Corrupción en el PSOE

La CUP se desmarca de Benet Salellas tras asumir la defensa de Santos Cerdán: "Ya no es militante"

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La diputada de la CUP Laia Estrada en rueda de prensa en el Parlament

La diputada de la CUP Laia Estrada en rueda de prensa en el Parlament / MARTA SIERRA (ACN)

Carlota Camps

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Barcelona
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"Ya no es militante, se desvinculó de nuestra organización hace meses". Así se ha desvinculado la CUP del abogado Benet Salellas, después de que el exdiputado anticapitalista haya decidido asumir la defensa del ya exsecretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, implicado en la trama Koldo que alcanza también al exministro y exmano derecha de Sánchez, José Luis Ábalos.

En declaraciones a la prensa, la diputada 'cupera' Laia Estrada ha expresado el profundo "malestar" del partido con este hecho, pero ha reconocido que la formación no puede pedir "ninguna responsabilidad" al no estar Salellas vinculado al partido. "Si fuera militante le habríamos exigido que no asumiera esta defensa", ha aclarado.

Estrada ha asegurado que su formación tiene un "compromiso inequívoco" con la lucha contra la corrupción y ha reivindicado su papel en algunos de los principales casos que han afectado a Catalunya, como el caso Mercuri o Innova. "La lucha contra la corrupción por parte de la CUP es incuestionable", ha rematado.

Previamente, durante el pleno, los anticapitalistas habían sido muy críticos al valorar el presunto caso de corrupción que actualmente afecta al PSOE. Estrada había asegurado que la "corrupción es inherente al Estado español y al régimen del 78" y había tachado a los socialistas de "auténtico vertedero".

La carrera como abogado de Salellas

Salellas, que fue diputado de la CUP entre 2015 y 2017, ejerció la defensa del entonces presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y también estuvo personado en la causa que se siguió en la Audiencia Nacional contra los presuntos responsables de Tsunami Democràtic.

Sin embargo, en su faceta de abogado penalista, ha asumido una gran variedad de casos, algunos de polémicos como la defensa del principal sospechoso del crimen de Susqueda, en el que murieron dos jóvenes de 21 y 23 años. Salellas comenzó su carrera en 2003, defendiendo, junto a su padre Sebastià Salellas, la defensa de presuntos yihadistas conocidos como Comando Dixan.

Entre los casos en los que Salellas ha intervenido también figura el de los condenados por quemar fotografías del Rey durante una visita de los monarcas en 2007 en Girona, que supuso la condena de España por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) por penar con prisión un acto que se enmarca en la libertad de expresión.

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