Guerra en Oriente Próximo

El PSOE celebra el giro de la UE ante la masacre de Gaza y aprovecha el nuevo clima para desgastar al PP

Los socialistas ven cómo el discurso de Sánchez empieza a ganar adeptos entre los Veintisiete y empujan al Gobierno a defender nuevas medidas, como el embargo total de armas a Israel

Sánchez conversa con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, el pasado 17 de mayo en Bagdad (Irak).

Sánchez conversa con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, el pasado 17 de mayo en Bagdad (Irak). / FERNANDO CALVO / EFE

Juan Ruiz Sierra

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Madrid
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Un estrecho colaborador de Pedro Sánchez cuenta que el presidente del Gobierno suele compartir con él cómo se siente ante la masacre de Israel en Gaza. Le enseña fotografías de bombardeos y niños palestinos muertos, por ejemplo. Le transmite su frustración ante lo que está pasando y su escaso margen de maniobra para detener la matanza. “Él se considera un líder internacional. Te lo puedes creer o no, pero él se ve así. Y se fustiga por no poder hacer más”, explica este miembro del Gobierno. 

Desde que comenzó la invasión de la Franja, a raíz de los atentados de Hamás el 7 de octubre de 2023, Sánchez ha intentado liderar la posición de Europa ante el sangriento conflicto para que los 27 adopten medidas más duras con Israel, algo casi imposible de conseguir ante la equidistancia de países como Alemania e Italia. Ahora, después de 53.000 muertos palestinos y casi tres meses de bloqueo de la ayuda humanitaria, el líder socialista celebra que algo se mueve, con el anuncio por parte de la UE de que revisará el acuerdo comercial con el Estado hebreo como ejemplo más claro. Al mismo tiempo, el PSOE aprovecha la actual coyuntura para desgastar al PP por su “tibia” actitud en esta guerra, contraria, por ejemplo, al reconocimiento del Estado palestino. 

La unidad en el partido

A diferencia de lo que ocurre en los partidos catalanes, sobre todo entre los nacionalistas, dentro del PSOE no ha existido históricamente la necesidad de hacer equilibrios con Israel y Palestina, y mucho menos ahora que el Gobierno de Binyamín Netanyahu ha anunciado un “ataque sin precedentes”. Israel siempre ha ejercido cierta fascinación en Catalunya como Estado viable con un número de habitantes similar al de la comunidad autónoma. Pero en el PSOE ese sentimiento de cercanía es menor, más allá de episodios de juventud de algunos dirigentes como Josep Borrell, excomisario de Exteriores de la UE, quien pasó un verano en un kibutz cuando tenía 22 años, en 1969, y conoció allí a la madre de sus dos hijos.

Nadie en el partido ha criticado o matizado a Sánchez por su posición ante Israel. Desde que el secretario general recuperó el mando en 2017 frente a Susana Díaz y Patxi López, el debate interno en el PSOE es casi inexistente, más allá de barones díscolos como el castellano-manchego Emiliano García-Page. Pero en este asunto, explican fuentes de la dirección, todos los socialistas se encuentran “unidos”.

La presión de los grupos de izquierda

Incluso ocurre más bien al contrario. Es el PSOE el que empuja a Sánchez. El Gobierno, a través del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se había mostrado en contra de la proposición de ley presentada por Sumar, ERC, Podemos y BNG para que España apruebe un embargo total de armas a Israel, al considerar que ya existen controles “extremadamente rigurosos” en el ordenamiento jurídico. Presionados por sus socios de izquierda, los socialistas, sin embargo, acabaron apoyando la medida el pasado martes en el Congreso. La Moncloa rebajó después el impacto de la proposición, que tachó de “simbólica”, pero aquí muchas iniciativas lo son. Por ejemplo, el veto a la presencia del Estado hebreo en Eurovisión defendido un día antes por Sánchez. 

Sánchez saluda a trabajadores humanitarios en el puesto fronterizo de Rafah (Egipto), el 24 de noviembre de 2023.

Sánchez saluda a trabajadores humanitarios en el puesto fronterizo de Rafah (Egipto), el 24 de noviembre de 2023. / Borja de la Bellacasa

Otras medidas y propuestas tienen más entidad internacional, como el reconocimiento del Estado palestino, que el Gobierno aprobó hace ahora un año, a la vez que Irlanda y Noruega. O la solicitud que Sánchez llevó a cabo en febrero de 2024 junto al primer ministro irlandés, el conservador Leo Varadkar, para que la UE revisara el acuerdo comercial con Israel. La petición no prosperó entonces, pero ahora, tras la ofensiva de Netanyahu para la destrucción total de la Franja, los Veintisiete, con nueve votos en contra (Alemania e Italia entre ellos), han decidido dar el paso. 

El contraste con Feijóo

Ante estos movimientos en Bruselas, que siguen siendo muy lentos a ojos del Gobierno español, el PSOE se esfuerza estos días en buscar el contraste con el PP en un asunto donde las encuestas concluyen que los socialistas tienen a la opinión pública de su lado. El 56,8% de los españoles está de acuerdo en el reconocimiento del Estado palestino, según el sondeo de GESOP para Prensa Ibérica publicado el pasado junio. Otro estudio del Real Instituto Elcano difundido por esas fechas concluyó que el 71% de los ciudadanos consideraba genocida la actuación de Israel. 

“El mundo entero se está movilizando por la barbarie de Netanyahu en Gaza y usted hace chistes de Franco. Menuda talla política. Menuda falta de humanidad”, le dijo el pasado martes Sánchez a Alberto Núñez Feijóo, quien considera que “Eurovisión es el nuevo Franco” del presidente del Gobierno, una “cortina de humo” para tapar su “corrupción generalizada”. 

De momento, a diferencia de lo que ocurre en el PSOE, ya se observan las primeras fisuras en el PP con el discurso de Feijóo hacia Israel. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, reclamó el jueves “parar el disparate” que está cometiendo el Estado hebreo en Gaza. 

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