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Catalunya tendrá 24 delegaciones en el mundo a pleno rendimiento en esta legislatura

El conseller Duch defiende la creación de tres nuevas sedes en el extranjero, que le costarán al Govern unos 2,4 millones

Illa reformula su política exterior y ampliará las delegaciones catalanas para cazar inversiones tras el 'procés'

El Govern aprueba un plan para consolidar y profesionalizar las delegaciones catalanas en el exterior

Catalunya abrirá una delegación en China para fijar un nuevo marco de relaciones institucionales

Comparecencia del conseller de Acción Exterior Jaume Duch.

Comparecencia del conseller de Acción Exterior Jaume Duch. / Parlament de Catalunya

Quim Bertomeu

Quim Bertomeu

Barcelona
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De 1 a 24. Este es el crecimiento que experimentarán las delegaciones de la Generalitat en el extranjero en una década. Se fija como punto de partida el año 2017 porque fue entonces cuando, con la aplicación del artículo 155 de la Constitución, el Gobierno de Mariano Rajoy cerró todas las que había abiertas -una decena- menos la de Bruselas. La reapertura empezó en 2018 con el Govern de Quim Torra (Junts) y se intensificó con el ejecutivo de Pere Aragonès (ERC). Ahora, con el gabinete de Salvador Illa (PSC), el objetivo es llegar a las 24 sedes a pleno rendimiento antes de que acabe la legislatura en 2028. El coste anual de todas ellas rondará entre los 14 y los 15 millones de euros.

El encargado de explicar este crecimiento ha sido el conseller de Unión Europea y Acción Exterior, Jaume Duch. Lo ha hecho este miércoles en una comparecencia en el Parlament. Actualmente, hay 21 delegaciones en funcionamiento y el Govern tiene decidido abrir tres nuevas: una en China, otra en Canadá y otra en Jordania. Además, cambiará de ubicación a otras cuatro que ya existen pero que el actual ejecutivo considera que serán más eficientes cambiando de país o ciudad. La de Sudáfrica pasará a Kenia; la de Croacia a Rumanía; la de Túnez a Marruecos y, finalmente, la de Brasil cambiará Río de Janeiro por São Paulo.

La consolidación y ampliación de estas delegaciones es una condición que ERC le puso al PSC a cambio de investir a Salvador Illa. Duch ha defendido que, en un "mundo que está en un cambio constante", la "proyección institucional" de la Generalitat es "más importante que nunca". "El mundo es cada vez más imprevisible y más abierto. En este mundo, tener visibilidad e influencia no es un lujo, es una obligación", ha expuesto. También ha recordado que estas delegaciones no solo están para defender los intereses comerciales de Catalunya y sus empresas, sino también para atender a la comunidad de catalanes que reside en el extranjero.

Las delegaciones no son un gasto, son una inversión

Jaume Duch

— Conseller de Unión Europea y Acción Exterior

Finalmente, el conseller ha intentado contrarrestar las críticas habituales que desde algunos partidos formulan al coste que tienen estas delegaciones. "No es un gasto, es una inversión", ha dicho. Las actuales sedes de la Generalitat en el extranjero se han presupuestado para este 2025 en 12,2 millones de euros. Duch ha explicado que las tres nuevas delegaciones están contabilizadas en otros 2,4. Por lo tanto, cuando todas estén en funcionamiento, su coste se situará entre los 14 y los 15 millones.

China y los derechos humanos

Sobre las delegaciones nuevas, la Generalitat ha elegido Canadá porque es un "socio comercial relevante" de Catalunya y porque, en plena crisis arancelaria, consideró que debía tener representación propia en ese país. También ha elegido Jordania porque es una zona de un "alto valor estratégico" y se busca que la delegación sea una "antena que permita hacer un seguimiento de la evolución en la región". Finalmente, la Generalitat se ha decantado por China por su condición de "potencia económica y comercial". Algunos grupos como Junts y los Comuns han protestado que es un país que no respeta los derechos humanos. Duch ha asegurado que su Govern es consciente de ello, pero ha defendido es "compatible" ser crítico con esta situación y a la vez mantener "relaciones diplomáticas".

El president de la Generalitat Salvador Illa y el vicepresidente ejecutivo de China Eastern, Wan Qingchao.

El president de la Generalitat Salvador Illa y el vicepresidente ejecutivo de China Eastern, Wan Qingchao. / Arnau Carbonell Vidal / Govern

Durante el turno de la oposición, PSC, ERC, Comuns y la CUP se han alineado con el Govern en este tema. Por el contrario, la derecha y la extrema derecha han formulado varios reproches al conseller. El diputado Francesc de Dalmases (Junts) se ha mostrado partidario de las delegaciones, pero ha lamentado que el actual govern las pone "al servicio de la diplomacia española" y "no al servicio de los intereses nacionales de Catalunya". Cristian Escribano (PP) y Alberto Tarradas (Vox) han considerado que son un gasto superfluo que contribuye a la "fragmentación de España".

Choque por Huawei

Otro de los temas relevantes de la comparecencia ha sido la preocupación que varios partidos -al menos Junts, el PP y los Comuns- han mostrado por las relaciones de la Generalitat con la empresa china Huawei. El Govern ha adjudicado a una UTE liderada por la empresa catalana Sirt un megacontrato de 127 millones de euros para conectar todos los servicios públicos de Catalunya con fibra óptica. El problema es que es una empresa que trabaja con tecnología de Huawei, empresa señalada por el Parlamento Europeo como no recomendable para hacer tratos.

Dalmases ha recordado que hay pronunciamientos europeos en los que se señala que Huawei es una empresa que representa un "gran riesgo para los estados miembros de la UE". "Es un proveedor de alto riesgo", ha denunciado. Duch ha replicado que el contrato no está suscrito de forma definitiva y ha recordado que no es con Huawei estrictamente, sino con empresas locales que utilizan tecnología del gigante chino. Su argumento es que el proceso de selección se tiene que respetar porque ha pasado por una mesa de funcionarios públicos ajenos a las injerencias políticas.

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