Las entidades memorialistas presionan para el traslado de la policía de Via Laietana con una manifestación el 23-N: "Que no se blanquee la impunidad"

Las entidades memorialistas confiaban en que, justo ahora que se conmemoran los 50 años de la muerte de Franco y que los socialistas defienden la necesidad de que el dolor que provocó la dictadura no caiga en el olvido, este sería el momento de que la comisaría de la Via Laietana dejara de ser de uso policial y se convirtiera en un centro de memoria. Sin embargo, eso no ha sucedido, ya que el gesto que ha hecho el Gobierno de Pedro Sánchez no ha ido más allá de iniciar el trámite para la declaración del edificio como lugar de memoria con la colocación de una placa conmemorativa. Es por eso que las entidades han redoblado su pulso por una reivindicación que arrastran desde hace más de dos décadas y han convocado una manifestación el 23 de noviembre ante la misma prefectura.

Reclamamos verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. Corremos el riesgo de blanquear la impunidad en lugar de combatirla

Pilar Rebaque

— Abogada y miembro de la Comissió de la Dignitat

"Reclamamos verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. El procedimiento habitual no las garantiza. Si no se introducen cambios, corremos el riesgo de blanquear la impunidad en lugar de combatirla", han advertido Pilar Rebaque, abogada y miembro de la Comissió de la Dignitat, y Antoni Coll, presidente del Ateneu Memòria Popular. Ambos forman parte de la Plataforma Via Laietana 43, el paraguas que aglutina a las entidades memorialistas y con el que han impulsado un manifiesto que suma ya más de 240 adhesiones, además del apoyo de una cuarentena de ayuntamientos.

Reivindican que es "insuficiente y perverso" para las víctimas que solo se plantee la colocación de una placa teniendo en cuenta que ya hay una justo delante y que ha sido vandalizada en distintas ocasiones. "Una democracia consolidada no se puede permitir que un espacio marcado por la represión continúe siendo un centro policial, y menos aún con la extrema derecha al alza que se aprovecha de la falta de memoria democrática para apuntalar sus discursos de odio", argumentan.

Alegaciones a la decisión del Gobierno

Además de la manifestación, las entidades han presentado alegaciones a la decisión del Gobierno para que la declaración de la comisaría como lugar de memoria que implique "el cese inmediato de toda actividad policial", así como para reclamar que la propiedad del edificio y de su fondo documental se transfiera a la Generalitat. También que el periodo histórico que se reconozca vaya más allá del franquismo y abarque la transición y que se cuente con la voz y el testimonio de las víctimas. También el PP y los sindicatos policiales han presentado alegaciones a la decisión del Gobierno, pero en sentido contrario al considerar que la resignificación de las instalaciones "no están justificadas".

Según las entidades memorialistas, tanto el Govern de la Generalitat como el Ayuntamiento de Barcelona reconocen en las reuniones que mantienen en privado que su petición tiene sentido. "Nos dicen que tenemos la razón", aseguran. Sin embargo, señalan al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y a los sindicatos policiales como los principales impedimentos para que se traslade a la policía. Durante las negociaciones incluso se puso sobre la mesa un edificio alternativo para alojar al cuerpo a tan solo 900 metros del actual, pero los esfuerzos han sido, por ahora, en vano.

50 años después del franquismo, al PSOE le tiembla el pulso para enfrentarse a los sindicatos de la Policía Nacional

Antoni Coll

— Presidente del Ateneu Memòria Popular

"Hay una gran hipocresía del PSOE y del ministro del Interior y, por extensión, de los gobiernos que se erigen en defensores de la memoria democrática y no la hacen efectiva. 50 años después del franquismo, al PSOE le tiembla el pulso para enfrentarse a los sindicatos de la Policía Nacional", ha lamentado Coll, que ha emplazado a aprovechar que gobiernan los socialistas en las tres administraciones implicadas para que se vaya más allá de lo que consideran un gesto simbólico. "No nos vamos a dar por vencidos", ha concluido.

Suscríbete para seguir leyendo