Cita en la capital catalana

Illa pide cordura y Ayuso se queda sola con su plante: las claves de la Conferencia de Presidentes en Barcelona

DIRECTO | La Conferencia de Presidentes termina sin acuerdos y con un choque frontal entre Sánchez y el PP

Illa defiende una "reforma" de la financiación y presume de su intervención en el mercado de la vivienda

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Isabel Díaz-Ayuso saluda a Salvador Illa a su llegada a la Conferencia de Presidentes

Isabel Díaz-Ayuso saluda a Salvador Illa a su llegada a la Conferencia de Presidentes / FERRAN NADEU

Júlia Regué
Sara González
Barcelona
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"España es un país plural, afortunadamente, y nuestro sistema político permite que se exprese esa pluralidad. Pero expresémosla con 'seny'. Discrepemos con 'seny'. Incluso discutamos con 'seny', pero siempre con una voluntad constructiva, con voluntad de llegar a acuerdos". Salvador Illa ha inaugurado así la Conferencia de Presidentes en Barcelona, pero apenas 50 minutos después de esta intervención, cuando el lehendakari Imanol Pradales intervenía en euskera, Isabel Díaz Ayuso ha encarnado la 'rauxa' y ha consumado su amenaza de no hacer uso del pinganillo y abandonar la sala. Eso sí, ningún barón autonómico del PP la ha seguido, así que ha dejado pista -el bolso-, de que no era un adiós definitivo y ha ido entrando y saliendo para atender únicamente las intervenciones en castellano.

El catalán, el euskera y el gallego -que por primera vez se han podido usar en una Conferencia de Presidentes con traducción simultánea- han crispado más que el debate sobre la financiación singular, en la primera cumbre tras 27 en el historial hasta la de hoy que se celebra en Catalunya. "El clima y el tono ha sido mejor que el que hay en el Congreso", admitía un barón al término del encuentro, algo en lo que coincidía otro: "La reunión en Santander fue mucho peor". Pero hay que matizar que el simple hecho de que acudieran todos los líderes autonómicos ya era considerado un éxito. En épocas de bronca constante, los mínimos se maximizan.

Pero, en realidad, la cita ha concluido sin un acuerdo, tan sólo con tres propuestas del Gobierno a las que Illa ya se ha sumado: la creación de 7.500 nuevas plazas de Formación Profesional, un fondo de 175 millones de euros para el acceso a la educación gratuita de 0 a 3 años y la perpetuidad de la protección social a las viviendas financiadas por el Estado, consigna que ya se sigue en Catalunya. Estas son las claves de la segunda Conferencia de Presidentes de Illa como president, la primera como anfitrión:

Illa se ha esforzado en subrayar que la cumbre en Catalunya ha sido este viernes un espacio de "lealtad, estabilidad y diálogo", un ápice relevante para el encargado de oficiar el cónclave. Pero la cita ha arrancado con la amenaza de Ayuso, la férrea defensa del president del catalán como una lengua "abierta" e "inclusiva", y con la duda de si la presidenta madrileña propiciaría una desbandada. No ha sido así.

El president ha intervenido íntegramente en catalán, aunque en el discurso inaugural también se ha referido a Sánchez en castellano y ha traducido su petición de ser ambiciosos en materia de vivienda. Ante el Rey, también ha dado la bienvenida en lengua catalana, en el desayuno previo a la cumbre, y lo ha defendido como una forma de atender y entender la pluralidad de España.

Para el Govern es importante entrar en el cuerpo a cuerpo con la dirigente madrileña, para contraponer dos modelos socioeconómicos en lo que Illa bautiza como "prosperidad compartida" -el refuerzo de los servicios básicos y el reparto progresivo de los impuestos- y para ejercer como escudero de Pedro Sánchez desde una Catalunya "normalizada" que gobierna sin desasosiego. "Se ha quedado sola. Nadie se ha ido", recalcan fuentes del Govern, que celebran que la ofensiva popular haya quedado minimizada y aislada.

La ausencia de una propuesta concreta sobre el futuro modelo de financiación catalán, que deberá darse a conocer este junio, ha taponado la posibilidad de airear críticas. Illa se ha centrado en reclamar una "reforma" del sistema, a nivel estatal, que atienda a las características propias de cada autonomía, recalcando que Catalunya tendrá una cuota de solidaridad y que no exige ningún privilegio. Fuentes presentes en la reunión aseguran que el debate ha sido menos tenso de lo esperado, y que incluso el barón crítico del PSOE, Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), ha dado un espaldarazo a Illa ante sus homólogos del PP.

Ya en rueda de prensa, el president ha insistido en que cumplirá el acuerdo con ERC al pie de la letra, y ha advertido de que sí ha plantado cara. "No me dejo decir según qué en mi casa", ha subrayado, y ha deslizado que le molestan algunos comentarios de sus "colegas" que Catalunya "no merece". Sin embargo, ha insistido en que este no era el espacio para abordarlo, que su sitio es el Consejo de Política Fiscal y Financiera: "Esto tiene su espacio. Y, cuando sea momento, en el espacio correspondiente, lo abordaremos y plantearemos". Su misión era pasar de puntillas por este asunto para no encender los ánimos en el PP, pero tampoco para levantar críticas entre los republicanos, por lo que se ha ceñido al marco de la previsibilidad.

Illa anhelaba que este encuentro de presidentes autonómicos sirviera para impulsar algunas de sus políticas de vivienda y, aunque no ha habido ningún acuerdo, el Govern se acogerá al plan de Sánchez para cofinanciar pisos públicos y poder así sumar más recursos. El president también ha tratado de presionar a las autonomías que no aplican la ley de vivienda defendiendo que es necesario intervenir el mercado cuando se pone "en peligro" un derecho fundamental, pero no ha logrado que el despliegue de sus datos motive a otras autonomías a secundar sus medidas. Ahora bien, Illa no ha entrado a valorar cómo acotar los alquileres de temporada -un aspecto reclamado por los Comuns-, regulación que está pendiente en el Parlament. Su proyecto sale 'protegido', pero limitado a su efecto en Catalunya.

Salvador Illa con la prensa en la XXVIII Conferencia de Presidentes

Salvador Illa con la prensa en la XXVIII Conferencia de Presidentes / Manu Mitru

El jefe del Govern ha aprovechado la cita para tejer nuevas alianzas, y lo ha hecho dando apoyo a la propuesta de Imanol Pradales (Euskadi) en materia de energía para extender la red y fortalecerla ante otro apagón -sin olvidar su apuesta por las renovables y por no alargar la vida de las nucleares-, y a la de Fernando Clavijo (Canarias), para gestionar el reto de la inmigración. Aunque no ha entrado en la delegación de competencias pactada por Junts con el PSOE. Desde el Govern recalcan que ahí es donde se prueba el "humanismo" de la política, y aseguran que los dos presidentes han agradecido el espaldarazo de Illa.

Illa se ha aferrado a la "institucionalidad" que se transmite por el mero hecho de celebrar un encuentro en el que las autonomías debaten, aunque sea desde la discrepancia, sobre asuntos que preocupan a los ciudadanos. Y que eso pueda ocurrir en una Catalunya que nada tiene que ver con la de los años del 'procés'. Pero a nadie se le escapa que este ha sido una suerte de diálogo de besugos en el que cada cual exponía sus temas sin que haya como resultado grandes consensos.

Pero el president da por cumplida la misión de proyectarse como un dirigente que busca "cooperar" con España, estrategia con la que pretende limar las asperezas contra la financiación singular. Se le ha visto hablando largo y tendido con dirigentes como el andaluz Juanma Moreno e incluso la presidenta balear, Marga Prohens, se ha apuntado a hablar catalán. La gira territorial de Illa para estrechar lazos con el resto de autonomías continúa precisamente la semana que viene por Andalucía. A todos sus homólogos les ha regalado aceite con denominación de origen catalán, metáfora de cómo busca engrasar las relaciones, pese a Ayuso.

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