Comparecencia en el Congreso

Marlaska asume "desajustes y errores" en la compra suspendida de munición a Israel

El PP y la izquierda acusan al Gobierno de seguir comprando armamento a Israel pese a los embargos que anuncia

Grande Marlaska, Pedro Sánchez, María Jesús Montero y Félix Bolaños, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados.

Grande Marlaska, Pedro Sánchez, María Jesús Montero y Félix Bolaños, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. / José Luis Roca

Juan José Fernández

Juan José Fernández

Madrid
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Por primera vez el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha podido hablar largo y tendido en el Congreso sobre la compra suspendida de balas a Israel, pero ha preferido dedicarle más tiempo al otro asunto con el que este miércoles venía mezclada su comparecencia, la inmigración. No por ello ha evitado que tanto la oposición como los aliados de izquierda del Gobierno hayan formulado una acusacón frontal de hipocresía al Gobierno en el asunto que ahora es central en el debate sobre la acción diplomática conta Israel: la compraventa de armas.

Grande-Marlaska ha aprovechado su comparecencia, más que para explicar el asunto de las balas, para sumarse a la "crítica a la desproporción de Israel ante un ataque deleznable" como el de Hamás que dio inicio a la guerra en Gaza, y a "la maldad humana a unos niveles difíciles de entender" que ha mostrado la respuesta israelí. Una vez alineado con la posición diplomática del Gobierno, el ministro ha asumido "el error".

Ha negado Marlaska que haya supuesto una crisis para el Ejecutivo la adjudicaciòn y abrupta marcha atrás en la compra en Israel de munición para la Guardia Civil, que llevó a Pedro Sánchez a desautorizarle públicamente. No obstante, en la misma comparecencia que ha protagonizado en la Cámara Baja este miércoles, ha admitido: "Este contato ha generado un problema, desajustes y errores puntuales que no me cuesta asumir en primera persona".

El contrato con la firma israelí IMI "está en proceso de rescisión", ha ratificado Marlaska, sin entrar al detalle de cómo se rescinde el contrato, solo que la fórmula de rescisión "implica a otros departamentos". El titular de Interior ha asegurado que en su departamento se toman "medidas para que algo así no vuelva a producirse".

Mandó parar

Según el ministro, fue él mismo el que pidió -"ordené de manera inmediata", ha dicho- parar la tramitación del contrato cuando, en octubre pasado, conoció cuál era la empresa adjudicataria. Israel Military Industries iba a suministrar dos de los tres lotes en que se dividía la contrata.

El motivo de que la licitación siguiera adelante ha sido explicado por Marlaska de la misma manera que ya había trascendido de fuentes gubernamentales: por la ley de contratos públicos, "no encontrábamos ninguna forma que no implicase un perjuicio patrimonial para el Estado". Y la Abogacía del Estado, ha dicho, tenía la misma opinión.

El contrato de munición fue licitado el 21 de febrero de 2024 por los órganos económicos de la Guardia Civil, ha recordado, por una cuantía de 6,8 millones de euros. Marlaska ha asegurado que el procedimiento fue sometido "a un control exhaustivo de los órganos competentes de la Administración".

Marlaska ha repetido dos veces su acuerdo con la medida: “Compartimos sin fisuras el compromiso del gobierno español con la causa palestina y la paz en Oriente Medio, y lo hacemos con convicción. Y eso incluye nuestra negativa a vender o comprar armamento al Estado de Israel y sus empresas”.

Genocidio

El ministro ha arrancado su comparecencia negando que a la Guardia Civil le esté faltando munición en estos momentos a causa de la suspensión de esta compra.

El diputado de Sumar Enrique Santiago ha justificado la presión que en el seno del Gobierno ejerció su formación para vetar ese contrato: las firmas israelís de armamento "son empresas directamente vinculadas al genocidio", y ha recordado que esas firmas "celebran en sus redes sociales los bombardeos sobre población civil en Gaza".

Ha extremado la presión Santiago exigiendo a Marlaska que el Gobierno va a tomar medidas para que suministros relacionados con la matanza "no vuelvan a tocar nuestros puertos y aeropuertos".

Ante una cámara semivacía, la líder de Podemos, Ione Belarra ha lanzado a Marlaska: "Me da auténtico asco que se esté utilizando el esfuerzo de la gente trabajadora de este país, que es solidaria con Palestina, para financiar un genocidio". Y ha citado diez contratos en vigor desde octubre de 2023 que, según su criterio, "se podrían anular hoy mismo".

"Siguen haciéndolo"

La diputada del PP Sofía Acedo Reyes ha acusado de falsedad al Ejecutivo: "¿A quién creen que toman el pelo? -ha clamado-. Llevan ustedes contratando material isrealí para la Guardia Civil, la Policía y Defensa a empresas israelís desde que entraron en el Gobierno de España y siguen haciéndolo a día de hoy", ha clamado.

Acedo ha criticado que la rescisión -llevada a cabo “como consecuencia de la presión de sus socios”- se toma “en contra del criterio de la Abogacía del Estado” y pese a que la Guardia Civil ha acreditado que la munición de otras firmas da problemas y se demostró defectuosa”.

Ha dicho la parlamentaria popular que los seis millones de euros del contrato “deberían pagarlos a escote el presidente del Gobierno y todos sus ministros”, y a espetado a Marlaska: “¿Qué va a hacer, señor ministro? ¿A que subordinado suyo ha empujado a prevaricar?”

Acedo ha mezclado el caso de las balas de la Guardia Civil con alusiones al plan de gasto en defensa del Gobierno, de más de 10.000 millones de euros, “que toda la izquierda se traga sin rechistar”.