Carrero Blanco

el principio del fin del régimen de Franco

Junio de 1973. Con 84 años y tras 34 de dictadura, un agotado general Franco decide separar las jefaturas del Estado y del Gobierno y nombra presidente al almirante Luis Carrero Blanco. Seis meses después, el 20 de diciembre, el hombre clave de un régimen que agonizaba era asesinado en el atentado de mayor envergadura de ETA hasta la fecha. El magnicidio truncó la línea 'sucesoria' marcada por Franco y el destino de la dictadura. Aquel día se considera el comienzo de la transición a la democracia.

¿Quién era Carrero Blanco?

Nacido en Santoña (Cantabria) en 1903, se dedicó a la carrera militar desde su juventud y alcanzó en la Armada el rango de almirante. Durante la guerra civil, dirigió varias unidades y llegó a jefe de operaciones del Estado Mayor de la Armada. Se caracterizaba por su duro carácter, un férreo catolicismo y un feroz antisemitismo.

  • Representante del ala más conservadora del régimen, durante la dictadura ocupó puestos de responsabilidad en la Administración. Apoyo en la sombra de Franco, como su mano derecha convenció al dictador para sustituir la autarquía por la economía de mercado, y apoyó la designación del príncipe Juan Carlos como sucesor.
  • Como subsecretario de la Presidencia, ejerció una posición clave como mediador en los conflictos entre las distintas facciones del régimen, aunque no perteneció a ninguna de ellas. Su condición de segundo hombre más poderoso de la dictadura le valió el nombramiento como presidente del Gobierno el 9 de junio de 1973.

¿Quién era Carrero Blanco?

Nacido en Santoña (Cantabria) en 1903, se dedicó a la carrera militar desde su juventud y alcanzó en la Armada el rango de almirante. Durante la guerra civil, dirigió varias unidades y llegó a jefe de operaciones del Estado Mayor de la Armada. Se caracterizaba por su duro carácter, un férreo catolicismo y un feroz antisemitismo.

  • Representante del ala más conservadora del régimen, durante la dictadura ocupó puestos de responsabilidad en la Administración. Apoyo en la sombra de Franco, como su mano derecha convenció al dictador para sustituir la autarquía por la economía de mercado, y apoyó la designación del príncipe Juan Carlos como sucesor.
  • Como subsecretario de la Presidencia, ejerció una posición clave como mediador en los conflictos entre las distintas facciones del régimen, aunque no perteneció a ninguna de ellas. Su condición de segundo hombre más poderoso de la dictadura le valió el nombramiento como presidente del Gobierno el 9 de junio de 1973.

El comando de ETA

'Argala', 'Atxulo' y 'Wilson', tres de los miembros del ‘comando Txikia’

'Argala', 'Atxulo' y 'Wilson', tres de los miembros del ‘comando Txikia’

El grupo de cinco etarras que perpetró el atentado se autodenominó ‘comando Txikia’, por el nombre de un dirigente de ETA asesinado por la policía.

El comando lo integraban:

  • Juan María Zugarramurdi Huici, ‘Kiskur
  • José Miguel Beñaran Orduña, ‘Argala
  • Javier Larreategi Cuadra, ‘Atxulo
  • Pedro Ignacio Pérez Beotegi, ‘Wilson
  • Ignacio Mugica Arregi, ‘Ezkerra

El comando de ETA

'Argala', 'Atxulo' y 'Wilson', tres de los miembros del ‘comando Txikia’

'Argala', 'Atxulo' y 'Wilson', tres de los miembros del ‘comando Txikia’

El grupo de cinco etarras que perpetró el atentado se autodenominó ‘comando Txikia’, por el nombre de un dirigente de ETA asesinado por la policía. ·Ignacio Mugica Arregi, ‘Ezkerra’. El comando lo integraban:

  • Juan María Zugarramurdi Huici, ‘Kiskur
  • José Miguel Beñaran Orduña, ‘Argala
  • Javier Larreategi Cuadra, ‘Atxulo
  • Pedro Ignacio Pérez Beotegi, ‘Wilson
  • Ignacio Mugica Arregi, ‘Ezkerra

La planificación

A las ocho de la tarde de un día de septiembre de 1972, en una cita acordada en la cafetería del Hotel Mindanao de Madrid, los etarras 'Wilson' y 'Argala' reciben información de un hombre de unos 35 años, moreno y con vestimenta deportiva, que les cuenta que Carrero, entonces vicepresidente del Gobierno, acude a diario a oír misa de 9 en la iglesia de San Francisco de Borja. Nunca se ha sabido la identidad real de aquel informante.

Al recibir esa información, la primera intención fue secuestrarle para pedir la libertad de 200 etarras. Pero su nombramiento como presidente y el aumento de su escolta les obliga a cambiar de plan. Vestidos de curas no oficiantes, 'Wilson' y 'Argala' vigilaron a Carrero durante días en las misas matinales y comulgaron junto a él.

Tras descartar un tiro de fusil con mira telescópica, 'Argala' se alquila un bajo en el número para poder excavar un túnel desde dentro hasta el centro de la calle y colocar allí los explosivos, robados en una cantera de Hernani. 'Atxulo' se hace pasar por escultor para justificar el ruido de las obras, que comienzan el 7 de diciembre.

La galería excavada tiene forma de 'T', cada tramo mide 6,4 metros y tiene un diámetro de menos de un metro. En el túnel de la calle colocan tres cargas antitanque de 50 kilos de explosivos cada una. En total, 150 kilos de Goma-2 y algunos cartuchos de dinamita.

Para evitar que la fuerza de la explosión se disperse por los laterales, los terroristas colocan sacos con tierra alrededor de los explosivos. Además, aparcan un coche en doble fila para obligar al vehículo de Carrero a aminorar la velocidad y pasar exactamente sobre la carga explosiva.

El atentado estaba previsto para dos días antes, el 18 de diciembre, pero la presencia en Madrid del secretario de Estado de EEUU, Henry Kissinger, obliga a aplazarlo al día 20 porque la calle de Claudio Coello está cerca de la embajada norteamericana y era previsible que aumentaran las medidas de seguridad en esa zona.

ETA gastó 1,5 millones de pesetas durante un año de preparativos de la que llamó 'Operación Ogro'. El comando llegó a tener alquilados siete pisos para cubrir una posible huida a Francia. El piso franco principal siempre estuvo en la calle Mirlo número 1, puerta 12-C, de Madrid.

A las ocho de la tarde de un día de septiembre de 1972, en una cita acordada en la cafetería del Hotel Mindanao de Madrid, los etarras 'Wilson' y 'Argala' reciben información de un hombre de unos 35 años, moreno y con vestimenta deportiva, que les cuenta que Carrero, entonces vicepresidente del Gobierno, acude a diario a oír misa de 9 en la iglesia de San Francisco de Borja. Nunca se ha sabido la identidad real de aquel informante.

Al recibir esa información, la primera intención fue secuestrarle para pedir la libertad de 200 etarras. Pero su nombramiento como presidente y el aumento de su escolta les obliga a cambiar de plan. Vestidos de curas no oficiantes, 'Wilson' y 'Argala' vigilaron a Carrero durante días en las misas matinales y comulgaron junto a él.

Tras descartar un tiro de fusil con mira telescópica, 'Argala' se alquila un bajo en el número para poder excavar un túnel desde dentro hasta el centro de la calle y colocar allí los explosivos, robados en una cantera de Hernani. 'Atxulo' se hace pasar por escultor para justificar el ruido de las obras, que comienzan el 7 de diciembre.

La galería excavada tiene forma de 'T', cada tramo mide 6,4 metros y tiene un diámetro de menos de un metro. En el túnel de la calle colocan tres cargas antitanque de 50 kilos de explosivos cada una. En total, 150 kilos de Goma-2 y algunos cartuchos de dinamita.

Para evitar que la fuerza de la explosión se disperse por los laterales, los terroristas colocan sacos con tierra alrededor de los explosivos. Además, aparcan un coche en doble fila para obligar al vehículo de Carrero a aminorar la velocidad y pasar exactamente sobre la carga explosiva.

El atentado estaba previsto para dos días antes, el 18 de diciembre, pero la presencia en Madrid del secretario de Estado de EEUU, Henry Kissinger, obliga a aplazarlo al día 20 porque la calle de Claudio Coello está cerca de la embajada norteamericana y era previsible que aumentaran las medidas de seguridad en esa zona.

ETA gastó 1,5 millones de pesetas durante un año de preparativos de la que llamó 'Operación Ogro'. El comando llegó a tener alquilados siete pisos para cubrir una posible huida a Francia. El piso franco principal siempre estuvo en la calle Mirlo número 1, puerta 12-C, de Madrid.

El coche de Carrero

El vehículo oficial de Carrero Blanco era un Dodge Dart 3700 GT negro, un modelo de automóvil de lujo fabricado por Chrysler España entre 1971 y 1977. Pesaba 1.738 kilos y carecía de blindaje.

Los restos del automóvil fueron expuestos en el Museo del Ejército de Madrid durante una década y luego trasladados al Museo del Ejército de Toledo, donde permanecen guardados en un sótano sin acceso al público.

El atentado

Carrero Blanco sale de su domicilio en el número 6 de la calle Hermanos Bécquer de Madrid

Sube a su coche oficial seguido por un otro vehículo con más escoltas

Pasa por las calles López de Hoyos y Serrano hasta llegar a la iglesia de San Francisco de Borja para asistir a misa de 9.00

Carrero Blanco sale de la iglesia y sube de nuevo a su coche, que inicia la marcha en calle Serrano, gira por la calle Juan Bravo y entra en la calle Claudio Coello.

El etarra ‘Kiskur’ está preparado para dar la señal a ‘Argala’ para que, subido a una escalera y camuflado con un mono de electricista, accione las cargas explosivas con un sistema a distancia.

Cuando el coche pasa por encima de las cargas explosivas el etarra Argala las activa con un sistema a distancia

El vehículo alcanza una altura de 35 metros.

Golpea con la cornisa del quinto piso del Colegio de los Jesuitas.

Supera las dos vertientes del tejado

Cae ahora sobre la terraza interior del claustro del colegio, una altura de 3 pisos

La explosión es tan potente que lanza por los aires el coche de Carrero, de 1.738 kilos, y abre un cráter de 8 metros de diámetro en el asfalto.

Los etarras salen corriendo en dirección a la calle Diego de León, donde les espera ‘Atxulo’ al volante de un automóvil.

Las víctimas mortales

Las víctimas mortales

Luis Carrero Blanco

El almirante presidente del Gobierno muere en el acto por múltiples fracturas, aplastamiento torácico y rotura interna.

José A. Bueno Fernández

El inspector de policía y escolta de Carrero muere en el acto por un aplastamiento craneal y torácico severo.

José Luis Pérez Mogena

El chófer, el único de los tres ocupantes del vehículo que ingresa con vida en el hospital, donde fallece al poco tiempo.

La investigación

La misma noche del magnicidio, 'Wilson' y otro portavoz de ETA entregan en el diario 'Libération' de París un comunicado que reivindica la autoría del asesinato. Los terroristas dieron una rueda de prensa clandestina el 28 de enero de 1974 para explicar cómo prepararon el atentado, algo que dejaron plasmado en su primer 'Zutik' (boletín interno) de ese año.

Sin embargo, nunca hubo un juicio, no se dictó ninguna sentencia y los etarras se beneficiaron de la ley de amnistía de 1977. El caso ha sido fuente de todo tipo de interpretaciones, generadas por errores inexplicables en la investigación, fallos en los cuerpos de seguridad del Estado, desaparición y manipulación de documentos e, incluso, dudas sobre la tesis oficial de la autoría en solitario de ETA.

Los nombres claves tras el atentado

Incógnitas y conjeturas sobre el crimen

  • La infraestructura de ETA en Madrid era débil y sus miembros eran duchos en el manejo de explosivos y pistolas, pero inexpertos en el diseño de una operación de tal magnitud.
  • El atentado se produjo a escasos metros de la embajada de EEUU, una de las zonas más vigiladas de Madrid, donde el secretario de Estado, Henry Kissinger, se había hospedado la víspera.
  • La investigación duró hasta 1977 y quedó plasmada en los 3.144 folios que integran el sumario 142/1973. Para ello se tomó testimonio a 162 interrogados. Pero Francia se negó a extraditar a los miembros de ETA señalados por la justicia franquista como coautores del atentado y el sumario estuvo perdido 25 años. Apareció en una caja fuerte del Tribunal Supremo.

  • En 1981, la agencia oficial soviética Tass difundió que el atentado contó con el beneplácito o la colaboración, directa o indirecta, de EEUU porque Carrero "se negaba a cumplir ciegamente con las órdenes que recibía del otro lado del Atlántico". El historiador británico Charles Powell, tras examinar la documentación estadounidense desclasificada, sostuvo que "no existe prueba alguna" de esa acusación.
  • En 1983, el etarra 'Wilson', cerebro del magnicidio, relató en una entrevista al semanario 'Interviú' cómo planificaron y organizaron el atentado.
  • En 1984, el juez instructor sostuvo en una entrevista también a 'Interviú' que siempre se inclinó por una inspiración más allá de ETA. Sospechaba que la CIA había detectado al comando etarra por estar tan cerca de su embajada en Madrid, y que se lo había comunicado a la policía española. Esta, según su teoría, no hizo nada contra el comando. El magistrado también barajó que, al ser Carrero uno de los partidarios del rey Juan Carlos como sucesor de Franco, a la extrema derecha de la época le interesaba su muerte.
    • La infraestructura de ETA en Madrid era débil y sus miembros eran duchos en el manejo de explosivos y pistolas, pero inexpertos en el diseño de una operación de tal magnitud.
    • El atentado se produjo a escasos metros de la embajada de EEUU, una de las zonas más vigiladas de Madrid, donde el secretario de Estado, Henry Kissinger, se había hospedado la víspera.
    • La investigación duró hasta 1977 y quedó plasmada en los 3.144 folios que integran el sumario 142/1973. Para ello se tomó testimonio a 162 interrogados. Pero Francia se negó a extraditar a los miembros de ETA señalados por la justicia franquista como coautores del atentado y el sumario estuvo perdido 25 años. Apareció en una caja fuerte del Tribunal Supremo.
    • En 1981, la agencia oficial soviética Tass difundió que el atentado contó con el beneplácito o la colaboración, directa o indirecta, de EEUU porque Carrero "se negaba a cumplir ciegamente con las órdenes que recibía del otro lado del Atlántico". El historiador británico Charles Powell, tras examinar la documentación estadounidense desclasificada, sostuvo que "no existe prueba alguna" de esa acusación.
  • En 1983, el etarra 'Wilson', cerebro del magnicidio, relató en una entrevista a 'Interviú' cómo planificaron y organizaron el atentado.
  • En 1984, el juez instructor sostuvo en una entrevista concedida al semanario 'Interviú' que siempre se inclinó por una inspiración más allá de ETA. Sospechaba que la CIA había detectado al comando etarra por estar tan cerca de su embajada en Madrid, y que se lo había comunicado a la policía española. Esta, según su teoría, no hizo nada contra el comando. El magistrado también barajó que, al ser Carrero uno de los partidarios del rey Juan Carlos como sucesor de Franco, a la extrema derecha de la época le interesaba su muerte.
  • Un reportaje de El Periódico

    Textos: Jose Rico y Juan José Fernández
    Diseño: Ramon Curto y David Jiménez
    Infografías. Ramon Curto
    Coordinación: Rafa Julve