Ampliación de crédito

El Govern de Illa celebra que se haya consolidado una "alianza sólida" con ERC y Comuns

La portavoz del Executiu, Sílvia Paneque, evita aclarar cuándo empezarán a negociar los presupuestos de 2026 y ve posible su aprobación pese a la discrepancia sobre la ampliación del Aeropuerto de Barcelona

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El president de la Generalitat, Salvador Illa, y el conseller de Presidència, Albert Dalmau, durante la reunión de Govern de este martes

El president de la Generalitat, Salvador Illa, y el conseller de Presidència, Albert Dalmau, durante la reunión de Govern de este martes / Rubén Moreno / Govern

Sara González

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Barcelona
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El Govern pondrá este miércoles la guinda a tres meses de negociaciones con ERC y Comuns para poder transitar este año con 4.000 millones de euros adicionales a los presupuestos prorrogados de 2023. Una negociación por fascículos -se ha troceado el montante en tres- plagada de concesiones a los socios de investidura y que el president Salvador Illa da por culminada con éxito a las puertas de abordar tres carpetas especialmente frágiles: la financiación singular, la empresa mixta que gestionará el traspaso de Rodalies y la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat. Con un mes de junio de alto voltaje por delante, el Govern tiene en el horizonte abordar los presupuestos de 2026, pese a que por ahora esquiva fijar cuándo empezará la negociación con los socios.

"Se ha consolidado una alianza de los partidos de izquierdas, una alianza sólida", ha presumido la portavoz del Govern, Sílvia Paneque, este martes, en la víspera de poner el broche al mosaico de acuerdos que demuestran que en los primeros compases de la legislatura la mayoría de la investidura se mantiene. Una suma que la también consellera admite que no está exenta de dificultades por el carácter "exigente" de los socios, pero que se han superado por la "generosidad" que les atribuye por anteponer el objetivo de lograr que haya más recursos disponibles para beneficiar a los ciudadanos. El compromiso del ejecutivo catalán, ha señalado, va a ser ahora "ejecutar" ese dinero con "celeridad".

"Paso a paso"

Pero el Govern admite, y los agentes sociales ya le han apremiado a ello, que quiere contar con nuevos presupuestos el 1 de enero de 2026 para no tener que volver a manejar un nuevo año con unas cuentas a pedazos. Paneque se ha resistido a confirmar que será en el mes de septiembre cuando la consellera de Economia, Alícia Romero, inaugure las negociaciones. Si una lección han aprendido desde que llegaron a la Generalitat es que fijar calendarios es un riesgo cuando se gobierna en minoría y se está a expensas del aval de otras fuerzas políticas, especialmente si, como ha pasado con ERC, una situación interna convulsa condiciona el margen de maniobra. "Paso a paso", se ha limitado a decir la portavoz tras la reunión del Consell Executiu.

Así que con ese antecedente, el Govern se dispone ahora a afrontar algunas patatas calientes que pueden tener un impacto directo en esos presupuestos de 2026. Una de ellas es la de la financiación singular, que se elevará a un acuerdo entre Generalitat y Moncloa en una comisión bilateral que, según lo acordado con los republicanos, tendría que celebrarse antes de julio. En Palau dan por hecho que se cumplirá, aunque agotando plazos. El partido de Oriol Junqueras ya ha dejado claro que su actitud ante las cuentas del año que viene estará condicionada por cómo se desarrolla el pacto sobre la financiación.

También la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat traerá cola, en este caso más por el flanco de los Comuns. En la agenda del Govern está esbozado que el proyecto se dé a conocer también en las próximas semanas a sabiendas del rechazo manifiesto del grupo que lidera Jéssica Albiach. Pese a que este ha sido siempre un anatema para los ecosocialistas, el Executiu no da nada por perdido ni teme -o, por lo menos, así lo asegura- que sea un impedimento para contar con el 'sí' de los Comuns a las cuentas de 2026.

El "éxito" de separar carpetas

Hace poco más de un año, la defensa del Hard Rock hizo caer los presupuestos y, también, el Govern de Pere Aragonès. "Nada está escrito. También hemos visto con los suplementos de crédito cómo lo que parecía imposible ha sido posible", ha dejado caer Paneque. En el Govern dan por descontado que el escenario que vivieron sus antecesores no se va a volver a repetir y sitúan la clave del éxito de las negociaciones en "separar carpetas" como han venido haciendo las tres partes hasta ahora. La legislatura, sostienen, tiene cuerda para rato.

Para Junts, la aprobación de este tercer suplemento de crédito es la constatación de que el "tripartito" de PSC, ERC y Comuns "funciona a pleno rendimiento". La portavoz de los posconvergentes en la Cámara catalana, Mònica Sales, ha considerado que estos suplementos son una especie de "presupuestos troceados", lo que ha tachado de "engaño" y de "mala manera de gobernar". Además, ha acusado a Illa de asumir el "programa electoral de los Comuns" y de dejar que este grupo "le marque el camino". También ha lamentado que el Govern no se haya puesto en contacto con ellos y ha anunciado que este miércoles se abstendrán en la votación, como han hecho con el resto de suplementos, informa Carlota Camps.

Por más aspavientos que hagan desde Junts, la prioridad de Illa es seguir transitando la legislatura de la mano de quienes hicieran posible que fuera president, por más que en asuntos como la ampliación de El Prat pueda hallar más puntos de acuerdo con los posconvergentes que mirando a su izquierda. Junio se presenta como una prueba del algodón para la aritmética del Govern con ERC y Comuns.