La legislatura catalana

¿La ampliación del aeropuerto contraviene los acuerdos de investidura de Illa con ERC y los Comuns?

ERC y Comuns rechazan frontalmente la ampliación del aeropuerto pero no rompen con Illa

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El president de la Generalitat, Salvador Illa, y la líder de los Comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, en la firma del pacto de investidura

El president de la Generalitat, Salvador Illa, y la líder de los Comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, en la firma del pacto de investidura / JORDI OTIX

Quim Bertomeu
Sara González
Barcelona
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"Modernización", "mejora de la conectividad", "alargar la pista", "remodelación integral", "aumento de la capacidad". Son todas las expresiones que ha utilizado el president de la Generalitat, Salvador Illa, en la presentación de su plan para el aeropuerto de El Prat. No es casual que haya esquivado la palabra "ampliación" -aunque el proyecto sea una ampliación en toda regla-, ya que es un concepto que molesta a ERC y los Comuns, sus dos socios prioritarios que ya han anunciado que son contrarios al proyecto. El Govern es consciente de que empieza ahora un vuelo con turbulencias, pero se escuda en que no contraviene los acuerdos de investidura que firmó con ERC y Comuns. ¿Es correcto este diagnóstico? ¿Contraviene o no contraviene los acuerdos? ¿Afectarán las discrepancias sobre el aeropuerto a la estabilidad de la legislatura?

El acuerdo entre ERC y el PSC para investir a Illa que las dos partes firmaron en verano del año pasado dedicaba algo más de una página al futuro del aeropuerto. En su parte inicial, el Govern ha cumplido, ya que se comprometía a dar continuidad a la "comisión técnica" que tenía que hacer una propuesta sobre el futuro del aeródromo. Así se ha hecho. También asumía que el objetivo final era que El Prat tuviera "nuevas conexiones intercontinentales" de largo alcance. Nada que objetar.

El problema surge con la segunda parte de aquel pacto. En primer lugar, porque se establecía que cualquier propuesta del Govern de Illa tenía que "respetar la biodiversidad, la convivencia con los vecinos y las directivas ambientales europeas" además de la "preservación" de los espacios protegidos de la zona. ERC considera que el president no ha respetado esta parte, ya que su plan tiene impacto en zonas de la laguna de la Ricarda y del Remolar, aunque sea en menor medida respecto a la propuesta original del año 2021.

Pero hay una segunda cuestión que aún enerva más a los republicanos. El pacto con Illa establecía que la Generalitat pasaría a ser un "actor determinante" en la "toma de decisiones estratégicas relativas al aeropuerto de Barcelona" que se vehicularían a través de la creación de una "Autoritat Aeroportuària de Catalunya". Es decir, que la Generalitat tendría un papel destacado en la gobernanza de El Prat. Nada de eso hay en los planes anunciados por el president, que mantienen a Aena como gestor principal de la infraestructura.

Los republicanos han criticado que el proyecto del president mantenga las "garras" de Aena en El Prat, ya que la consideran la gran responsable de que hoy no sea un aeropuerto "de primera". Pese al incumplimiento del acuerdo, ERC no ha dado muestras de querer romper con Illa, al menos por ahora. El motivo es que quieren dar margen al president para que cumpla otras dos negociaciones que hay en marcha: el traspaso de Rodalies y la nueva financiación.

Nada dice sobre el aeropuerto el acuerdo que sellaron PSC y Comuns para la investidura de Illa. A sabiendas de que no hay mínimo común denominador posible, ambas partes decidieron aislar esta cuestión de la alianza y lidiar con ella cuando se abriera el melón, momento que ha llegado. Eso sí, hay algunos compromisos tangenciales que están relacionados con lo que supone la ampliación de la infraestructura. Por ejemplo, el impulso de un pacto para un nuevo modelo turístico que sea "respetuoso con su entorno natural", que no supere la "capacidad de carga" y que "no impacte en el derecho a la vivienda".

También se pactó iniciar, en un plazo de seis meses, un estudio de esa capacidad de carga turística que tiene Catalunya, algo que está pendiente, y que puede colisionar con el hecho de que ampliar el aeropuerto con más vuelos intercontinentales suponga un aumento de visitantes. Lo mismo pasa con las emisiones de gases con efecto invernadero, que acordaron reducir. Los Comuns rechazan tanto ese incremento del turismo como el impacto medioambiental que consideran que supone el proyecto. Su oposición a la ampliación es inquebrantable e irreversible, y tiene eco también en el Gobierno de Pedro Sánchez, donde el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha levantado la voz para tachar de "inasumible" e "irresponsable" la ampliación, además de pedir una reunión al Ministerio de Transportes por la repercusión que pueda tener sobre la Casa Gomis. Pero nada apunta que eso suponga que los Comuns renuncien a su rol de socio menor -pero imprescindible- del Govern.

El mirador del aeropuerto de El Prat

El mirador del aeropuerto de El Prat / El Periódico

Y es que, a la vez que sostienen que van a combatir por tierra, mar y aire el plan de aumento de la capacidad de esa infraestructura -con la esperanza depositada en que será la Unión Europea quien la frene por motivos medioambientales-, están dispuestos a sentarse a hablar de los presupuestos de 2026 pasado el verano. Una actitud que dista de la que mantuvieron en la anterior legislatura con las cuentas del Govern de ERC, que dejaron caer por el rechazo al proyecto del Hard Rock que defendió Pere Aragonès a petición del PSC. Illa no teme, pues, que se repita ese capítulo que acabó con elecciones anticipadas en Catalunya.

Los argumentos a los se aferran los Comuns es que nada está escrito sobre el final del proyecto; que, en todo caso, las excavadoras tardarán años en llegar a El Prat, y que mientras se dirime esta cuestión hay otros bienes superiores a preservar, como la mayoría de izquierdas. A modo de compensación, el grupo de Jéssica Albiach se mantiene exigente con la mejora de Rodalies y azuza al Govern para que planifique la red ferroviaria de Catalunya del futuro, con la vista puesta en el sistema orbital que conecte capitales de comarca.

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