Una negociación clave
La caída de Santos Cerdán deja a Junts sin interlocutor en el PSOE
La posconvergencia teme que su cese frene el cumplimiento de los acuerdos pendientes por parte del Gobierno de Sánchez
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El 'exnúmero tres' del PSOE, Santos Cerdán, durante su reunión con el president, Carles Puigdemont, en Bruselas en 2023. / El Periódico


Carlota Camps
Carlota CampsRedactora especializada en Parlament y política catalana
Graduada en Periodismo y con un máster en Análisis Político, sigue la actualidad política del Parlament y el día a día de varios partidos catalanes, especialmente de Junts per Catalunya.


Júlia Regué
Júlia ReguéResponsable de la sección de Política.
Graduada en Periodismo y en Ciencias Políticas por la Universitat Pompeu Fabra (UPF), ha desarrollado su carrera profesional en la sección de Política, donde se incorporó en 2016. Ha seguido la actualidad política del Parlament de Catalunya y el día a día de varios partidos. También ha colaborado en programas de TV3, Catalunya Ràdio, RAC1 y Ser Catalunya.
Carles Puigdemont partía de una desconfianza "absoluta", pero sabía que la aritmética parlamentaria le dejaba en un puesto decisivo. Ya no solo para la investidura de Pedro Sánchez, sino también para la supervivencia política de su Gobierno. Podía arrancarle una negociación "de tú a tú" que hacía años que anhelaba tras sentirse demonizado por el PSOE por el referéndum de 2017, porque apoyó la suspensión de la autonomía catalana con la aplicación del artículo 155 de la Constitución, y arrancar una amnistía que le permitiera regresar a Catalunya sin riesgo de ser detenido. Un objetivo que todavía no ha podido cumplir, ya que sigue pendiente de que los jueces se la apliquen.
Desde Waterloo (Bélgica), Puigdemont dio la orden al secretario general de Junts, Jordi Turull, de explorar una relación con los socialistas. Y Turull se encontró con Santos Cerdán, designado a su vez por Sánchez como interlocutor predilecto con los posconvergentes. Solo ellos dos sostenían el hilo de comunicación entre las formaciones. Había que cuidar este vínculo para evitar que todo se descarrilara. Poco a poco, fueron generando más y más confianza. De hecho, incluso se reprocharon alguna que otra filtración a la prensa sin accidentes mayores. Como cuando saltó el redactado del acuerdo de investidura con distintos logotipos, pese a haber acordado un formato común. Ya entonces la relación estaba suficientemente engrasada para que no hiciera estallar el pacto.

Santos Cerdán, durante el pleno en el Congreso de los Diputados. / José Luis Roca
Cerdán fue, precisamente, el dirigente socialista que se prestó a fotografiarse con Puigdemont el 30 de octubre de 2023, en una sala del Parlamento Europeo con una imagen de una urna del 1-O. Aún pendiente de una "amnistía política" que Puigdemont tanto reclama, estaba prácticamente cerrada una fotografía con Sánchez hace meses, coincidiendo con una visita del presidente del Gobierno a Bruselas, que todavía no ha llegado. Y quién sabe si llegará a producirse alguna vez. Lo que dentro del PSOE podía verse como una cesión a las pretensiones independentistas, para Puigdemont era toda una victoria política, pero, sobre todo, personal. Un reconocimiento a su figura.
En Junts recalcan que sin Cerdán y Turull, no habría acuerdo en prácticamente ninguna materia. Y ahora temen, tras la dimisión del 'número tres' de Sánchez, que todo embarranque. De momento, los posconvergentes están a la expectativa de quién le tomará el relevo, pero son conscientes de que el componente personal pesa mucho en política. En la dirección de Junts siempre han tenido buenas palabras para Cerdán, y no para otros eventuales negociadores como el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. "La suerte ha sido que Bolaños no estuviera", afirmaba un dirigente de Junts cuando se selló el pacto para la delegación de competencias en inmigración a Catalunya.

Carles Puigdemont, Jordi Turull y Míriam Nogueras en una imagen reciente. / EPC
Los contactos entre Turull y Cerdán
Cuando empezaron a salir las primeras noticias de la UCO sobre Cerdán, en Junts cerraron filas en su defensa. Los posconvergentes siempre atribuyeron estas informaciones a una estrategia política y mediática para atacar al Gobierno, algo que mantuvieron hasta el jueves por la mañana. Turull, que compareció a la misma hora en la que se levantaba el secreto de sumario del caso y se daba a conocer el detalle de los indicios sobre el presunto cobro de comisiones a cambio de adjudicaciones públicas, dio nula credibilidad a la unidad de la Guardia Civil y hasta llegó a bromear con que Torrente -el policía que encarna el actor Santiago Segura- estaba "inspirado en personajes reales".
"Mucha gente de Junts hemos sido víctimas de condenas mediáticas y policiales, y sabemos por experiencia propia como en momentos como este es importante defender la presunción de inocencia. Estoy seguro de que cuando aparezca oficialmente este famoso informe de la UCO, el señor Santos Cerdán dará todas las explicaciones", sostuvo Turull en una rueda de prensa convocada para hacer balance del primer año de aplicación de la ley de amnistía, pero que quedó totalmente eclipsada por las nuevas informaciones que afectan al ya 'exnúmero tres' del PSOE.
En aquel momento, el Gobierno ya había empezado a dejar caer a Cerdán, pero esta información aún no había llegado a la sede de Junts en Barcelona. Y Turull mantenía la confianza con su interlocutor, con quien hablaba cada semana, e incluso horas antes y después de su dimisión. Tras la publicación del informe policial, el cese del dirigente socialista y la contundencia de Sánchez disparando contra quién había sido su mano derecha, Junts ha quedado sumido en una enorme perplejidad. A sus dirigentes les parecía una persona íntegra y prácticamente hubieran puesto la mano en el fuego por él. Y temen lo que pueda pasar ahora, por lo que exigen una reunión urgente a Sánchez.
Cómo seguirá la negociación, si es "viable" agotar la legislatura, y si se podrá construir una relación de confianza similar con otro dirigente socialista que no sea Cerdán, son incógnitas que pesan en el partido posconvergente. Y es que hay varios asuntos pendientes: la tramitación parlamentaria de la delegación de las competencias en inmigración a Catalunya, la oficialidad del catalán en la Unión Europea y la amnistía "completa". La reunión mensual en Suiza todavía no se ha celebrado, y Cerdán y Turull nunca faltaban al encuentro. Se veían cada mes. Lo que está claro es que Cerdán no acudirá. Y está por ver si Sánchez se cita con Turull y Nogueras.
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