Negociaciones con el PSOE

Junts reclama a Sánchez un interlocutor "que mande" y avances en los pactos pendientes durante este mes

La caída de Santos Cerdán deja a Junts sin interlocutor en el PSOE

PSOE y Junts tratan de salvar la legislatura de Sánchez en un nuevo encuentro en Suiza

Sánchez, Turull y Nogueras, en el palacio de La Moncloa

Sánchez, Turull y Nogueras, en el palacio de La Moncloa / Nuria Camera / ACN

Carlota Camps

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Barcelona
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La caída de Santos Cerdán, en prisión provisional desde el pasado lunes, no solo dejó noqueado al PSOE. También Junts vio cómo perdía a su principal -por no decir único- interlocutor con el partido. El que hasta hace pocas semanas era número tres de los socialistas se había ganado la confianza de los posconvergentes y tenía una relación constante y fluida con su secretario general, Jordi Turull. Una vez superado el estado de 'shock', que fue considerable por todas las partes, ambas formaciones tratan ahora de recomponer las piezas del jarrón roto para explorar qué posibilidades hay de seguir con la legislatura y de que las carpetas pendientes acaben siendo cumplidas.

El pasado fin de semana, los negociadores habituales -ahora ya sin Cerdán- volvieron a encontrarse en Zurich (Suiza). La delegación socialista estuvo liderada por el expresidente del Gobierno José Luís Rodríguez Zapatero, que siempre ha ocupado un lugar clave en el diálogo con Junts, especialmente desde la elaboración de la ley de amnistía. Pero la formación independentista sigue a la espera de un nuevo interlocutor que sustituya a Cerdán y confía en conocer quién será después del comité federal del PSOE que se celebra este sábado en Madrid.

"Zapatero es el teléfono rojo, pero no puede estar en el día a día", explica un dirigente del partido, ante la posibilidad de que Sánchez decidiera no nombrar a otro dirigente en activo para tratar con Puigdemont y delegara esta función directamente en el expresidente. Los posconvergentes no ven a un exjefe del Gobierno preocupándose por cada votación en el Congreso y batallando cada enmienda.

Para Junts lo importante, aseguran las mismas fuentes, es que sea un dirigente "que mande" y que tenga ascendencia sobre los ministros del Gobierno. "No nos importa la titulitis", aclaran desde la formación, y dudan de que Sánchez nombre como interlocutor a la nueva secretaria de organización del partido, Rebeca Torró, por los compromisos internos que tendrá que afrontar en plena crisis dentro de la organización socialista. También descartan que sea un ministro por las disputas internas que pueda generar en el seno del Ejecutivo. "Tiene que ser alguien ungido por Sánchez, que cuando llame sea como si lo hiciera el presidente", añaden. Esta labor, hasta ahora, era la que ejercía Cerdán.

Santos Cerdán y Carles Puigdemont.

Santos Cerdán y Carles Puigdemont. / .

Avances en las carpetas pendientes

Pero al margen del 'quién', para la formación de Puigdemont lo importante es el 'qué'. Los posconvergentes quieren "garantías" de que los pactos pendientes se cumplirán. Y advierten de que la lista es larga. Más allá de las tres carpetas conocidas -la oficialidad del catalán en la Unión Europea, la aplicación completa de la ley de amnistía y el traspaso de las competencias en inmigración a Catalunya-, desde Junts también recuerdan que hay propuestas presentadas por su grupo en el Congreso que han sido tramitadas, pero que han quedado en un cajón. En este paquete está la ley para desalojar okupas en 48 horas o la que pretende combatir la multirreincidencia, que busca penar con hasta tres años de cárcel el robo de móviles.

Junts también reclama al PSOE desencallar la ley contra la multirreincidencia y la que permite desalojar okupas en 48 horas

La formación requiere avances y los quiere este mismo mes de julio. De momento, en el partido ven con buenos ojos que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, haya pedido volver a incluir la cuestión sobre la oficialidad del catalán, el gallego y el euskera en la Unión Europea en el Consejo de Asuntos Exteriores de próximo 18 de julio. La delegación española ya forzó que se debatiera en la reunión del pasado 27 de mayo, pero se acabó retirando del listado de votaciones por la reticencia de varios Estados miembro y después de que el PP hiciera campaña en contra de su aprobación ante sus socios populares europeos. Por ello el optimismo, ante esta nueva cita, es relativo.

Junts acabará el mes con un gran acto en Prats de Molló (Francia), en el que está previsto que Puigdemont haga balance del estado de las negociaciones con el PSOE, dos años después de las últimas elecciones generales en las que su partido cambió de estrategia y levantó el veto a pactar con los socialistas. Su discurso, que irá en función de los avances que se produzcan hasta entonces, también dará pistas sobre el futuro de la legislatura y sobre si Junts seguirá o no dando oxígeno a Sánchez.

La moción de censura del PP

De momento, lo único claro es que Junts no apoyará una moción de censura presentada por el popular Alberto Núñez Feijóo y que cuente con el apoyo de Vox. Los posconvergentes ya han trasladado a los populares -lo hizo Míriam Nogueras durante la ronda de contactos telefónicos que realizó Miguel Tellado-, que si quieren empezar algún tipo de negociación deben reunirse con Puigdemont en Waterloo (Bélgica). "No seremos menos exigentes con el PP que con el PSOE a la hora de aceptar reuniones", señalaban el pasado martes fuentes de la formación. Una condición que Feijóo ya ha rechazado.

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