Rufián ve "tocado" a Sánchez y pide "aprovechar" lo que quede de legislatura para "avanzar" en medidas sociales

Seis días después de que estallara el 'caso Cerdán', ERC se ha reunido este miércoles en la Moncloa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El objetivo, escuchar sus explicaciones sobre los escándalos que acechan al PSOE y tomar una decisión sobre si, para la formación republicana, tiene sentido seguir sustentando al Gobierno. Tras ese encuentro, el portavoz de la formación en el Congreso, Gabriel Rufián, ha explicado que ha visto al jefe del Ejecutivo "tocado" y ha pedido al resto de socios de izquierdas "aprovechar" el tiempo que le queda a este ejecutivo "para avanzar" en medidas sociales, poniendo el acento en la vivienda.

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Tras la sesión de control, en la cual la respuesta de Sánchez ha sido "totalmente desafortunada" para Rufián, el portavoz de ERC se ha reunido durante 35 minutos con el presidente del Gobierno. "Hemos visto a un presidente tocado, a una persona tocada", ha dicho en los pasillos del Congreso, al finalizar el encuentro. "Después de años aquí, lo que me atrevo a pedirle a los diferentes representantes a la izquierda del PSOE es que aprovechemos el tiempo que nos quede, pase lo que pase, para avanzar [...] No sé cuánto tiempo queda", ha dicho. Minutos después ha instado a los aliados de izquierda a acordar "tres o cuatro medidas", poniendo como prioridad la vivienda, y que "al menos la gente pueda comprarse un piso".

Además, ha asegurado que Sánchez se ha comprometido a "intentar ir a por los corruptores". Es decir, a impulsar medidas contra las empresas que pagan mordidas a cambio de contratos públicos. Rufián ha explicado que esto comportaría cambios en el Código Penal "en cuanto a sanciones de por vida y multas millonarias". No obstante, el portavoz de ERC ha lamentado que Sánchez intente salir de esta situación "con una cara compungida y diciendo 'lo siento'": "Para eso ya tenemos un rey corrupto que ya lo hizo".

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Análisis interno

Por el momento, la formación de Junqueras no contempla pedir elecciones anticipadas ni tampoco exigir a Sánchez una moción de confianza. En el primer caso, porque sería arriesgarse a que la Moncloa acabara en manos del PP y, entonces sí, se frustrarían definitivamente las negociaciones que tiene abiertas con los socialistas sobre la nueva financiación de Catalunya y el traspaso Rodalies. Tampoco ve clara una cuestión de confianza, porque sería tanto como autoimponerse la presión de tener que decidir si cae el Gobierno o no. Así, pues, la decisión es esperar y ver cómo reacciona el PSOE y, sobre todo, Sánchez, estos próximos días.

De la ronda de contactos para buscar salidas coordinadas con los socios, en Moncloa esperan apaciguar los ánimos encendidos por los escándalos de presunta corrupción. "Estamos en un momento trascendente, por encima de los mensajes que mandes a tus votantes de cara a próximas elecciones", sostienen. Los socialistas reiteran su apuesta por estirar la legislatura para no darle "armas" a la oposición y "ceder" a la estrategia que achacan al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de supuesto acoso y derribo.

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Amago de plantón

La reunión entre Sánchez y Rufián se ha celebrado después de un amago de plantón por parte del republicano, que estaba molesto por el trato que le había dispensado el presidente en la sesión de control al Gobierno de esta mañana en el Congreso. El portavoz de ERC ha lamentado que Sánchez, en lugar de responder a las preguntas, ha acabado abroncándole incluso "más que a Abascal", el líder de Vox. "Le falta gente normal a su alrededor", ha explicado en los pasillos del Congreso, para advertir a Sánchez de que "es un mal negocio encapsularse en un palacio". Finalmente, todo ha quedado en un amago y ha acabado acudiendo a la Moncloa.

En el Gobierno han justificado el tono de Sánchez contra Rufián alegando que había amenazado con el plante, al interpretar que deslizó "una enmienda a la totalidad" y que "no todo vale para desmarcarse". "No se puede decir que todo el PSOE es corrupto", han reprochado fuentes gubernamentales, aun asegurando que van a ser "comprensivos" con todos los "socios". "De puertas para adentro tenemos más cosas en común que diferencias", han indicado, más allá de escenificaciones.

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