En el Congreso

Junts registra su veto a la reducción de la jornada laboral porque "perjudica la viabilidad" de las pymes

Las negociaciones entre Junts y Yolanda Díaz podrían alargarse durante todo el verano, lo que complica el compromiso de la ministra de Trabajo de que se aplique antes de que termine el 2025

Junts denuncia "intimidación y chantaje" de los sindicatos en la negociación para la reducción de la jornada laboral

Junts presenta un veto a la reducción de jornada y complica su aprobación en el Congreso

El secretari general de Junts, Jordi Turull, i la portaveu del seu grup parlamentari, Miriam Nogueras, ahir a l’arribar al Congrés. | ALEJANDRO MARTÍNEZ VÉLEZ / EUROPA PRESS

El secretari general de Junts, Jordi Turull, i la portaveu del seu grup parlamentari, Miriam Nogueras, ahir a l’arribar al Congrés. | ALEJANDRO MARTÍNEZ VÉLEZ / EUROPA PRESS

Carlota Camps
Miguel Ángel Rodríguez
Barcelona / Madrid
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Junts ha consumado finalmente su amenaza de vetar la tramitación de la reducción de la jornada laboral en el Congreso. El partido ha registrado la enmienda a la totalidad este miércoles, un día después de que la Mesa ordenara cerrar el plazo para realizar el trámite, tras varias prórrogas. En el texto, los posconvergentes argumentan que la viabilidad de las pequeñas y medianas empresas puede verse "gravemente perjudicada" por esta iniciativa y que la medida puede implicar la "destrucción" de puestos de trabajo. Además, reprochan al Gobierno haber optado por una "imposición rígida", y le afean no haber contado con la "unanimidad de las partes del diálogo social", ya que las patronales no apoyan el texto.

El partido también advierte de que la norma puede generar un efecto "desigual, tanto sectorialmente como territorialmente" y ponen especial énfasis en sectores como el de los servicios o el agroalimentario, donde apuntan que puede haber despidos. Por todo ello, Junts ha registrado una enmienda de devolución, instando al Ejecutivo a "abrir un proceso de diálogo social real y riguroso". Le piden una reforma "basada en la flexibilidad y con un enfoque equilibrado y gradual que dé respuesta a las distintas realidades".

El movimiento de los posconvergentes obligará al Gobierno a buscar un acuerdo si quiere seguir avanzando con la tramitación parlamentaria. La enmienda a la totalidad presentada por Junts se debatirá de manera conjunta con las que probablemente registren PP y Vox y se votarán en un mismo acto, por lo que la mayoría que conforman las tres formaciones haría decaer el proyecto estrella de Yolanda Díaz. Así, el Ejecutivo está obligado a retrasar este debate hasta cerrar un pacto con Junts que le garantice superar esta votación

Retrasa la entrada en vigor

Las negociaciones se podrán alargar durante todo el verano. La próxima semana se celebrará el último pleno ordinario y durante julio y agosto, meses inhábiles, se mantiene paralizada la actividad legislativa, salvo para casos excepcionales de aprobación de reales decretos o de leyes que estén a falta del visto bueno definitivo. El retraso hasta septiembre, además, complica el compromiso de la ministra de Trabajo de que la reducción de la jornada laboral se aplique antes de que termine el 2025.

La dirección de la formación liderada por Carles Puigdemont decidió el pasado 5 de mayo presentar esta enmienda al texto, aunque se abrió a modificar su posición si el ministerio de Trabajo aceptaba incorporar algunas de sus peticiones. Pero un mes y medio después, las negociaciones entre Sumar y la dirección posconvergente no han dado frutos y no ha logrado acercar posiciones. Junts sigue considerando que obligar a todas las empresas a pasar de las 40 a las 37,5 horas semanales puede tener efectos negativos para las pequeñas y medianas empresas, y que la medida "no mejorará la vida de los trabajadores".

"Vamos a hacer lo que dijimos que haríamos, que es presentar una enmienda a la totalidad", ha avanzado ya a primera hora de la mañana Míriam Nogueras, portavoz de los posconvergentes en Madrid, en varias entrevistas radiofónicas. Nogueras ha afirmado que no pueden apoyar una ley "que se ha hecho solo con los sindicatos españoles", a quienes ha acusado de estar trabajando para que Catalunya "no tenga voz" en esta reforma de la reducción de la jornada.

En una rueda de prensa el pasado jueves, el secretario general del partido, Jordi Turull, siguió defendiendo que estaba dispuesto a negociar, pero volvió a rechazar la iniciativa de Sumar y defendió que la norma puede obligar al cierre de algunas empresas. "Todo el mundo quiere reducir la jornada, pero no si te dicen que en lugar de 37 horas pasarás a cero, o que las expectativas de aumentar el sueldo quedarán aplazadas durante años", afirmó, y tachó la medida de "eslogan electoral, que no mejora la vida de los trabajadores".

Reuniones con las patronales

Junts ha celebrado en los últimos meses varias reuniones con Foment del TreballPimec Cecot -con encuentros con Puigdemont en Waterloo incluidos- para escuchar su posición respecto a la reducción de jornada. También la UGT ha tratado de acercar posiciones con los posconvergentes para rebajar su rechazo a la medida. Más complicadas han sido las relaciones con Comisiones Obreras (CCOO). De hecho, Nogueras llegó a acusar la semana pasada a los líderes de CCOO de someter a su grupo a una campaña de "chantaje, intimidación y ataques bestiales" para disuadirles de su intención de vetar la norma.

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