Cónclave popular

Feijóo abraza la 'fórmula Albiol' y da protagonismo al PP catalán moderado en su congreso

Feijóo propone impulsar "un cambio de raíz en España" desde la "centralidad"

Albiol defiende que el PP dialogue con Junts para presentar una moción de censura contra Sánchez y convocar elecciones

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo con el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo con el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol / MAITE CRUZ

Gisela Boada

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Barcelona
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Alberto Núñez Feijóo sabe que para aspirar a gobernar España necesita crecer en Catalunya, una comunidad autónoma históricamente hostil para el partido que, tras una década de malos resultados, vuelve a ganar músculo. Este último año, el presidente del PP ha hecho más de una decena de visitas en tierras catalanas para mostrar sintonía con los dirigentes y lanzar el mensaje de que su partido puede ser la alternativa a todos aquellos votantes "constitucionales" que se sienten "engañados" con las "cesiones" del PSOE con el independentismo.

"Catalunya es muy importante para España, para el PP y para mí", afirmó hace apenas un mes en Castelldefels, en una de las paradas de su gira precongresual. Esta importancia y esta voluntad de incidir electoralmente en Catalunya explican por qué Feijóo ha querido dar visibilidad a un perfil concreto del PP catalán durante su congreso nacional: el de Xavier García Albiol, alcalde de Badalona y exlíder del PPC, al que designó como presidente del cónclave.

El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, durante el XXI Congreso Nacional del Partido Popular, a 4 de julio de 2025, en Madrid (España).

El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, durante el XXI Congreso Nacional del Partido Popular, a 4 de julio de 2025, en Madrid (España). / EUROPA PRESS

Si algo caracteriza a Albiol políticamente es su capacidad de concentrar voto de izquierda a derecha con una estrategia centrada en la utilidad del partido para ofrecer una alternativa al nacionalismo y al socialismo en los barrios populares. Con esta fórmula, el actual alcalde recuperó con mayoría absoluta una de las ciudades más grandes de Catalunya. Su éxito en Badalona —donde ha conseguido arañar votos tanto al PSC como a formaciones independentistas y a la extrema derecha— lo convierte en un ejemplo que Génova quiere exhibir como vía para reconstruir el espacio popular en Catalunya, ampliando sus bases, sin estridencias ni vetos.

Un PP "para todos"

Esa es precisamente la lectura que el PP quiere introducir ahora en la autonomía: la confrontación ya no da réditos electorales, y lo que suma es un discurso transversal y dirigido a todos los catalanes. Es lo que predica Albiol en Badalona y lo que Feijóo ha querido amplificar en su congreso. Y en su cometido, el alcalde respondió con la moderación que le ha llevado a su supremacía electoral en la ciudad que dirige. En su intervención inaugural, el alcalde midió cada palabra, evitó la retórica crispada y apostó por un PP "para todos", más allá de siglas e ideologías.

Lo hizo desde el arranque con un "bienvenidos, benvinguts, benvido, ongi etorria", un gesto dirigido a los votantes catalanes, especialmente a aquellos molestos por la reciente ofensiva del PP contra la oficialidad del catalán, gallego y euskera en la Unión Europea. En primera fila estaba presente la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, referente del ala más crítica con el pluralismo lingüístico y que en la última Conferencia de Presidentes escenificó su rechazo abandonando la reunión cuando se usaron el catalán y el euskera. Frente a eso, Albiol aseguró que el proyecto del partido es el que aboga por un frente común con "respeto a las diversidades territoriales" del país. "Hay espacio para todos", remarcó.

El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, durante la segunda jornada del XXI Congreso Nacional del PP.

El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, durante la segunda jornada del XXI Congreso Nacional del PP. / EUROPA PRESS

Pacto con Junts

En un movimiento inusual, el alcalde también rompió su habitual silencio sobre la política fuera de lo municipal y defendió que el PP debería poder pactar con Junts, marcando como únicas líneas rojas a Bildu y la CUP. Sus palabras, hechas en declaraciones a la prensa el sábado, llegaban después de que el presidente del PPC, Alejandro Fernández, presentara una enmienda a la hoja ruta del PP para vetar explícitamente cualquier acuerdo con los posconvergentes. Feijóo desactivó la propuesta y logró una redacción pactada que no fija prohibiciones, en línea con su voluntad de mantener abiertas las vías de interlocución con Junts, en vistas a una hipotética moción de censura al Gobierno.

En su discurso de clausura, el presidente del PP lo dejó claro y sin matices: no va a imponer cordones sanitarios a ningún partido —solo a Bildu—, y con respecto a pactos con los "nacionalistas" va a aplicar la máxima de "claridad" y "vigilancia", añadió, dejando la puerta abierta al partido de Carles Puigdemont a cualquier acuerdo "dentro de la ley". Y esta aproximación a Junts ha sido la línea que ha imperado durante el congreso y con la que el PP busca allanar su camino hacia la Moncloa.

Aznar, Feijóo, Ayuso y Rajoy, en el cierre del Congreso Nacional del PP.

Aznar, Feijóo, Ayuso y Rajoy, en el cierre del Congreso Nacional del PP. / José Luis Roca

Con este gesto y con Albiol de maestro de ceremonias, el líder del PP, durante el congreso, ha consolidado su control sobre el discurso catalán del partido, relegando a un segundo plano el ala más combativa de los populares catalanes —encarnada por Fernández—, y reforzando a los perfiles más partidarios de una estrategia más moderada y negociadora. Así se debe entender que haya incorporado a la nueva ejecutiva nacional a figuras del PP catalán que encajan en esta lógica de distensión: Juan Milián, Dani Sirera y Juan Fernández, tres dirigentes que defienden ahora una actitud más dialogante, en sintonía con las directrices de Génova. De hecho, a Sirera le encomendó redactar la ponencia estatutaria del congreso, que defendió también en una intervención durante el cónclave.

Del PSC a Vox

El PP catalán ha tomado nota de que la estrategia del choque permanente con el independentismo ha dejado de ser rentable. En un escenario marcado por la llamada "normalidad institucional" que predica el president de la Generalitat, Salvador Illa, el partido busca ahora ensanchar su base: apelando a su centralidad para atraer al votante del PSC, pero sin renunciar al electorado más exigente con la mano dura en seguridad, que hasta ahora ha encontrado cobijo en la extrema derecha de Vox.

Y este equilibro es el que representa la 'fórmula Albiol', capaz de sumar apoyos desde ambos extremos con un mensaje conciliador en lo territorial y contundente en cuestiones como la inmigración o el orden público. Está por ver si esta estrategia tiene recorrido fuera de Badalona. En 2017 el PP sitúo al ahora alcalde como presidente del PPC para que extrapolara esta política al Parlament. Pero en un contexto marcado por la etapa más intensa del 'procés', Albiol no logró conectar con el electorado y registró uno de los peores resultados en la historia del partido.

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