóstico de las encuestas que lo situan como ganador, reivindica que no es momento de no poner "vetos". De hecho, ha manifestado que dentro de su geometría de pactos cabe desde los partidos independentistas hasta el PP, y ha presumido de haber alcanzado acuerdos en esta legislatura tanto con unos como con otros a diferentes niveles institucionales.

Así lo ha dicho desde Badalona, pese a la amenaza de Carles Puigdemont, en una entrevista en 'El Nacional', de retirar el apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez en caso de que Illa le arrebate la presidencia de la Generalitat con una jugada como la que hizo Jaume Collboni en Barcelona de la mano de los populares y de los Comuns para dejar a Xavier Trias sin la alcaldía. "Illa sabrá lo que tiene que hacer", ha dejado caer el candidato de Junts vinculando directamente lo que pase tras el 12 de mayo a las "consecuencias" sobre la legislatura española.

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"Tenemos planteamientos políticos muy diferentes, pero eso no nos impide llegar a acuerdos", ha respondido el líder del PSC recordando, especialmente, los pactos municipales que se han tejido con Junts. De la misma manera que ha respondido con mano tendida al exabrupto de Puigdemont, Illa ha hecho lo propio con el president Pere Aragonès pese a que este sábado denunció las "mentiras" de los socialistas, a los que acusó de tener "España" y no Catalunya como proyecto. Así pues, ha añadido que su partido ha tejido pactos con ERC, y también con los Comuns o incluso con el PP. Su único veto es a los "discursos de odio" de la extrema derecha de Vox y Aliança Catalana, con los que ha pedido al resto de partidos que se comprometan de forma clara a no pactar. Hasta ahora lo ha hecho ERC, pero no Junts.

"No bloquear"

Una vez más, Illa ha hecho un llamamiento a "no bloquear" la gobernabilidad de Catalunya tras el 12 de mayo -uno de los riesgos que apuntan las encuestas si se mantienen los vetos explicitados- porque "no lleva a ninguna parte" y ha prometido que, si él está al frente, garantizará un Govern "estable" por encima de "ideologías y siglas", como ya señaló en su conferencia del pasado jueves en las Drassanes. "Tendremos que articular un esquema de gobierno. Esta sociedad es plural y diversa, cosa que es una fuente de riqueza", ha afirmado en referencia a las sumas que tendrán que hacerse para lograr un nuevo Executiu.

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El dirigente socialista trata de proyectar que es su turno después de una "década perdida" de la mano de cuatro presidentes a los que cita uno a uno: Pere Aragonès, Quim Torra, Carles Puigdemont y Artur Mas. "Ya hemos visto el resultado de los gobiernos de ERC y Junts", ha dicho en referencia al balance negativo que hace de la gestión de la sequía, la educación, la sanidad, la seguridad o la transición energética. Su proyecto, ha reiterado, pasa por "priorizar" los servicios públicos con propuestas que "toquen con los pies el suelo" y ocupándose de "lo que preocupa" a los catalanes, que a su juicio no es un referéndum ni unos planteamientos independentistas que tacha de "divisivos".