Alegría acusa al PP de "matonismo" y anuncia "acciones legales" contra quienes la impliquen en la "inexistente" fiesta con prostitutas de Ábalos en Teruel

Cómo está el Senado. Irreconocible. Sigue siendo una cámara legislativa de segunda lectura, siempre supeditada al Congreso, pero a lo largo de esta semana han ocurrido aquí dentro cosas inauditas. El martes, el PP entregó en el hemiciclo una bolsa de arena tóxica, proveniente de la murciana bahía de Portmán, a la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen, y el PSOE acabó presentando una denuncia por “intimidación”. El miércoles, nueva denuncia: esta vez contra dos trabajadores del Senado por “espionaje” parlamentario. Este jueves tocaba hablar de prostitutas y paradores.

Pilar Alegría, actual ministra de Educación, compareció en la ‘comisión Koldo’, encargada de poner luz sobre la trama por la que el extitular de Transportes, José Luis Ábalos, permitió presuntamente que su hombre de confianza, Koldo García, y el comisionista Víctor de Aldama hicieran negocios con fondos públicos. Pero Alegría no habló de nada relacionado con esto. Tampoco le preguntaron. El motivo de su visita a la Cámara alta tenía que ver con una supuesta fiesta con prostitutas protagonizada por Ábalos el 15 de septiembre de 2020 en el parador de Teruel, durante una noche en la que la actual ministra, entonces delegada del Gobierno en Aragón, también pernoctó en sus instalaciones. 

El PSOE enmarca los ataques a Pilar Alegría en una estrategia de "acoso y derribo" de la derecha: los testimonios de las víctimas

Publicada por varios medios que se apoyan en testimonios anónimos de los trabajadores del parador, la celebración ha sido desmentida por todos los implicados, desde el propio Ábalos al director del hotel turolense, Joaquín Gutiérrez, quien el lunes pasado estuvo en esta misma comisión. También por Alegría. “Yo ni vi, ni escuché nada en absoluto sobre una fiesta con prostitutas e incluso drogas. Jamás. Pero es difícil que una vea y escuche algo que no se ha producido”, dijo la también portavoz del Ejecutivo durante la sesión, en la que acusó al PP de ejercer el “matonismo” político. “Si hubiera sucedido lo que algunos dicen que sucedió, se habría sabido al minuto. No solo en Teruel. Habría llegado hasta el Rincón de Ademuz. Y se seguiría hablando de ello cinco años después”, añadió.  

Una cena fría en el jardín

Antes de entrar en la comisión, Alegría, que ha denunciado que a raíz de estas “fake news” ha recibido todo tipo de insultos “machistas” (como “puta, zorra y comepollas”), hizo un anuncio importante. Emprenderá “acciones legales” contra quienes la impliquen sin pruebas en la “inexistente” fiesta protagonizada por Ábalos, que se encuentra imputado por organización criminal, cohecho, tráfico de influencias y malversación.

Los senadores de UPN, Vox y el PP se anduvieron con cuidado para no dar por hecho que la ministra conociese la celebración o incluso participase en ella. Dieron vueltas y vueltas a esa noche mientras Alegría intentaba ofrecer los detalles que le pedían, casi todos intrascendentes. Ella se alojó en la habitación 208; Ábalos, en la 101, una suite. Hubo una cena tardía, a eso de las 11.30 de la noche, pero el ahora investigado no participó en ella. Tuvo lugar en el jardín del parador y les dieron comida fría, dada la hora. 

Esta información dio lugar a un diálogo delirante.

Rocío Dívar, senadora del PP: “¿Había otras personas cenando en el jardín?” 

Alegría: “Sí”.

Dívar: “Entonces, a lo mejor, podría tratarse de invitadas del señor Ábalos [es decir, las prostitutas] aunque usted no lo supiera”.

 Alegría: “Bueno, también es posible que fueran otros huéspedes o vecinos de Teruel que se hubieran acercado al parador a cenar”.

Dívar: “Yo no soy capaz de reconocer a simple vista si una mujer ejerce o no la prostitución. ¿Usted sí?”

“¿Hasta dónde están dispuestos a llegar? -se preguntó Alegría en un momento de su comparecencia-. Luego nos llevamos las manos a la cabeza cuando hablamos del acoso escolar, de la salud mental, y sin embargo aquí se están dando muestras claras de que se han derribado todo tipo de fronteras políticas. Se está practicando un caso claro de matonismo. Todo esto se hace con el objetivo de sembrar dudas sobre personas honestas. Yo lo soy”.