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Santos Cerdán, el discreto fontanero que acabó decepcionando al PSOE

Los socialistas, empezando por Sánchez, defendieron al secretario de Organización del partido, sacudido ahora por el informe de la UCO sobre amaños en obras públicas

Santos Cerdán saluda en el Congreso de los Diputados a Pedro Sánchez durante la primera sesión del debate de investidura, el 15 de noviembre de 2023.

Santos Cerdán saluda en el Congreso de los Diputados a Pedro Sánchez durante la primera sesión del debate de investidura, el 15 de noviembre de 2023. / DAVID CASTRO

Juan Ruiz Sierra

Juan Ruiz Sierra

Madrid
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Desde hace semanas, el PP llevaba aferrándose al informe de la Guardia Civil que se ha conocido este jueves para argumentar que Santos Cerdán es el nuevo José Luis Ábalos. Pero el PSOE, todo el PSOE, desde los acérrimos defensores del ya exsecretario de Organización hasta los dirigentes que tuvieron y han tenido enfrentamientos con él, defendían que no hay comparación posible. Cuando estalló el ‘caso Koldo’, en el que un juzgado investiga los negocios con fondos públicos en el departamento de Transportes, Pedro Sánchez cortó por lo sano con el exministro y antecesor de Cerdán en el partido. Ábalos fue expulsado del grupo parlamentario y suspendido de militancia. En este caso no ha sido necesario. Con todo el PSOE asumiendo la dura decepción del exdirigente navarro, Cerdán ha dimitido de todos sus cargos orgánicos y ha renunciado a su acta de diputado.

El exnúmero tres del PSOE llevaba tiempo bajo la tormenta de las acusaciones de corrupción ligadas a la trama capitaneada por el comisionista Víctor de Aldama. Fue él quien trajo a Koldo García a Madrid desde Navarra, pero únicamente, según su versión, para llevar a cabo funciones de chófer y seguridad en el partido. Ábalos lo convirtió más tarde en su mano derecha y hombre para todo. Pero el PP llevaba semanas insistiendo en explotar la conexión.  

Las acusaciones

Primero, para endosarle un inexistente piso en el paseo de la Castellana. Después, por el testimonio de Aldama, que en noviembre aseguró, sin aportar pruebas, que Cerdán había recibido 15.000 euros en un sobre. Y por último por el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, donde se recoge que recibió mordidas por intervenir en contratos de obras públicas y también por supuestamente haber manipulado las primarias del PSOE de 2014 en las que fue elegido el propio Sánchez. 

En un gesto poco común, Cerdán, un dirigente con escasa querencia por los micrófonos, acostumbrado a mover con discreción los hilos en el PSOE, un clásico fontanero del partido, compareció ante los medios a mediados de mayo. Explicó que había preguntado "muchas veces" por obras, como parte de su labor orgánica, que también pasa por mantener informados a diputados, alcaldes y otros dirigentes. "Ninguna constitutiva de delito", subrayó. Días antes, fuentes de la dirección socialista habían señalado sobre los supuestos obsequios de vehículos que el secretario de Organización tenía un Volvo en propiedad, como prueba su declaración de bienes ante el Congreso, y que también se desplazaba en un Audi que es del partido. 

"¿Avala usted la gestión del señor Cerdán, sí o no?", le preguntó este miércoles Alberto Núñez Feijóo a Sánchez durante la sesión de control al Gobierno, en su primer encuentro tras el estallido del 'caso Leire' y tras dos días en los que la UCO registró la casa del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid exigió al Gobierno que investigue si hubo "conflicto de intereses" en el rescate de Air Europa.

dentro de una semana en la que ha sido imputada dentro del ‘caso Koldo’ la expresidenta de Adif, Ana Pardo de Vera, y se ha abierto juicio oral en un proceso distinto a David Sánchez, el hermano del presidente, y al líder de los socialistas extremeños, Miguel Ángel Gallardo.

"Esto se conoce en psicología como la acción en espejo, reprochar al contrario lo que uno hace y el otro no", le contestó el jefe del Ejecutivo al líder del PP.

La confianza del presidente

Sánchez ha tenido muchas oportunidades de relevar a Cerdán. Por ejemplo, durante el soterrado enfrentamiento que este mantuvo con Adriana Lastra, que acabó con la salida voluntaria de la entonces vicesecretaria general. O durante el congreso que el PSOE celebró en Sevilla a finales del año pasado, en el que los únicos confirmados desde meses antes eran María Jesús Montero, relevo de Lastra como número dos, y el propio Cerdán. 

Santos Cerdán y Carles Puigdemont, el 30 de octubre de 2023 en Bruselas.

Santos Cerdán y Carles Puigdemont, el 30 de octubre de 2023 en Bruselas. / EFE

El dirigente navarro, nacido en el municipio de Milagro en 1969 y técnico superior de Electrónica Industrial, ha levantado ampollas dentro del PSOE en los últimos tiempos. Sobre todo, en las federaciones críticas con la financiación singular para Catalunya acordada entre el PSC y ERC, con el visto bueno del Gobierno, para investir a Salvador Illa como president de la Generalitat. Son numerosos los cargos socialistas de territorios como Extremadura y Castilla-La Mancha que le acusan de carecer de “cintura política” y desplegar un estilo “amenazante”. Pero los mismos interlocutores subrayan que lo consideran un hombre “limpio”. Al igual que Sánchez, creen que lo publicado en los últimos días obedece a una campaña de la “derecha”, una estrategia de “oposición destructiva” que tiene en las causas contra el hermano del presidente y contra su esposa, Begoña Gómez, otros ejemplos paradigmáticos.

La negociación con Junts

La implicación de Cerdán en presuntos casos de corrupción será para Sánchez mucho más compleja de gestionar que la de Ábalos, imputado por organización criminal, cohecho, tráfico de influencias y malversación. Cerdán ha formado parte hasta este jueves del reducidísimo núcleo duro del presidente del Gobierno, quien le ha encargado en los últimos tiempos tareas trascendentales. Sobre todo, la negociación con Junts per Catalunya para que la formación independentista, con la que el PSOE apenas tenía vínculos, apoyara hace un año y medio la investidura de Sánchez a cambio de la ley de amnistía.

Cerdán viajó en varias ocasiones a Bruselas para reunirse con Puigdemont y aceptó fotografiarse con él, en unas imágenes en las que el navarro, que prefiere vivir ajeno al protagonismo mediático, aparece con cara de circunstancias. Aquello salió bien. Desde entonces, Cerdán se ha estado desplazando una vez al mes a Suiza para negociar con Junts, con cuyos dirigentes, especialmente con su secretario general, Jordi Turull, ha sabido tejer cierta complicidad, según reconocen desde ambas partes.

Sin embargo, y a tenor de toda su labor, los socialistas se muestran ahora profundamente decepcionados con un secretario de Organización por el que pusieron la mano en el fuego.

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