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Desafío electoral

El progresismo europeo arropa al neerlandés Timmermans, en una campaña cuesta arriba contra la ultraderecha

Pedro Sánchez interviene en el congreso del PSE como la figura de referencia para el socialismo del bloque comunitario

El líder del partido GroenLinks-PvdA, Frans Timmermans junto a Yulia Navalnaya, esposa de Alexei Navalny, en el congreso de los socialistas europeos, este sábado en Amsterdam

El líder del partido GroenLinks-PvdA, Frans Timmermans junto a Yulia Navalnaya, esposa de Alexei Navalny, en el congreso de los socialistas europeos, este sábado en Amsterdam / Efe

Redacción

Berlín
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El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el conjunto de la familia socialista europea arroparon a su correligionario neerlandés, Frans Timmermans, ante una recta final de las elecciones en Países Bajos que se presenta cuesta arriba frente a la ultraderecha de Geert Wilders. “Eres figura de referencia para el progresismo europeo”, en "un contexto que nos confronta con la ultraderecha” y ante el que no se puede dar “ni un paso atrás”, sentenció Sánchez en dirección a Timmermans y ante los 250 delegados del congreso del Partido de los Socialistas Europeos (PSE). La "derecha convencional se ha rendido", se ha convertido en "satélite" de una ultraderecha que avanza a base de "bulos y mentiras", añadió Sánchez. De seguir por esa vía, acabará "en sus fauces", sentenció el líder español desde la ciudad neerlandesa.

La cita del progresismo europeo se celebraba estratégicamente en Amsterdam, a once días de las parlamentarias en los Países Bajos. “Los problemas complejos tienen soluciones fáciles como sostienen los populismos”, advirtió Timmermans, tras destacar el “coraje y las respuestas” ofrecidas por el PSOE en España, ante asuntos acuciantes como la violencia de género o el acceso a la vivienda. El lema del congreso era una llamada a la “Movilización Progresista”. A ese espíritu apeló Tiemmermans en pos de la victoria el 29 de octubre de su bloque de la izquierda ecologista GroenLinks-Pvda.

Las elecciones neerlandesas siguen a las celebradas en septiembre en la República Checa, que ganó el populista Andrej Babis. Esa victoria amplía la influencia del trumpismo representado por los ‘Patriotas por Europa’, el grupo capitaneado por el húngaro Víktor Orbán y con la francesa Marine Le Pen entre sus miembros, además del Vox de Santiago Abascal y el propio Wilders.

Sánchez representa en el PES el contrapeso progresista frente al dominio de los populares en el Parlamento Europeo y la esperanza de recuperación de posiciones de liderazgo. Fue recibido a su llegada a Amsterdam, la noche anterior, como exponente del “liderazgo que necesita Europa”. Su intervención ante los delegados del PES era el plato fuerte de un congreso en que habían intervenido, entre otros, el presidente del Consejo Europeo, António Costa.

Timmermans tiene ante sí un duro final de campaña. Los sondeos dan como vencedor al ultraderechista Wilders. En las anteriores parlamentarias, en 2023, el PVV de Wilders ya fue la fuerza más votada. Su partido se convirtió así, por primera vez en su historia, en la fuerza dominante del gobierno de La Haya. Wilders tuvo que renunciar a ocupar un puesto en el nuevo gobierno, una coalición derechista, ya que sus socios vetaron su presencia. Pero ha manejado desde fuera el ejecutivo, que el pasado junio colapsó por la dimisión de cinco ministros del PVV, lo que precipitó la convocatoria de elecciones.

Países Bajos y Suecia como objetivos

El veterano Timmermanns, exvicepresidente de la Comisión Europea (CE), tiene ante sí el desafío de conseguir el mejor resultado posible p ara su bloque izquierdista. El siguiente reto para el progresismo europeo, en 2026, será recuperar el poder en uno de sus bastiones tradicionales, Suecia.

La ex primera ministra sueca, Magdalena Andersson, llamó también desde Amsterdam a luchar por la victoria. Los sondeos colocan a su partido en el primer lugar de intención de voto. Ser la fuerza más votada, sin embargo, no le garantiza recuperar el poder. En las elecciones de 2022, los socialdemócratas lograron el primer puesto, pero quien se convirtió en primer ministro fue el conservador Ulf Kristersson, quien gobierna al frente de una coalición de derechas con el apoyo externo de la ultraderecha. El congreso del PES reelegió como presidente a otro peso pesado de esa familia política, el exprimer ministro sueco Stefan Löfven, antecesor de Andersson en el gobierno de Estocolmo y representante de los buenos tiempos para la socialdemocracia nórdica.

La Barcelona de Collboni y el azote del populismo

La delegación española dominó desde la primera jornada hasta su cierre del congreso del PES. España es el único entre los principales socios de la UE con un gobierno liderado por los socialistas, la segunda fuerza en el bloque comunitario tras los populares. El otro socio destacable con un gobierno socialdemócrata es Dinamarca, pero su líder, Mette Frederiksen, ausente en el congreso, defiende una línea dura en materia migratoria muy cercana a los conservadores.

Asimismo gobernada por los socialdemócratas está Noruega. Pero en su calidad de país extracomunitario, Noruega no puede paliar la pérdida de peso del PES en la Eurocámara. Completa el mapa de gobiernos del PES en el bloque comunitario Malta. El congreso de Amsterdam expulsó de su familia política, entre fuertes ovaciones, al eslovaco SMER, el partido del populista prorruso Robert Fico.

Sánchez acudió a Amsterdam al frente de una poderosa delegación española. Ahí estuvieron, además de la presidenta de los socialistas en la Eurocámara, Iratxe García, la vicepresidenta de la CE, Teresa Ribera, el portavoz en el Congreso español, Patxi López, así como el presidente de la Generalitat catalana, Salvador Illa, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni.

En la primera jornada del congreso Collboni incidió en la necesidad facilitar el acceso a la vivienda, actualmente el gran problema de muchos ciudadanos y un caldo de cultivo que la ultraderecha instrumentaliza a su favor. Sintetizó así una situación compartida por muchas grandes ciudades europeas, desde la propia Amsterdam a Berlín, Barcelona o Madrid.

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