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Municipales de 2027

Podem se activa para presentarse a las elecciones en Barcelona con su propia marca

Los morados buscan reforzar su identidad tanto en los municipios como en la capital catalana en pleno debate de los Comuns para escoger al alcaldable que cogerá el relevo de Colau

Los Comuns dejan la puerta abierta al regreso de Colau en la reforma de su código ético

Bob Pop comunica a los Comuns su intención de ser candidato a la alcaldía de Barcelona

Los Comuns promueven a Gerardo Pisarello como candidato a la alcaldía de Barcelona

La líder de Podem Catalunya, María Pozuelo, en una atención a los medios de comunicación

La líder de Podem Catalunya, María Pozuelo, en una atención a los medios de comunicación / EUROPA PRESS

Sara González

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Barcelona
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Podem Catalunya pone en marcha la maquinaria para relanzar su marca al margen de los Comuns. La nueva dirección, que echó a andar en julio bajo el liderazgo de María Pozuelo, se ha fijado como objetivo que el partido tenga por delante un recorrido con identidad propia y la primera estación que tiene por delante son las elecciones municipales de 2027, en las que impulsarán candidaturas con sus propias siglas aunque eso suponga volver a competir en las urnas con la formación con la que hasta hace dos años habían concurrido en coalición. Una de ellas será Barcelona. "La papeleta de Podem tiene que estar en la capital catalana", explican a EL PERIÓDICO fuentes de los morados. Una declaración de intenciones que puede impactar en el debate que tienen ya abierto los Comuns para escoger su próximo alcaldable.

Este otoño la dirección de Podem se está dedicando a recorrer el territorio para reunirse con sus representantes locales y su militancia -aseguran que tienen 12.000 inscritos- para poner las "primeras piedras" del programa electoral de las próximas municipales y palpar la realidad de cada municipio para hacer un primer mapa de candidaturas. En los comicios de 2023 aún consensuaron con Catalunya en Comú listas conjuntas para no competir en ninguna localidad, pero la relación se fue al traste justo después de las generales de aquel mismo año, la última vez en la que se presentaron en coalición. Así que el planteamiento que hacen ahora es configurar listas sin ataduras en función de la idiosincrasia territorial.

En solitario y con nuevas alianzas

"En cada municipio será la militancia la que decida cómo se quiere presentar", anticipan. Así, en Rubí, por ejemplo, la intención es mantener la marca de En Comú Podem porque los dos espacios conviven sin problema en el mismo grupo en el ayuntamiento. En otras ciudades, como Sant Boi de Llobregat o Sant Joan Despí, el planteamiento es presentar lista propia después de que la relación con los Comuns saltara por los aires y acabara con la expulsión del grupo municipal de los concejales morados, que siguen en los dos ayuntamientos como no adscritos. Pero en otros municipios no descartan incluso alianzas con otros partidos más allá de los Comuns, como ERC, con quien aseguran que mantienen buenos vínculos.

La hoja de ruta que esbozan es la de mantener conversaciones con las formaciones de izquierdas, pero siempre con la premisa de que la marca de Podem no puede diluirse de nuevo. La nueva dirección aún no ha retomado el contacto con Catalunya en Comú, pero pretende hacerlo en las próximas semanas porque ambos espacios conviven todavía en grupos municipales. Desde que en las elecciones europeas del año pasado lograron superarles en votos -con Irene Montero al frente obtuvieron 8.000 apoyos más que Jaume Asens- los morados están convencidos de que tienen una base sobre la que cimentar su propio proyecto que no se puede obviar tampoco a nivel estatal.

Los Comuns y su alcaldable

Los Comuns están inmersos en el debate sobre quién relevará a Ada Colau como alcaldable en 2027. Justo este sábado, Barcelona en Comú actualiza su código ético para substituir la referencia a la limitación a tres mandatos (dos más uno ordinario) por la de un tiempo máximo de 12 años en cargos institucionales con la vista puesta en las primarias que activarán a final de año para escoger el tándem que los encabezará en las municipales. Colau se ha presentado tres veces, pero formalmente ha consumido nueve años y medio en el ayuntamiento, con lo que, aunque ha asegurado que no tiene intención de volver a disputar la alcaldía, aún tendría más de dos años por delante de margen si reconsiderara su decisión. Así que presentarse podría, aunque la incógnita está en si podría o no acabar el mandato.

Jess González, Ernest Urtasun, Janet Sanz, Gerardo Pisarello, Gemma Tarafa y Max Cahner, en el acto de clausura del congreso de Barcelona en Comú

Jess González, Ernest Urtasun, Janet Sanz, Gerardo Pisarello, Gemma Tarafa y Max Cahner, en el congreso de Barcelona en Comú el pasado mes de julio / Barcelona en Comú

En todo caso, ese escenario no entra por ahora en el esquema de los Comuns, que tienen ya dos nombres con aspiraciones de ser candidatos: el del diputado en el Congreso Gerardo Pisarello, a quien aúpa parte del partido, y el comunicador Bob Pop, que ha dado la sorpresa anunciando que se quiere presentar a las primarias. Sea quien sea el candidato, la hoja de ruta que se han fijado en Barcelona en Comú es tejer un "frente amplio" con otros partidos de izquierdas -principalmente ERC y CUP- y movimientos sociales, aunque dejando claro que, con nueve concejales, son ellos los que consideran que deberían liderar una eventual coalición. Está por ver si entra en su radar explorar la reconciliación con Podem, algo que no se prevé precisamente fácil.

Podem asegura que con Comuns tienen "diferencias sobre cómo se hace política", pero también reproches por incumplimientos de los acuerdos firmados. Escuece en los morados, especialmente, la situación en el Congreso. La coordinadora de Catalunya en Comú, Candela López, anunció que dejaría su escaño en el Congreso hace justo un año. Es también concejal en Castelldefels y vicepresidenta de la Diputación de Barcelona, por lo que, en virtud del código ético del partido, no puede acumular cargos. Pero cambió de tercio cuando el partido se percató de que, si dimitía como diputada, entraría la ahora líder de Podem, María Pozuelo, y eso provocaría dos cosas: que los Comuns perdieran un representante y que los morados sumaran cinco diputados, el mínimo para poder formalizar grupo propio en el Congreso. Estas rencillas pesan y determinarán si en 2027 habrá o no esas dos papeletas en Barcelona.

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